Almas Gemelas (Trilogía de Almas)

Capítulo 17

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Zona Novex – Territorio Tridax
Katherine

Derek abrió la puerta y se plantó en el umbral. Miro a Tridix que dormía a mi lado sobre la cama y luego su vista volvió nuevamente a mí. Lucia igual de serio como lo estuvo todo el día y no sabía si decir algo o esperar a que el hablara primero. Luego de repasarme varias veces decidió ser el primero en hablar.

—¿Qué haces aquí? —Debió ver mi confusión porque prosiguió—. ¿Por qué estás en esta habitación? ¿Acaso estás enojada por lo de esta tarde?

—No.

—¿Y por qué viniste a dormir aquí?

—Dijiste que podía usar este dormitorio y las cosas de...

—Sí. Pero creí estarías en la habitación.

—¿Tú habitación? —inquiero.

—Nuestra habitación.

Con nerviosismo mordí mi labio. —¿Tú no estás enojado conmigo?

—No. Y si lo estuviera no significa que no compartiré la habitación contigo. Para empezar prometí dormir junto a ti por tu miedo a incendiar todo. Y para terminar no me gusta pasar la noche alejado de ti. Y menos luego de lo de anoche.

—Entonces...

—Entonces levanta ese precioso trasero que tienes y ven a nuestra habitación.

No pude evitar sonreír. —¿Y si no quiero?

—Sabes que eres a la única persona que le tengo paciencia, pero hoy no la tendré.

—Ese no es mi problema.

—Créeme que lo será.

—No lo creo. —lo desafíe.

Su labio se curvo hacia arriba y reprimió su sonrisa. —¿Quieres jugar?

—La verdad es que no me gustan los juegos. Soy del tipo más aburrida. Ya sabes, leer o escuchar música. Quizás dibujar también.

—No te olvides de incordiar a los demás.

—Yo no hago eso.

—El animal que tienes a tu lado es un muy claro ejemplo de cuánto me incordiaste para que aceptará que lo trajeras. ¿Quieres otro ejemplo? ¿Recuerdas nuestra primera conversación en la cocina? La que no dejabas de sacar referencias de libros para referirse a tu percepción y conocimiento de los seres sobrenatural y fantasiosos. Te gustó probar mi tolerancia a esas referencias mundanas.

Me reí al recordar aquello pareciera que ocurrió hacia tiempo y solo fueron cinco meses.

—No puedo aún creer que no conozcas Terabithia, esa película era mi infancia y Josh Hutcherson es el crush de mi vida.

—No tengo idea de nada de lo que dijiste.

Sonreí más. —Veremos esa película. La tengo en CD en casa.

—Bien. Pero está es tu casa también. Que no se te olvide.

—¿Al igual que todas las tierras de esta zona?

—Todo lo mío es tuyo. Ya te lo he explicado. Y hablando sobre eso, sé que vas a estar con tus padres los próximos días. Pero en la cena de año nuevo te necesito aquí. —Apoyó su hombro en el marco y cruzo sus brazos—. Es un evento que se hace todos los años en gran salón del castillo de Argelia. Y los gobernantes de cada zona son los anfitriones y a la vez los invitados de honor. Ambos debemos asistir.