CAPITULO UNO

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“Todo comienza”

Año 1553
Turquía, Estambul

Por el fallecimiento de su padre, Selim debe de asumir el trono, su madre y hermana a su lado ademas de su consorte Hanzade.

Hanzade y el aún no tenían hijos, pues Selim estuvo muy ocupado y el poco tiempo que tenía con el, no pasaba de unos momentos de pasión.

La sultana Hürrem estaba devastada, había perdido a su gran amor Suleyman.

Por lo menos le quedan, sus hijos Mihrimah y Selim, Bayaceto fue asesinado por el sultán Suleyman antes de morir, así que solo le quedaban ellos dos.

La nueva Valide sultán se encargaba de organizar a las nuevas mujeres que habían llegado como regalo para Selim, además de desechar a las viejas.

- Cennet Kalfa, que las mujeres del harem de Suleyman sean enviadas al viejo palacio, a otras casalas y a las otras servirán como médicas, costureras o kalfas - ordena la Valide.

- Cómo ordene madre sultana, me encargaré de cumplir con sus órdenes - dice haciendo reverencia y sale.

En cuanto la Kalfa se fue la sultana Mihrimah entro a los aposcentos.

- Hija querida -

- Madre - dice para después besar la mano de su madre.

- Hija, ¿cómo estuvo tu viaje para acá? - pregunta.

- Bien madre, todo estuvo perfecto - responde Mihrimah - Acaso tú predilecta Hanzade, ya ha quedado en cinta - ríe burlona.

- Mihrimah, Hanzade aún no ha podido quedar embarazada, pero planeo que hoy vaya una de las nuevas esclavas -

- Me parece bien -

Ambas sultanas comieron en los aposcentos, mientras que un barco que navegaba por el Mediterráneo desde Venecia.

En esa embarcación venía, Cecilia, una joven noble veneciana que había sido raptada por los tártaros en una tarde desgarradora.

- Mi señora estamos en el palacio del sultán - dice la antigua criada de Cecilia que venía junto a ella.

- ¡QUE SE DERRUMBE SOBRE EL SULTAN! - grita la joven.

- ¡QUE SE DERRUMBE SOBRE EL SULTAN! - grita la joven

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- Baje la voz mi señora, la podrían escuchar -

- Vamos, vamos señoritas, el harem las espera - decía Sumbul aga.

Las mujeres del harem del nuevo sultán, llegaron a su nuevo hogar.

La Valide sultán paso junto a su hija, para ver a las nuevas mujeres.

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