23.

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[KALED]

Desperté con un dolor de cabeza monumental, mi cuerpo se sentia debil y eso fue lo que más alerta me puso. Recordaba lo que habia sucedido perfectamente, no era la primera vez que me habian disparado pero la vez anterior no habia llegado a desmayarme, lo que me decia que esta vez los hijos de perra habian tenido suerte y acertado en su objetivo.

Abrir los ojos fue una especie de tortura china, me dolian de los parpados hacia dentro y era un jodido infierno pero siempre habia sido lo suficientemente cabeza dura como para que eso no me permitiera lograr mi cometido. La primer imagen que visualice fue un tanto borrosa pero luego de un momento, las cosas comenzaron a aclararse con lentitud.

Estaba en mi propia cama, así que seguramente los chicos habian arrastrado mi lastimosa existencia hacia allí nuevamente. Podia reconocer con facilidad el diseño monocromatico del lugar, todo habia sido decorado en blanco, negro y distintas tonalidades de grises, ya que no me gustaba mucho el exceso de colores. La oscuridad de la habitación fue bienvenida para mi dolorida cabeza.

Sentia ardor en la parte baja de mi espalda y no me animaba a moverme pero mi cerebro medio dormido me obligo automaticamente a revisar mis extremidades y asegurarme de que todas funcionaran con perfección. Una vez que estuve seguro de que todo estaba en su lugar y se movia correctamente fue cuando me permiti pensar en lo que habia sucedido. Sabia que iba a tener que hablar con Zayn de la aparicion de nuestro padre, eso sino habia matado al tipo cuando le dispare. No habia estado mirando, solo apunte y aprete el gatillo, lo único en mi mente era sacar a Tommy de allí.

Habia estado desvariando sobre las formas de decirle a Zayn sobre que nuestro padre habia vuelto cuando la puerta de la habitación se abrio, la luz del pasillo se coló dentro junto con una pequeña forma que se movia por el suelo. Tommy se detuvo, sentandose sobre su pañal y observando alrededor, como si buscase algo.

—Hey, campeón. —musité con voz ronca por la falta de humedad en mi boca.

—¡Papá! —rio, gateando en mi dirección.

Lo observé sostenerse de las sabanas para poder ponerse de pie, en cuanto pudo mantenerse firme lo alcancé y juntando fuerzas logré ayudarlo a trepar a la cama. Mi espalda grito de dolor por el esfuerzo pero escuchar su risa cantarina fue suficiente para que valiese la pena. El enano se arrastro por mi cuerpo hasta que pudo acomodarse en el hueco entre mi brazo y mi pecho y se quedo allí.

—¿Como llegaste hasta aquí? —musité, viendolo jugar con sus manos—. ¿Nadie te estaba cuidando?

—¡SURI! —la voz de Niall traspasó la casa, llegando a mi habitación—. ¡SE ME PERDIO EL RETAZO DE PERSONA!

—Bien, eso responde mi pregunta. —Tommy rio, como si entendiera mis palabras.

Escuché el revuelo que se produjo en la primer planta pero aunque lo intenté, no encontré las fuerzas para ponerme de pie y acercarme a la puerta para gritarle a alguien, así que solo esperé. Pasos recorrieron el pasillo, deteniendose en el umbral de mi puerta. Suri se veia jodidamente nervioso hasta que su mirada se posó en nosotros.

—Kaled. —su voz sonó ahogada y pude ver sus ojos brillar.

­—Hola, bebé. —musité e hice un gesto hacia Tommy—. Creo que se te perdio algo.

—Ha estado escapandose hacia aquí desde que los chicos te trajeron —entró a la habitación, sentandose en el borde de la cama. Me miró con preocupación—. ¿Como te sientes?

—Bien —susurré—. Tengo sed.

—Te traere un poco de agua —antes de que pudiese decir algo, salió de la habitación.

Tommy balbuceo algo antes de acomodarse mejor, colocando la cabeza sobre mi hombro—. Tu ponte comodo, no te molestes —susurré, viendolo removerse un momento hasta al parecer encontrar una posición comoda y cerrar los ojos, metiendo su pulgar en su boca—. No te chupes los dedos.

—No. —me miró con el ceño fruncido cuando quite su mano de su boca—. Papá, no.

