27 de abril
— Presidente, ¿tiene idea de por qué lo llamaron? - preguntó curioso un joven de tés blanca y cabello completamente lacio de color negro, quien vestía un atuendo semi formal de color beige
— No tengo idea Eugene - respondió el presidente - Dudo que me haya llamado por algo malo, al contrario, el correo parecía bastante alentador - dijo el joven alto mientras formaba una gran sonrisa en su rostro, intentando mostrarse lo más seguro posible
El presidente del consejo estudiantil era alguien bastante llamativo en su forma de expresarse, parecía estar lleno de energía y optimismo las veinticuatro horas del día. Por esto, no era de extrañarse que llamara la atención de las personas con las que se cruzaba mientras caminaba animadamente, además de que, no estaba de más recalcar que físicamente era atractivo en todo tipo de aspectos y tenía un notable encanto por sus características extranjeras.
En cuanto llegaron a la oficina de la dirección se detuvieron por un momento en la entrada. Eran un dúo peculiar, Eugene no era precisamente pequeño, pero estar junto al presidente lo hacía verse y sentirse como si estuviera al lado de un poste cuando conversaban.
- Estaré esperando afuera de la sala por si me necesita mi presidente - dijo Eugene, quien era el vicepresidente del Consejo Estudiantil, mano derecha y amigo más íntimo del más alto, por lo que procuraba estar a su lado cuando algo importante ocurría
- Tienes más cosas que hacer Eugene, no te sientas obligado a quedarte aquí - el presidente tomó al pelinegro de los hombros para darle ánimos y dirigirlo hacia el lado opuesto de la oficina - no te preocupes por mí, estaré perfectamente bien
- ¿Joven Steinhawer? - interrumpió una voz gruesa que se encontraba al otro lado de la entrada
La puerta se abrió repentinamente y un hombre adulto se asomó para asegurarse de que el estudiante fuera la persona que había estado esperando.
- Por favor joven, pase
El presidente se despidió de su compañero con un gesto dulce y una mirada amistosa, y siguió al hombre. Tuvieron que pasar dos puertas hasta llegar a la entrada de la oficina del Rectorado, conocida como la oficina superior de los altos mandos de la academia. El estudiante caminó lleno de confianza mientras observaba las diferentes placas enmarcadas en la pared hasta llegar a su destino; cuando le permitieron el paso, tuvo una sorpresa poco grata a la vista.
- Buenos días, señor Steinhawer. Por favor, tome asiento junto al señor Ríos - dijo el rector, quien había esperado por la llegada del joven con ansias
- Sergio... - saludó con desgano mientras se sentaba a un lado del mandatario
- Steinhawer... - respondió el español, quien no podía disimular para nada su disgusto
- Doctor Greenwood, me intriga mucho saber ¿Por qué insistió en que viniera urgentemente? - mencionó el joven con preocupación, intentando recalcar que fue idea del señor Greenwood que estuviera presente
- Joven Steinhawer, al ser usted el presidente del consejo estudiantil, sentía la confianza de encargar una tarea muy importante para usted - empezó a hablar el rector
Sergio escuchaba con atención y veía con repulsión al presidente. No podía aguantarlo, ¿cómo era posible que los citaran a ambos al mismo lugar a la vez? ¿Era una mala broma?
- Claro, coménteme. ¿Cómo podría ayudarlo? ¿Tiene que ver con mi compañero, el señor Ríos? - La seriedad en sus palabras lograría cautivar a cualquiera que lo escuchara
"Es un lamebotas presumido" pensó el mandatario.
- Como ya se ha llegado a comentar en alguna de nuestras reuniones, dentro de unos meses se realizará un concierto muy importante a nivel nacional y la organización encargada contactó a varias instituciones de renombre para seleccionar un grupo de músicos que tocarán durante las dos noches del concierto, sobre todo para seleccionar al dúo de piano y violín que tocarán en el número principal - Dijo Greenwood con bastante entusiasmo, era comprensible, ¿quién no se sentiría de esa forma teniendo una tarea tan importante en manos?
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Lost In Your Melody (HIATUS)
RomanceVarios estudiantes de una prestigiosa academia entrelazarán sus caminos por coincidencias del destino para descubrir juntos lo que la vida estudiantil les depararía al ser ya todos adultos. Específicamente, dos de ellos, Harry Ikari y Víctor Marrio...