Flores Con Café

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El día transcurrió con normalidad con mucho más movimiento en el trabajo de cada uno, Johnny estaba ocupado armando unos bellos ramos de flores para parejas de jóvenes enamorados o matrimonios de aniversario, el más llamativo para el el de ojos azules como lápiz lasuli era con uno venía con un mensaje era común que ellos escribieran a petición del cliente, el cliente pidió dos arreglos exactamente iguales a dos mujeres completamente diferentes.

-Valla nisiquiera se esforzó en cambiar el mensaje que tipo más mierda- dijo Johnny para si mismo terminando de escribir el segundo mensaje- Una debe ser su esposa y la otra chica debe ser su amantes, de verdad que si este no fuera mi trabajo lo golpearia y lo pondría en su lugar.

No tardo en terminar dicho pedido que lo hizo molestar pero mientras el idiota pague no se metería en problemas.

-Se ve realmente bien- dijo su viejo jefe mientras entraba a la habitación trasera.

-Muchas gracias ahora le sacare una foto para subirla a la página.

-Me parece perfecto Johnny muchas gracias- añadió el Señor Miyagi mientras se sentaba a un lado de Johnny- ¿Cómo te cae ese chico Larruso?

Johnny podía ser rubio pero no era tonto, de seguro el anciano ya se habría dado cuenta de que algo ocurría y está en busca de información.

-Bien, realmente bien es un sujeto agradable de tener a un lado.

-Si,¿Te fijaste en su sonrisa?

-¿Disculpa?

-Su sonrisa ¿no te parece linda?

-Su...¿sonrisa?

-Si.

El viejo era realmente listo sabía donde estaban los puntos débiles de Johnny pero no caería...por lo menos no tan rápido, ta habían hablado de la sonrisa de esa persona que se supone que el viejo no sabe que es chico de la cafetería de su derecha.

-Bueno, tiene que sonreír bien para los clientes ¿no?

-Claro.

Por un momento todo quedó en silencio, Johnny trataba de averiguar dónde sería el próximo golpe que caería para estar listo, si bien su antiguo sensei le enseñó a atacar primero, desde que decidió dejar ese camino y unirse al que el Señor Miyagi le estaba mostrando aprendió que no siempre es bueno atacar primero, es mejor no caer bajo tentaciones y atacar solo en el momento indicado, había aprendió rápido y no dejaría que su sensei le ganará hablando de Larruso.

-¿Qué me dices de sus ojos?

-Creo esta algo obsesionado con las partes del cuerpo de Daniel ¿acaso es un caníbal que pretende secuestrar a Daniel y vender sus partes?

-Claro que no, sus ojos me parecen particular mente raros.

-¿raros? ¿de qué habla?- un leve sentimiento que molestia si hizo presente en el voz del de ojos azules, tomando una postura firme dejando de estar inclinado sobre el computador enderezado su espalda, cruzándose de brazos, con el ceño fruncido y los labios apretados, Johnny estaba callando en la trampa del viejo y Miyagi bien que lo sabía.

-Son...como decirlo, simples aburridos a decir verdad, no transmiten nada llegan a ser desagradables.

Johnny olvido que esto era una provocación por parte de su jefe para averiguar algo que ni él tenía claro.

-Claro que no Señor Miyagi me sorprende de usted ¿Cómo no es posible que vea la belleza que transmiten los ojos de Daniel Larruso? Son de los ojos no,no son los MÁS -dijo casi gritando recalcando el más- si, los ojos más hermosos del mundo son tan sinceros y transparentes, y no venga a hablar mal de su sonrisa es simplemente perfecta la más dulce y tierna sonrisa en este mundo ¿o es que acaso ve algo malo en Daniel?