NUESTRA PROMESA DE AMARNOS

CAPITULO 4

Catalina Ángel no podía creer que la tuviera frente a ella, pero la pregunta que más rondaba en su cabeza era ¿Qué es lo que hacía allí? ¿Sabría la verdad? De seguro así era o sino porque otro motivo estuviera en aquel lugar ¿Cómo se habría enterado? ¿Quizás Hermes le contaría la verdad? ¿O Julia?

Ella conocía a las familias que componían Ecomoda, gracias que comenzó a trabajar con ellos después de su primer divorcio, pero con el paso del tiempo había forjado una amistad con ellos, pero con la que más se relacionaba era con las mujeres ósea Margarita Sáenz de Mendoza y Julia Solano de Pinzón

Ella conocio a Camila, Armando y también a Betty a la que visitaba de vez en cuando. Ella era la única que conocía su paradero, pero nunca dijo nada porque el matrimonio Pinzón se lo había pedido así, bueno más Hermes que su esposa y ella aunque no estaba de acuerdo termino por aceptar, por mucho que no compartiera su proceder

Estaba al tanto de todo lo que había sucedido y también cuando se arregló ese malentendido, se lo comentó, pero ya no quería oír de la empresa habían dañado su "Honor y Orgullo" y aunque le decía que lo hiciera por su hija, este nada que cedió así que prefirió guardar silencio, pero al parecer el destino ya había movido sus hilos y podría las cosas en su lugar al fin

C: Pero cuanto tiempo ¿Qué ha sido de tu vida?
B: Bien, pues trabajando en Ecomoda
C: -extrañada- ¿Trabajando?
B: Así es, soy la asistente de presidencia
C: Veo ¿Y tus papás? ¿Cómo están?

Cata vio que a ella se le ensombrecía la mirada cuando hizo aquella pregunta e intuyo que algo había sucedido. Ella ha estado alejada de Bogotá recuperándose de su segundo divorcio, además que se estaba abriendo campo en el extranjero, por eso llevaba más de un año rodando por el mundo y cuando tocaba organizar una nueva colección de la empresa, se hacía cargo a través de su asistente dejándole todas las directrices

C: ¿Betty?
B: Lamentablemente ellos ya no están conmigo desde hace ocho meses
C: -abrazándola- Cuanto lo siento, se lo importantes que eran para ti
B: Si, hubo un incendio en casa de las tías y pues todos partieron juntitos
C: Perdóname por no acompañarte, pero... ay sino tengo excusa
B: Tranquila, ya estás aquí, por cierto ¿Qué haces aquí?
C: Pues vengo a hacerme cargo del lanzamiento
B: ¿De verdad? Claro que boba, vi el nombre, pero pensé que era un homónimo
C: Ya ves que no, pero tenemos mucho de qué hablar -tomándole las manos-
B: -sonriéndole- Por supuesto, pero además me viene de perlas que estes aquí
C: ¿Así?
B: Lo que pasa es que quiero cambiar mi guarda ropa, ya sabes...
C: ¿De verdad? ¿Y porque ahora?
B: Bueno lo primero a mi papá le gustaba que me vistiera así -poniendo los ojos en blanco- ya sabes cómo era y después por la falta de dinero así que ya vez
C: -feliz- Ayyy sí por fin hare lo que quiera contigo

Cata daba saltitos de felicidad, es que siempre le había dicho que esa no era la imagen para una jovencita, pero Don Hermes siempre le decía que estaba muy bien así, que era una niña de familia y mil cosas más y ella dejaba de insistir

Le daba ideas y que es lo que tendrían que hacer y así fue como las encontró Armando que no tenía idea de que ellas se conocieran por eso se extrañó por la familiaridad

A: Cata
C: -girándose- Armando, pero hombre que guapo estas
A: Gracias -besándola- claro que tú no te quedas atrás, cada día más bella
C: Bueno lo que pasa es que me di mi relax después de mi divorcio y claro he ampliado mi cartera de clientes
A: No sabes lo que me alegro por ti...el tal Julián es un pelmazo, siempre he dicho que te mereces a alguien mejor
C: ¿Cómo tú? -coqueta-
A: Jajaja puede ser, pero ya sabes mi lema ...
C: Si, si no te enamoras, solo para pasar el rato...lo sé
A: Por cierto, no sabía que conocías a mi asistente
C: ¿A Betty? -asintió- pues la conozco desde que era una jovencita
A: ¿Sí? ¿Cómo?
C: -ups casi suelta la lengua- Bueno... teníamos un conocido en común