—No te chupes los dedos. —repeti suavemente, alcanzando el chupón que colgaba de una cinta en su cuello, le quite la tapa y lo coloque en su boca—. Esto si.

Paso el mismo de lado a lado dentro de su boca, como si estuviese probandolo antes de hacer un sonido, que tome como positivo, y volver a cerrar los ojos. Lo observé quedarse dormido, tarareando algo detrás del chupón. Era gracioso y tierno al mismo tiempo.

Suri volvió un momento despues, llevando una jarra y un vaso de agua y colocandolas sobre mi mesa de luz antes de volver a sentarse en el borde de la cama. Lo vi servir un poco en un vaso antes de colocar la pajilla en mi boca. Lo miré mal pero no me queje, no me gustaba que me cuidasen como si fuese un bebé pero sabia bien que no iba a poder sentarme sin gritar como una nena, así que deje que lo hiciera.

Una vez que dejo el vaso sobre la mesa, alcancé su mano y pase mis dedos por ella. Sus ojos se dirigieron a ese punto—. ¿Cuan enojado estas?

—¿Tu que crees?

—Volví —apunté—. Te prometi que volveria y lo hice.

—Eres un idiota, imprudente y desconsiderado pero por alguna razón ilogica te quiero, eso no quiere decir que no vaya a pateare el culo en cuanto puedas ponerte de pie.

—Oh, callate, tweety. —reí suavemente—. Tu no podrias golpear ni a una almohada.

—No, pero puedo pegarte un tiro en el culo y tengo la suficientemente buena apunteria para no errarle.

—No digas malas palabras, queda feo en ti. —aseguré, jalandolo con suavidad hacia mi—. Además, confio en que me quieres lo suficiente para no atreverte a dispararme.

—¿Tan seguro estas? —apoyó una mano en la almohada y se sostuvo sobre mi, sus hermosos ojos verdosos mirandome con diversión.

—Estoy muy seguro, me amas a pesar de lo necio que me comporte.

Él se mordio el labio, mirandome con atención. Mi mirada se dirigio a ese punto, los labios de Suri tenian una bonita forma de corazón y un color rojizo natural que era jodidamente atrayente. El castaño debio notar la atención que le estaba dando cuando libero el mismo, dejandolo aun más rojo y brillante. Alzandome con suavidad, pase mi lengua por el lugar afectado antes de tirarlo a un beso suave.

—Tienes razón —susurró, sobre mis labios—. Te amo, idiota necio. Solo prometeme que no volverás a hacer algo estupido.

—No puedo prometerte eso, amor, lo siento.

Sus ojos se llenaron de lagrimas y parecio cansado derrepente—. ¿Por qué?

—Ustedes son mi familia —musité—. Y recibiria una bala por cualquiera de ustedes, Suri, no puedes pedirme que te prometa no protegerlos.

—Lo sé —asintió, una lagrima resbaló por su mejilla—. Es parte de ti, solo intenta que no te maten. Me asustaste muchisimo ayer, pensé que te iba a perder, Kaled.

—Lo siento, realmente lo hago —acepte—. Pero debia traer a Tommy de nuevo a casa, Suri, no podia dejarlo con ellos, debia hacer algo.

Me miró por un momento antes de gruñir—. No sé si golpearte o besarte.

—Mmm... prefiero que me beses. —aseguré, colocando mi mano en su nuca para que bajara a darme otro beso. Él rio suavemente pero cedió—. Acuestate con nosotros.

—Debes descanzar —se separo un poco—. Seria mejor si me llevo a Tommy y...

—Quedate aquí —pedi—. Ambos, quedense, por favor, necesito sostenerlos un momento, ¿si?

Soltando un suspiro derrotado, se subio a la cama y se acomodo a mi lado, mascullando algo sobre mi siendo un necio. Riendo suavemente, rodee su pequeña cintura con mi brazo y respiré tranquilo, volviendo a cerrar los ojos para volver a dormir. Tenia muchas cosas que hacer pero estaba cansado, solo dormiria un par de horas y luego arreglaria las cosas. Ahora solo queria sostener a los amores de mi vida por un momento, sabiendo que ambos estaban bien. 

Salvame |Kaled/Suri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora