13.

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[ZAYN]

—¿Puedes quedarte hoy?

Liam se removió sobre mi regazo cuando mordisquee su barbilla con suavidad, logrando que riera con nerviosismo mientras intentaba alejarse. Sus manos acunaron mis mejillas antes de que sus labios cayeran sobre los míos en un beso suave y tierno. Rodeandolo con mis brazos, lo atraje más cerca en un intento de profundizar el beso pero el castaño se alejo.

—Siempre me quedo —rió—. Paso más tiempo aquí que en mi casa.

—Esta es tu casa —musité, ganandome una sonrisa radiante—. Y mi habitación es tu habitación, y mi cama es tu cama, y mis sabanas son tus sabanas, y...

—Ya entendimos, solo pidele que se mude aquí y ya —se quejo Niall desde el otro lado de la isla—. Me van a dar diabetes, maldición.

—Oww, ¿nos estas diciendo dulces? —Liam parpadeo hacia él.

—Si, tanto que me producen nauseas —miré sobre mi hombro, viendo a Tommy inclinarse hacia adelante dentro de su silla y tomar los auriculares que el rubio tenia en su mano. Niall se volteo hacia él y estrechó los ojos—. A ver, proyecto de persona, vamos a dejar las cosas claras. Yo no toco tus horripilantes juguetes y tu no toques mis cosas —le quitó los auriculares de forma brusca, logrando que el niño hiciera un puchero—. Y no llores.

—¿Buba? —Tommy extendio sus manos en su dirección, pidiendo ser cargado y ganando solo un mala mirada del parte del rubio.

—No soy tu buba, pensé que habia quedado claro.

Dacel apareció por el pasillo, cargando a Tommy fuera de su silla—. No seas malo, rubio, es solo un bebé.

—Yo no soy malo, a los niños hay que ponerles limites desde pequeños o sino se descontrolan —aseguró—. Agradece que no soy como mi padre, él preferia pegarnos con lo primero que encontrara a hablarnos.

Ninguno dijo nada a eso porque no habia que decir. Niall habia tenido una vida de mierda y al parecer, no le gustaban los niños no habia que hacer un espectaculo de ello. Aunque sabia que habia más detrás de la historia del rubio de lo que dejaba ver. Niall era demasiado cerrado en si mismo, ni siquiera nosotros sabiamos todo lo que habia sucedido en su vida. Él se negaba a hablar de ello diciendo que el pasado debia quedarse atrás.

La cocina entera quedo en silencio mientras volvian a sus labores cuando un grito proveniente de la sala traspaso el aire: ¡Te viole, Suri!

—Oh mierda, se lo dijo —musité, poniendome de pie de golpe y tirando a Liam al suelo. Lo levante, pidiendole disculpas y ganandome una mirada fulminante—. ¡Niall, enciende la computadora!

—Estoy en eso —aseguró el rubio, abriendo la laptop y tecleando rapidamente. La voz de mi hermano y de Suri flotó desde los parlantes.

—¡Hay que buscar la llave! —apuré—. Si las cosas se ponen feas, debemos sacarlos de allí.

—¿Llaves? —Niall parpadeo hacia mi—. ¿Debiamos quedarnos con ellas?

[SURI]

Cerré los ojos por un momento, intentando absorber lo que Kaled me estaba diciendo. Esto no podia estar sucediendo, simplemente no podia ser real. No recordaba esa noche totalmente la noche, eran solo fragmentos sueltos que no tenian mucho sentido en mi mente pero o recordaba el rostro de Kaled allí. Por más que intentaba, no podia...

—¿Que sucedio esa noche? —susurré, logrando que me mirara sorprendido—. No sé lo que sucedio, Kaled, dimelo, por favor.

—No me hagas revivirlo —pidio, las lagrimas bajando por sus mejillas mientras negaba—. No me obligues a recordar esa noche.

Salvame |Kaled/Suri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora