At one blow (Enjoltaire, AU)

Dos

Un chico rubio de pelo rizado se levantó y se giró, me quedé de piedra, puede ser el hombre más atractivo que haya visto en mi vida. Como si su rostro, a pesar de la seriedad que mostraba, hubiese sido esculpido por dioses. Noté que movía la boca, seguro que estoy haciendo el ridículo sin poder articular palabra.

- No, te preocupes, ya me iba. Hasta mañana profesor.

Se inclinó un poco para despedirse del profesor y estrechó su mano por encima de la mesa que los separaba. Yo seguía quiero en mi sitio. Esperaba que mi cara no mostrará la vergüenza que sentía por dentro. Él cruzó el despacho hacia la salida, pasando por mi lado. Por un segundo me pareció ver una sonrisa, pero segundos después de que abandonase la habitación con semblante serio, deseché esa idea. Tardé un par de segundos más en darme cuenta de que Lamarque me estaba diciendo algo.

- Perdón profesor, ¿ha dicho algo?

- Que tome asiento si lo desea, Señor Grantaire.

- Gracias profesor- dije mientras me sentaba

- Supongo que tendrás una ligera idea de por qué te he llamado

- Lo cierto es que no

- Bueno, sé que has tomado esta asignatura como optativa y que no te la tomas muy enserio, pero tienes una mente brillante detrás de todo ese escepticismo y aunque actúes como si todo te diese igual y los problemas de tu alrededor no te importasen, sé que lo hacen y ...

-Pero... - le interrumpí inútilmente y el siguió hablando.

- No quiero escusas, no te he llamado para decirte que el mundo es maravilloso, ni para hacerte cambiar de idea, sé qué no lo conseguiría con una charla. Hay un grupo de estudiantes que ha organizado una especie de club de debate, nada formal, a veces acudo como oyente, y creo que les vendría bien una opinión como la tuya.

- ¿Cómo la mía? Quiere que me burle de sus opiniones con sarcasmo y chistes malos

- No, quiero que aportes un nuevo punto de vista a las reuniones, sólo eso.

- Y usted me vigilará o algo ¿es para pasar la asignatura?

- No oficialmente, pero si acudes a uno o dos meetings como mínimo tal vez, mire los trabajos que entregas tarde desde u nuevo punto de vista.

- El mismo que aportaría yo a las reuniones

- Podríamos decir algo así.

-Mmmm - pensé su oferta, en el fondo no tenía más remedio y ese club tampoco podía ser tan malo -de acuerdo, iré.

- Excelente, te pondré en contacto con uno de mis alumnos, él te dará más detalles.

- ¿Algo más?

- Deja de llegar tarde a mis clases.

- Se hará lo que se pueda señor- Dije con una sonrisa en el rostro y abandoné la sala.

- ¡Qué mala suerte! ¿Entonces te vas a pasar las tardes en un club de empollones que les gusta discutir cosas?

Mi compañero de piso, Bahorel, me preguntaba mientras Eponine se reía ante la situación.

- No sé cuándo son las reuniones, tengo que esperar a que uno de los "miembros del club de debate me llame"

-Creía que no era oficial y que podía ir quien quisiese.

- ¡Calla Eponine! Voy a acabar obligándote a venir conmigo.

- No me metas es tus rollos haber elegido mejor la optativa.

- No os peléis chicos- interrumpió Bahorel- Eponine, espera a que vaya a la reunión, será más divertido meternos con el cuándo nos cuente que tal le ha ido.- Traidor

Sonó mi teléfono, número desconocido, seguro que es el del club.

>Si, dígame

>Hola, Grantaire.

> Hola soy Combeferre, el profesor Lamarque me comentó que te gustaría venir a ls reuniones.

> Si, bueno sí, supongo, claro, ¿hay- hay algún problema?

> No, no, por supuesto, estamos encantado de recibir gente, nos reunimos en el café Musain, ¿sabes dónde queda?

> Sí, claro

> Perfecto, nuestra próxima reunión será allí el jueves a las 7, ¿te veré por allí?

>Claro, allí estaré

> Perfecto, hasta el jueves

Y colgó

- Parece que Grantaire ya tiene cita con sus nuevos amigos...

- Por dios Eponine, calla de una vez, yo no le veo la gracia.