💋CAPÍTULO 14💋

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Cantaba I Can't Stop Me de Twice, mientras terminaba de colocarme el labial, para seguido evaluar mi atuendo, que consistía en una falda morada y la camiseta blanca que me obsequio el creador de SmartDragons, que en el pasado me quedó grande, pero hoy es de mi medida.

Sonreí y al verme espectacular, tan perfecta para hacer que ese nerd me suplique para ser parte de su equipo.

Tome mi bolso de oso panda y salí de mi habitación emociona, pero al llegar a la entrada Masha me esperaba recargada en mi auto. Apresure mi paso hacia ella.

—¿Qué haces aquí?, deberías estar en el trabajo. —Si la abuela la ve aquí, nos va a castigar a ambas, al creer que yo le pedí venir.

—Dije que mamá había tenido un accidente con el bótox —dijo con desinterés—, no podía perderme esto.

—¿Y te creyó?, es la tercera vez que usas la misma escusa —dije. Masha se encogió de hombros—. Sin mencionar que te asesinara por revelar que usa bótox—

—Ella en mis quince años publico un documental de mí, de como ser una dulce princesa pase a Emo. Estaremos a mano —expuso.

La relación de mi tía y Masha no es la mejor, pero sus peleas son bastante cómicas.

—Ahora vámonos, no quiero llegar tarde por primera vez en mi vida —señalo el auto.

Solté un suspiro y quite la alarma del auto, pero antes salirme, me llegó un mensaje del nerd.

—¿Qué sucede?, ¿Por qué no subes? —preguntó Masha.

—El nerd cambio su dirección, ahora será en su casa.

—¡En serio!, esto se pone mejor. En Halloween le lanzaremos huevos —dijo con entusiasmo. Demonios, jamás la había visto tan feliz por algo.

Rodee los ojos, porque Masha siempre pensaba a futuro, y le valía un grano de azúcar el presente.

Al ver que no entro al auto, se desespera y me quita las llaves, para seguido tomar el lugar del piloto, dejando reproducir I'll Be There de Jin, lo que hace qu me dedique una mirada al entrar al auto.

—No te metas con mi BTS —advertí, por lo que ella soltó un suspiro y subió el volumen como repuesta, para seguido encender el auto y dirigirnos a casa del nerd.

Durante el camino la miré con horror ante su canto tan desafinado y mala pronunciación, pero sobre todo por lo mal conductora que es, lo que hizo poner el cinturón con rapidez.

—Dios —grité, cuando se pasó un alto y casi chocamos con un auto—. Masha —la miré con enojo.

—¿Qué?, ese idiota se atravesó —expuso.

—No te hagas la tonta, si quieres que lleguemos con el nerd más vale que manejes bien —advertí con enfado.

—Bien, bien, haré lo que digas princesita —murmuró. Siempre que se fastidiaba conmigo me llamaba así.

Para Masha manejar bien era respetar los altos, pero mantener el exceso de velocidad, por lo que me tuve que sujetar con fuerza del agarre de la ventana y del asiento, que creo que perfore con mis uñas. Dios, cuando la odio, ¿Por qué deje que condujera?

Freno de golpe al llegar nuestro destino, algo que me hizo mirarla.

—Te pareces a la niña del exorcista —dijo, al tener el cabello alborotado a causa de los frenos repentinos que metía.

Acomodé mi cabello y bajé del auto, en dirección a la casa frente a mí para comprobar que fuera la correcta, y al ver que lo es, alise mi falda y camisa para seguido tocar.

Nara WeedgoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora