CAPITULO 11

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Mario no dejaba de mirar a Armando, él había sido testigo del beso que se dio con Betty en medio de la pista y como Marcela la bofeteada, así que estaba muy seguro de que habían terminado la noche juntos y él "Necesitaba detalles"

Ellos siempre se contaban las aventuras que tenían, aunque claro en Armando eran más esporádicas en cambio él no dejaba de practicar un solo día el maravilloso arte del amor. Vio que se sentaba y que lo miraba así que se decidió a sacarle la información de una buena vez

MC: Pero cuénteme, hermano ¿Cómo le termino de ir el viernes? ¿Se fue con Betty?
A: ¿Por qué con Betty? -fingiendo-
MC: Ay Mendoza ¿Por qué será? Usted casi no quería despegarse de ella ¿O me equivoco?
A: -no quería contarle- Se equivoca, solo...solo estábamos hablando con los demás
MC: Ya, entonces me imagino que a ella le dio algo... ¿Quizás se enfermó?
A: -extrañado- ¿Algo? ¿Algo como qué?
MC: No sé, como que le haya faltado la respiración por ejemplo
A: ¿De que habla idiota? Usted siempre me enreda con sus cosas
MC: Ay Armando no me mienta que vi como los tortolitos se comían la boca. Así que cuénteme todo lo que paso entre ustedes
A: No, hay nada que contar, así que vuelva a su trabajo
MC: ¿Cómo así? Ah no hermano usted me tiene que contar si cato ese bomboncito
A: ¡QUE VAYA A TRABAJAR LE DIGO!

Mario solo le sonrió ante el grito de su amigo, se había dado cuenta de que no tenía intenciones de contarle nada y eso en cierta medida lo extraño, pero también quería decir que era algo muy importante para él y le daba su justa importancia e iba a hablar nuevamente cuando vio que ella salía de su oficina

B: Buenos días, Don Mario
MC: Buenos días, Betty, ya debe dejar de llamarme así ¿No cree?
B: Me deberá tener paciencia, es un poco difícil para mí aún
MC: Bueno, pero podríamos ir practicando
B: ¿Practicando?
MC: Ajá que le parece si esta noche salimos a cenar los dos ¿Qué me dice? -solo para molestar a su amigo-

Armando solo apretó los puños al escuchar a ese idiota invitarla a cenar, pero casi se murió cuando escucho la respuesta de ella y sobre todo como le sonreía

B: Pues creo que es una buena idea
MC: -sonriendo- ¿De verdad? Pues me parece muy bien, cuando salgamos de la oficina...
A: -apretando los dientes- Mario, necesito esos papeles
MC: -como que no entiende- ¿Qué papeles? -ignorándolo- además déjeme decirle que me sentiré muy afortunado de contar con la compañía de tan bella dama
B: Que cosas dice, les pido un permiso voy por unas copias

Mario solo la siguió con la mirada, mientras Armando se mordía los labios, de impotencia. Pero cuando la puerta se comenzó a cerrar él dirigió sus pasos a su amigo, así que cuando se giró este ya estaba frente a él

MC: Oiga me asusto ...
A: Ni se lo ocurra acercarse a ella
MC: ¿Cómo?
A: Qué no se va a acercar a ella
MC: Y eso ¿Cómo por qué?
A: ¡PORQUE YO LO DIGO CARAJO!

Armando ya estaba imaginándose que después de esa cena, se irían a un lugar más íntimo y le estaba comenzando a hervir la sangre ante ese pensamiento. En cambio, Mario tenía una sonrisa socarrona, sino quería que se acercara a ella, tendría que contarle lo que había pasado entre ellos

MC: Pues para mí eso no tiene validez, así que me voy a ir a reservar en el restaurante y...
A: Que no va a la salir con ella idiota, no lo voy a permitir
MC: Mire Armando si usted no me da una razón poderosa para no catar a ese bombón pues no lo voy a escuchar más

Mario se dio la vuelta para salir de presidencia, cuando escucho la voz de Armando completamente resignado

A: Pasamos la noche juntos y no le contare nada más
MC: Mmmm ya sabía yo que usted había catado a ese bombón, pero ¿Cómo así que no me contara? Desde cuando tiene secretos conmigo
A: No es eso, pero con ella es distinto, no la voy a exponer, no es como las mujeres a las que frecuentamos
MC: Si usted lo dice...
A: Claro que yo lo digo, así que vaya a trabajar y olvídese de salir con ella
MC: Ah eso sí que no, yo no le voy a romper el corazón solo porque a su conquista de una noche, no quiere verla con otro, nos vemos hermano

NUESTRA PROMESA DE AMARNOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora