CAPITULO DIECIOCHO

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"Traición en la sangré."

Año 1570
Estambul, Turquía

Dos hermanas, dos corazones que deseaban al mismo hombre, y solo una de ellas era correspondida al amor que sentía.

En cambio la otra sera despreciada por el hombre que ella desea, su corazón rechazado podrá convertirse en una tormenta que hará de todo para impedir la felicidad de su propia hermana.

Aquella de nombre Mahfiruze ya estaba planeando su próximo ataque contra Kösem.

— Sultana. - entro Efsun criada de Mahfiruze.

— Pasa Efsun.

— ¿Me mandó llamar?

— Así es, ya encontré la manera de resolver nuestro problema. - miro hacia la ventana.

— ¿Habla de la sultana Kösem?

— ¿De quién más podría hablar? - dijo irónica. — En fin, encontré la manera de acabar con esa confianza que mi padre y Ahmed le tienen a Kösem.

— ¿Cómo lo hará? - Mahfiruze se dió la vuelta viendo a Efsun.

— Golpeame. - Efsun la miro extraña. — ¿No escuchas? ¡Golpeame!

Efsun asustada le dió una bofetada a Mahfiruze.

— Otra vez.

— ¿Que?

— ¡Golpeame!

Nuevamente le dió una bofetada, Mahfiruze daño sus ropas y se rasguño ella misma, con ayuda d Efsun dejo marcas en su cuerpo que aparentaban que había sido maltratada.

Kösem y sus padres junto a Ahmed habían vuelto del palacio de Edirne, la sultana se fue a sus aposcentos a descansar hasta que el sonido de la puerta la interrumpió.

— Pase. - dijo y una criada del harem entro. — ¿Qué necesitas mujer? - pregunto a la mujer frente a ella.

— La sultana Mahfiruze, ella quiere que vaya a sus aposcentos. - dijo un tanto nerviosa.

— ¿Mahfiruze quiere verme? - pensó un momento. — Dile que voy para allá.

La mujer asintió retirándose, rápidamente corrió a los aposcentos de Mahfiruze para avisarle que su hermana venía para acá.

Narra Kösem

Me puse de pie llendo a la habitación de Mahfiruze, creí extraño el hecho de quererme ver, pero no quería problemas así que accedí.

Camine hasta la puerta donde lo agas parecían nerviosos, abrieron la puerta y no ví a Mahfiruze por ningún lado.

Entre a la habitación en dónde encontré a mi hermana en el piso con la ropa rasgada y llena de sangre en el rostro.

Me acerque para intentar levantarla cuando sentí que me tomo de los brazos acercándome a ella y sin soltarme.

— ¡Mahfiruze! ¡¿QUÉ HACES?! - no me podía zafar de su agarre.

Comenzó a gritar como loca, pedía auxilio y repetía que yo la estaba atacando.

— ¡Efsun! ¡Auxilió! - grito desesperada.

La criada entro a los aposcentos gritando al igual que Mahfiruze, avisaba a los guardias que fueran por el sultán.

Uno de ellos entro a tratar de separarnos, Mahfiruze me agarró con aún más fuerza pero está vez por debajo de las mangas de mi vestido.

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