NUESTRA PROMESA DE AMARNOS

CAPITULO 25

Betty se quedó bastante extrañada por la actitud de la mujer, pero ella en esos momentos estaba muy feliz como para prestarle demasiada atención. Así que solo se acercó a Armando y rodeándolo por el cuello se dedico a besarlo sin descanso acción que él no dudo en corresponder de inmediato

A: -entre besos- ¿Qué te dijo la doctora? Mi amor... ¿Qué fue lo que te dijo? -no dejaba de besarlo- Betty...
B: -pegada a él- Que todo esta de maravillas, que el pólipo desapareció y que puedo hacer mi vida normal
A: ¿Vida normal? ¿Cómo así? -sin entender-
B: Si mi vida, que ya podemos hacer cositas ricas -mordiéndole la oreja- No sabes cuanto te deseo
A: ¿Sí? Ya...ya...

Pero ella no lo dejo continuar porque se volvió a apoderar de sus labios de manera exigente. Sentía que la sangre le hervía, que si no la hacía el amor podría morir de necesidad. Por eso comenzó a arrastrarlo hasta el escritorio y cuando choco con el borde ella se lanzó a sus brazos de ese modo él quedo recostado mientras ella solo sabía devorar sus labios

Armando solo sabia responderle como buenamente podía, ella había tomado el control de la situación y aunque una de las tantas fantasías que tenía era hacerle el amor en la oficina, en ese momento era del todo imposible había muchas personas rondando la empresa y no deseaba que los fueran a descubrir y ser nuevamente la comidilla de los empleados

Por eso trato de levantarse, porque además uno de los pisapapeles se le estaba clavando en la espalda, pero ella no daba tregua así que solo pudo poner sus manos en su cintura y como pudo levantarla, logrando de aquel modo que ella lo mirara completamente extrañada

B: -agitada- ¿Qué...qué paso?
A: Mi amor, yo tengo la misma necesidad de tenerte en mis brazos y aunque me encantaría hacerte el amor en estas cuatro paredes, hoy no se puede -decepcionado-
B: ¿Por qué? ¿No me deseas? -acercándose a él-
A: Me preguntas ¿Sí no te deseo? No sabes hasta que punto te deseo, cuanta falta me has hecho, pero...
B: Entonces ¿Por qué no continuar? -colgándose de su cuello-
A: -suspirando- Mi vida hoy hay mucho movimiento en la empresa y no quisiera exponerte, no sabes lo que tengo que contenerme -pegándola a él para que sintiera su deseo-
B: -mordiéndole el labio inferior- Y si nos escapamos por unas horas ¿Qué me dices?
A: -jadeando- ¿Y no ibas al salón de belleza? Según escuche van...
B: Me importa un cuerno el salón de belleza, lo único que deseo es estar contigo ya vere como hago para lo demás ¿Y? ¿Nos escapamos?
A: -ya rendido- Por supuesto mi vida -besándola- de ese modo llegare más relajado al lanzamiento -tomando su maletín- Vámonos
B: -él tiraba de ella- Amor, antes debemos hacer una parada estratégica
A: Patricia si preguntan por nosotros se nos presento un asunto importante, nos vemos en el lanzamiento -a Betty- ¿Cómo así? ¿Qué parada? -frente al elevador
B: -hablándole en el oído- Tenemos que buscar con que protegernos, las píldoras no harán efecto hasta en quince días más
A: -entrando- ¿Píldoras?
B: Ajá, comenzare con las píldoras así evitaremos un embarazo
A: ¿No quieres tener un bebé? ¿Es eso?
B: -sonriéndole- Claro que sí, pero aun no es conveniente que quede en estado y antes de que digas nada, solo es para poder recuperarme del todo, nada más
A: -pensando en voz alta- Entonces cuando nos casemos podremos encargarlo, a ver en preparar la boda se van mínimo dos meses ¿Crees que sea tiempo suficiente? -mirándola-
B: -extrañada- ¿De que hablas?
A: -encogiéndose de hombros- Pues que llegará el momento en que nos casaremos, eso sí tengo que pedírtelo como dios manda y después encargamos un bebé ¿No? pero mientras eso suceda, ensayaremos mucho, así nos saldrá perfecto -abrazándola- ¿Qué pasa?
B: -negando con la cabeza- Nada, solo que cada día que pasa me enamoro de ti, no se como lo haces, pero es así
A: Mi vida, es lo mismo que me sucede a mí cada día me enamoro más y más de ti, perooo no perdamos más tiempo mira que tenemos que hacer algo muy importante