El destinado del alma

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Jungkook no tenía más remedio que morir.

Odiaba con todo su corazón la parte de su vida en la que solo era  llamado Omega, él era mucho más que una fábrica de hacer bebés, se sentia atrapado en una pequeña jaula mientras lo estrangulaban lentamente.

Le informó al personal de la mansión que un lobo de apellido Kim los había visitado durante la noche y evidentemente, no tuvo manera de ver de nuevo al señor Taehyung después de eso. Era claro que un Alfa de su estatus no visitaría una mansión de Omegas simplemente porque sí, en especial, los que son tan conocidos como los de la familia Kim. Debía tener un plan bastante elaborado para arriesgarse así, pero sabía que no podían contarle ni aunque lo intentara así que no hizo ninguna pregunta al respecto.  

No fue hasta aproximadamente una semana después, que se dio cuenta del propósito de la visita de Taehyung.

Un día, se le ordenó que no ayudara a los sirvientes y, justo después de que le dieran un baño cuidadoso con agua perfumada y rosas, le enviaron a la habitación Omega en el frente del ala norte. Jungkook estaba hermoso. Tenía ropa cara y joyas que se ajustaban muy bien a la forma de su cara. La criada que le vistió le había hablado con entusiasmo durante todo el proceso sobre cosas como: —Hoy estará presente esa familia importante. Los Kim. Al parecer están buscando un Omega con el que emparejar a su hijo. Y ¿Qué crees? Dijeron que organizarían una fiesta aquí porque querían ver a todos los Omegas de la familia Jeon.

Jungkook suspiro con una sonrisa amarga dirigida a la criada que estaba emocionada por la llegada de un prestigioso aristócrata como ese. Le sorprendía la idea tan inusual de hacer una fiesta en la mansión de Omegas pero, lo que realmente le maravillaba de todo eso era la respuesta de su madre. ¿Por qué se le había ocurrido hacerle participar también a él? Era mucho más convincente que le dijera que se retirara porque podría arruinarlo.

Cuando ya estubo bien vestido, con ropas finas que dejaban relucir los puntos  clave de su cuerpo, le peinaron el cabello y lo decoraron con flores frescas y coloridas a forma de diadema. Su madre, arreglada con un vestido muy simple y elegante, lo miró de arriba para abajo y nerviosamente colocó las manos en su pecho antes de hablar.

—Jungkook... Pero si estás a punto de casarte con el heredero de la familia Jung. ¿No es cierto? Casi lo olvido ¿No es un problema para ti aceptar mi oferta pese a todo esto? ¿O es tu manera de decirme que también vas a cancelar el matrimonio?

—Si no querías tener un problema en la fiesta, entonces no me hubieras arrastrado a ella en primer lugar.

—No... No me hables así. —La señora Jeon lo miró con frialdad. —Eres mi hijo por eso debes estar en la reunión. Solo tienes que lucir bien y estar en silencio. El señor Taehyung dice que quiere ver a todos los miembros de la mansión así que no se puede evitar. Si te escondo y luego descubre que estabas allí, será un problema para mi credibilidad y pensará que no lo consideramos lo suficientemente digno de nosotros. Ya sabes como son los nobles.

Seguramente Taehyung pronto se daría cuenta de que no estaba Jungkook. Después de todo, ya lo había conocido antes.

—Te lo pido, solo hazme este favor como tu madre. NO HAGAS, NI DIGAS nada que pueda arruinar esta fiesta tan importante o te prometo que mañana mismo te vas de aquí en la carreta del primer  comerciante que te quiera comprar —Jungkook no contestó, pero a ella no le importaba. Sonrió, lo miró de nuevo y levantó la mano para tocarle la mejilla. —Solo mantén las apariencias. Eres un niño hermoso, por supuesto. Y si sonríes en silencio, es posible que por casualidad...

—¿Qué?

—Quizás a Taehyung le gustes. Quiero decir, es posible para todos ser "El destinado del alma" de Taehyung.

En las Garras del Lobo  (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora