Lost In Your Melody (HIATUS)

XI. Primer día, primer encuentro

1 de Junio

Hoy era el día, el gran día en el que Harry Ikari y Víctor Marriott habrían acordado unir fuerzas en motivo de un bien mayor. Si fuera posible, ambos habrían aplazado la fecha lo máximo que se pudiera, pero lastimosamente no tienen poderes para manipular el tiempo. Sin más opciones, solo les quedaba verse. Cada uno habría escogido diferentes opciones de canciones a interpretar, y en una posible conversación amistosa, o al menos profesional, escogerían la que mejor se acoplara a lo que planeaban hacer durante su intervención.

No era temprano, pero tampoco tarde, era el momento perfecto del día en el que el cerebro sabía que había sido suficiente para estudiar o trabajar, para entonces así pasar a una actividad más relajante. Claro, relajante sería la palabra si tuvieran que encontrarse con su amigo o alma gemela, pero ya que se trata del enemigo del otro, la historia cambiaba por completo. Y así es como llegamos con el ojiazul, quien se encontraba a punto de irse de una reconfortante charla de estudiantes de semestres superiores. Había sido un simple espectador, pero lo que había escuchado y presenciado le venía de maravilla para mejorar, sobre todo lo que dijeron aquellos alumnos que se especializaban en su área.

"Faltan veinte minutos para ir al auditorio... Tal vez podría pensar en cómo presentar las obras a Ikari, considero que tengo un buen repertorio en mente y podría gustarle si tiene un buen sentido de la apreciación y gusto musical" pensaba Víctor mientras caminaba hacia la salida del lugar intentando ser lo más silencioso posible para no interrumpir la atención del público.

Saliendo del lugar, empezando su lenta y tranquila caminata, de repente sintió una presencia acompañándolo a unos metros de su espalda. Había alguien siguiéndolo a sus espaldas, copiando sus movimientos. Si Víctor fuera ingenuo, pensaría en un protector, pero, acostumbrado a una realidad diferente, era más fácil considerar un posible acosador.

El pianista no iba a dar mayor importancia a la situación; ya que estando dentro de las instalaciones de la institución, le podía pasar poco o nada. Ignorar a alguien molesto podría ser algo como de todos los días; pero su mente y cuerpo entraron en un estado de alerta cuando sintió al individuo acercarse a paso acelerado, llegando a tenerlo casi pegado. Y de la nada, una mano se posó en su hombro para detenerlo.

Listo para ser la persona más cortante posible, se dio la vuelta con una expresión casi inexpresiva y habló con un tono que demostraba su desagrado.

- Disculpa - Sí, quería ser cortante, pero nunca se permitiría perder los buenos modales -, ¿necesitas...

- Víctor...

El velo de seriedad sobre aquel rostro, que siempre estaba resplandeciente y solía portar una cálida sonrisa, fue algo que quitó a Víctor las palabras de su boca. Esto iba más allá de lo que este podría esperar.

- Luka... Es decir, presidente - sus palabras salieron de forma atropellada

- Víctor, creo que es momento de conversar - el pelirrojo se abstuvo de saludar y fue directo al tema principal

- ¿Estás seguro de que quieres hablarlo? - Marriott aún tenía la espinita clavada, que te guarden secretos, es feo y desconsiderado, ¿Y ahora usaba la carta de "tenemos que hablar"? - porque recuerdo perfectamente que en su momento no me comentaste nada

- ¿Cuál es el problema realmente? - preguntó Luka, confundido al no saber qué era lo que ponía de esa manera al otro - ¿Qué hice? ó ¿Qué fue lo que no hice? Necesito un poco de contexto, ¡una explicación para la forma tan extraña que tienes de actuar!

- Un día eres Señor Marginado, y al otro eres una de las personas más importantes de la Academia - reclamó - Esperaba que al ser "amigos" me hablaras al respecto, pero guardaste para ti y el resto del mundo esa información