Armando después de sacarla del local la llevo a su carro, que el valet había traído, para terminar por abrirle la puerta. Ella solo le sonrió y se terminó por montar estaba nerviosa, pero muy segura de lo que iba a hacer.
Es que ella se había dado cuenta del deseo de él, sabía que no la amaba, pero ella sí y quería vivir esa experiencia con él, no pudo evitar recordar la última vez que estuvo con un hombre, era su novio Miguel y el que jugo cruelmente con ella
Su padre siempre le decía que no le gustaba aquel vago, pero hizo oídos sordos y siguió a su lado, fue su primer amor, su primer hombre en todos los sentidos. Claro que eso no lo sabían ellos, porque fijo que la mataban o la llevaban de un brazo al altar, la única que sospechaba algo era su madre, por eso siempre la aconsejo cuidarse "No le convenia un embarazo"
Esa relación duro casi seis meses, pero al final descubrió el motivo real de su acercamiento "Una apuesta" y ella corto inmediatamente cualquier lazo que tenía con él, claro que el tipo le dijo que se había enamorado, que no lo dejara y a pesar de que sufrió lo suyo no miro atrás
Ahora se había vuelto a enamorar y a pesar de no ser correspondida, sabía que si él se acercaba en otro plano aceptaría, además para que mentirse ella lo deseaba aunque jamás se lo reconocería. Salió de sus pensamientos cuando él le pregunto si aquella era su casa, a lo que ella solo asintió
A: Bien -no quería irse- ¿Estás más tranquila?
B: ¿Tranquila? Eso jamás pasara con Marcela -poniendo los ojos en blanco-
A: ¿Por qué?
B: Ay Armando no te hagas el bobo, Marcela anda tras tus huesos y cualquier mujer que se te acerque es su enemiga
A: Pero yo no le he dado motivos... -mirada confundida-
B: Puede ser que tu no, pero esa vieja está loca
A: Ya, ya que veo que estas comenzando a molestarte, jamás pensé que fueras tan explosiva
B: Ja mira quien lo dice, aquel que si no le gusta algo se pone a gritar como un energúmeno
A: -asombrado- ¿Cómo me dijiste?
B: Energúmeno ¿Por qué? ¿Me vas a gritar? -dijo burlista-
A: Veo que quieres que te castigue -sonrisa pícara-
B: ¿Castigarme? ¿Tú? Eso lo quiero ver -siguiéndole en juego-¿Lo estaba provocando? Porque la muy bandida tenía una sonrisa coqueta y la mirada encendida y él ya no lo pensó más, se lanzó a la cacería de esa presa tan deliciosa
Betty se sorprendió en primera instancia ya que este se lanzó a ella y sin más se apoderaba de manera feroz de sus labios y ella...ella solo pudo corresponderle. Los besos ya no eran tiernos, más bien casi salvajes es como si quisiera devorarla y así estuvieron hasta que él comenzó a colar las manos entre su vestido
Ella dio un sobresalto y cuando vio que esta se acercaba cada vez más a la zona peligrosa, por eso puso la suya junto a la de él. Armando se sorprendió, llego a pensar que se había precipitado, pero cuando ella se acercó a su oído todo termino por volar de su cabeza
B: Aquí no, nos pueden ver -mordiéndole la oreja-
Armando solo fue capaz de gemir con fuerza ante tal acto y tomándola del cuello delicadamente la volvio a besar. Se bajaron del carro, pero pensó que quizás se arrepentiría, que estaban yendo demasiado rápido, pero al parecer no eran los pensamientos de ella, porque le tomo la mano y lo insto a seguirla cosa que no dudo en hacer
Estaban frente a la puerta, ella trataba de abrirla, pero Armando la abrazo desde su espalda y sin pudor alguno comenzó a jugar con sus pechos, provocándole un cosquilleo. Solo fue capaz de reírse a la vez que él ya le hacía notar su deseo, así que cuando al fin pudo abrirla dio un paso, para después ser alzada por él
Armando sentía que no podría aguantar más sin poder tomarla, era algo nuevo para él, con las otras mujeres jugaban un poco, pero el trago terminaba haciendo lo suyo, pero en esta ocasión estaba muy lucido y lo único que quería era hacerla suya
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NUESTRA PROMESA DE AMARNOS
FanfictionBueno aquí estoy de nuevo 😁, en esta historia veremos a nuestros tortolitos volverse a encontrar después de muchos años, tanto así que con el paso de los años los recuerdos se fueron desvaneciendo. Pero el destino siempre mueve sus hilos y nuestros...