Salvame |Kaled/Suri|

17.

[SURI]

Arrodillandome dentro de la ducha, atrape a Tommy de la cintura con suavidad y lo detuve de pie mientras pasaba una esponja enjabonada por su cuerpo. El pequeño me miró con mala cara pero no se quejó, demasiado ocupado chupando el patito de hule que Dacel le habia obserquiado. El niño tenia tantos juguetes que estaba pensando seriamente en pedirle una habitación a Kaled solo para poder guardarlos, todos habian abusado en eso de regalarle cosas.

De repente, Tommy soltó un pequeño chillido y dio un paso tambaleante a un lado, pegando sus manos a pared de cristal de la ducha. Una risita feliz escapó de sus labios—. ¡Papá!

Mirando sobre mi hombro, me encontre a Kaled de pie en la puerta con una sonrisa tonta en sus labios—. Hey —musité—. ¿Sucedio algo?

—Te estaba buscando —dio un paso dentro—. A ambos.

—Estamos un poco... uy —atrape a Tommy cuando comenzó a golpear su pie contra el suelo, desbalanceandose—. Tommy.

—¡Papá! —volvió a chillar, como si esa simple palabra explicara y lo disculpara de todo.

Miré a Kaled, buscando alguna reacción de su parte. Este solo rio suavemente, entrando aun más y agachandose del otro lado del cristal. Tommy lo observó con los ojos enormes antes de apoyar las manos en la pared y golpearla con las palmas, chillando la palabra "papá" una y otra vez.

—Tommy —lo llame, dejando la esponja y atrapandolo con ambas manos. Si seguia así, se caeria y temia que se lastimara—. Tommy, te caeras.

—¿Papi? —me miró, antes de arrojarme con el patito de hule.

—Ouch. —fruncí el ceño—. Hey, ¿por que hiciste eso?

El enano se carcajeo, como si hubiese hecho la mejor broma del mundo. Kaled sonrió, por lo que le envie una mala mirada—. ¿Que?

—No lo incentives.

Eso logró que riera realmente antes de darme un empujoncito y atrapar a Tommy, sentandose en el suelo mojado de la ducha y colcando al niño en su regazo—. Ya esta, ahora puedes bañarlo sin que te golpee.

—Le das mañas —me queje—. Y saldras empapado.

Se encogio de hombros—. Puedo cambiarme luego.

—Lo volveras caprichoso.

—Puedo pagar sus caprichos —dijo como sino fuese nada malo.

Rodando los ojos, seguí bañando a Tommy como pude, ya que estaba demasiado entretenido balbuceando cosas hacia Kaled mientras movia otro de sus juguetes en su dirección. El moreno solo asentia y hablaba como si realmente estuviesen teniendo una conversación.

—¿Para que nos estabas buscando? —pregunté, recuperando una toalla y envolviendo al pequeño en ella cuando termine de bañarlo.

—Liam —respondio, lo miré confundido—. Quiere preparar la fiesta de Tommy.

—Falta una semana —apunté—. ¿Por qué comenzar ahora?

—No tengo idea, renuncie a comprenderlos a él y a mi hermano hace tiempo —respondió simplemente—. Él dijo que debias ir a ayudarlos, así que vine a advertirte que te esta buscando.

Eso me hizo reir—. Pues gracias por la advertencia. —me puse de pie con Tommy en brazos y me dirigi fuera de la habitación, hacia la mia propia donde habia dejado la ropa para vestirlo. Kaled me siguió—. ¿Que recomiendas? ¿Huir por la puerta trasera o escondernos en la casa?

—Pensaba invitarlos a comer fuera pero si quieres esconderte, esta bien.

Deje a Tommy en el centro de la cama y le di una mirada, observandolo quitarse la camiseta humeda. Aunque pareciera extraño, nunca habia visto a Kaled sin ellas. Habiamos convivido por meses en la misma casa pero él siempre se aseguraba de que no lo viese. Ahora comprendia porque.

Sentandome en el borde de la cama, observé las letras grabadas en su piel—. ¿Desde hace cuanto que lo tienes?

Él me miró un segundo antes de pasar la mano sobre su pecho—. Seis años.

Miré la palabra en su pectoral izquierdo y senti mis ojos llenarse de lagrimas. La palabra "Angioletto" estaba perfectamente trazada en su pecho, resaltando sobre su piel besada por el sol. Antes de que me diese cuenta, estaba de rodillas frente a mi, limpiando las lagrimas que corrian por mis mejillas con suavidad.

—¿P-por que? —susurré.

Kaled sonrió suavemente—. Ya te lo dije, Suri, tu eres mi Angioletto y no queria olvidarte jamás. Tu me marcaste esa noche de una manera que nadie habia podido hacerlo antes.

Tomé aire, viendo a Tommy gatear sobre la cama hasta nosotros. Kaled lo tomó y lo sento sobre su regazo, aun mirandome con atención.

—¿Que hubiese...? —mi voz se quebro un poco, por lo que volví a intentarlo—. ¿Que hubiese pasado si no te hubiese querido, Kaled?

—Siempre he querido que fueses feliz. Sino me hubieses querido, entonces solo me habria mantenido al margen asegurandome de que lo fueses. Pero esto —paso su dedo sobre el tatuaje—, siempre estara conmigo. Serás parte de mi para siempre, aunque un dia decidas que no me quieres más yo te seguiré amando porque lo he hecho desde el primer momento en que te vi y no creo poder detenerme pronto.

Sonreí entre lagrimas—. ¿Me amas?

—Desde el primer momento, Suri.

Delinee el tatuaje con la punta de mi dedo antes de inclinarme hacia él—. Te amo —susurré un momento antes de unir nuestros labios en un delicado beso.

Kaled se separo de golpe cuando Tommy grito, llamando nuestra atención. El moreno sonrió—. Tambien te amo a ti, Tommy —rió, dejando un beso en su cabello—. Despues de todo soy tu padre ahora, creo.

—Él decidio eso por ti hace tiempo —reí—. Por ambos.

—Papá Suri. —sonrió.

—Papá Kaled —contraataque.

—Mmm, me gusta como suena —colocando una mano en mi nuca, me jaló hacia abajo para besar. Tommy rio suavemente debajo pero no hizo nada más—. Realmente, me gusta esto.