Yoyo y el lobo sobre el caballo

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Se suponía que el día siguiente sería el mismo de siempre. Ayudaría a Stella, justo como lo había hecho ayer, dejando a las gallinas en el jardín y limpiando la casa mientras tanto. Los huevos serían recolectados y llevados a la cocina, trabajaría duro para quitar las malas hierbas y vigilaría a los insectos y a las gallinas mientras picoteaban el maíz.
    
Se sentía menos triste que ayer porque ahora tenía prisa por responder la carta de Hoseok. Le había pedido oficialmente que fijara una fecha para mudarse a su casa y también, una fecha para hacer oficial su matrimonio.

La familia Jeon tenía la regla de que Jungkook al ser su único hijo biológico Omega, debía ser enviado a una familia noble cuando creciera y cumpliera finalmente los veinte años. Sin embargo, Hoseok ya estaba preparando todo de manera anticipada.

—Está bien empezar a vivir en mi casa, no tienes que esperar hasta tu cumpleaños — le dijo y también que hablaría con su madre en persona y que, para no hacerlo sentir incómodo, se quedarían juntos en el dormitorio pero pondría una nueva cama separada con cortinas. Exclamó muy felizmente que si quería cambiar el color, él podría ocuparse días enteros en ello y arreglarla todo como el Omega quisiera. —Tenemos una habitación que puedes utilizar libremente, podemos poner una máquina de tejer, una mesa para origami y puedo darte dos estuches enteros de hilo para bordar. También hay un estante donde puedes almacenar una gran cantidad de libros y no me importa si no traes tu equipaje de inmediato, podemos ir por el después.

Pero incluso si dejaba a su familia, se sentía como que sería lo mismo que no salir de la mansión. Lamentaba inmensamente no pensar que podría ser lo suficientemente feliz incluso si vivía con el amigo de la infancia que tanto lo quería y lo había cuidado.

Hoseok amaba tanto a Jungkook, pero este no podía corresponder a sus
sentimientos. ¡Y eso que el Alfa de verdad le gustaba! Si alguien le pidiera que nombre a su persona favorita en el mundo, no dudaría en elegirlo a él y definitivamente, sería agradable estar casado con un amigo de la infancia que siempre le hacía reír.

No había mentira en ese sentimiento, así que parecía adecuado responder y decidir la fecha para casarse lo antes posible.
Ahora están en Junio, faltan menos de dos meses para su cumpleaños y no parece que sea buena idea posponerlo... Siguió cortando la hierba mientras se decía a si mismo que no puede seguir estando confuso o indeciso y después, opina que estaría bien ir con las gallinas durante una hora y luego regresar a la casa.

Sin embargo, tan pronto como abrió la reja y mucho antes de que comenzara a poner el alimento, uno de los pollos revoloteó y se salió del corral.

—¡Oh! ¡Oye!

El pollo saltó, aventó algunos trastes con las patas y salió corriendo con las alas extendidas. No puede volar, pero corre bastante rápido y aletea con todas sus fuerzas constantemente. Jungkook cerró la puerta del corral y lo persiguió, saltando al arbusto que tenía flores de Enishida.

—¡Yoyo! Yoyo, no vayas demasiado lejos.

El pollo que se escapó, era un criminal conocido en el corral por escaparse habitualmente y, por supuesto, él a menudo lo tenía que  perseguir.
Cuando comenzó a subir por las ramas, Yoyo ya estaba esperandolo y cuando el pollo se movio, clavó los ojos en Jungkook, se miraron fijamente un par de segundos y después el pollo comenzó a correr ahora en línea recta.

A Jungkook le gustaba perseguir gallinas. En realidad, parecía muy feliz mientras gritaba: —¡Espera, Yoyo! ¡No podemos jugar mucho hoy.

Después de todo, gracias a las huidas diarias de Yoyo podía correr y podía excusarse diciendo que estaba persiguiendo al pollo. No es lo que hace un Omega, por supuesto,  incluso para los Beta podría ser considerado el acto de inmadurez de un niño pequeño. Sin embargo, esta era una de las pocas cosas que disfrutaba, especialmente en un día como hoy en el que se sentía tan confundido.

En las Garras del Lobo  (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora