Capítulo 3.

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Will se despierta, se sienta en el sofá y se rasca los ojos, estaba bastante agotado. se fijó en unos lustrosos zapatos de cuero negro y alza la vista. Hannibal Lecter estaba sentado en el sillón mientras tomaba una taza de café y observaba a Will. El joven sintió vergüenza, por dormir en el sillón de una casa ajena.

>Buenos días para ti. ¿Has dormido bien?.

-Yo, lo siento. Apenas he dormido anoche y estoy agotado.

>Lo entiendo. Ahora me gustaría saber si puedo ayudarte en algo 

-¿Ayudarme en algo? No necesito ayuda.

>¿Seguro?.

Se queda un rato mirando a Will y señala la mejilla. Estaba menos roja, aún así se notaba. Will, al comprender a que se refería, aparta la mirada y se mira los pies.

-No fue nada, además, ¿en que me ayudaría?.

>Bueno, soy psiquiatra. Mi trabajo es ayudar a las personas con sus problemas. Tú hablas, yo escucho y te aconsejo. Eres el hijo de mi esposa, debo entablar relación contigo. Como padrastro, o mejor, empecemos como amigos.

-Entiendo pero, no necesito un loquero. Estoy bien, y lo de la cara, fue en el autobús, que hizo un giro muy brusco y me di con el cristal.

>Entiendo. La próxima vez usa hielo para la hinchazón.

Dijo Hannibal y se termina el café. Se pone en pie y sale del salón, mientras que Will estuvo allí reflexionando. Es el marido de su madre, y no debería ser tan grosero, y lo que dijo de amistad antes que familiaridad, puede que tenga razón.

A la hora de cenar, cenaron los tres juntos. Hannibal había cocinado una comida deliciosa que Will jamás pensó que le gustaría esa comida tan refinada.

>¿Y que estás estudiando, Will?.

-Oh, ahora hago el examen de acceso para la universidad de criminología. Me quiero especializar en estudiar las conductas de los asesinos en serie.

>Vaya, es interesante. En la universidad de Virginia, aprenderías bastante.

-Es ahí donde quiero postular. He visto y leído sobre eso y es donde mejor enseñan.

Lindsey los miraba sonriendo, pero también estaba preocupada. Hannibal la miró de reojo, y ella sigue comiendo sin decir nada, mientras que Will trocea un pedazo de carne y se lo lleva a la boca. Era deliciosa y tierna. Preguntó que carne era, y Hannibal contestó que era ternera fresca.

Cuando terminaron de comer y recoger la mesa, Hannibal salió por una urgencia, y Lindsey se toma su medicamento para la epilepsia y una pastilla para poder dormir. Le da las buenas noches a su hijo y se va a acostar. Will se quedó secando los platos y los coloca donde van guardados.

De la nada se apagan las luces de la casa. Al parecer hubo un bajón en el electricidad. Will recuerda que la caja de la luz estaba en el sótano, pero recordó lo que le dijo su madre, pero si tiene cuidado, no va a pasar nada. Bajó las escaleras usando la linterna del celular y fue a subir la palanca de la luz.

Cuando hubo luz, Will miró alrededor, lo que le dijo su madre de una montaña de papeles, solo había una simple caja, lo demás eran tarros con algo dentro. Una camilla ensangrentada estaba en medio del lugar, y trozos de carne al suelo, era reciente de alguien reciente. Al girarse para salir de allí se choca contra un Hannibal serio y un cuchillo en la mano y con la otra sostiene a Will y lo empuja contra la camilla.

>¿Tu madre no te dijo que no puedes bajar al sótano?. ¿Porqué bajaste?.

-Yo...solo quería solucionar la luz...

>Solucionar algo hoy como si no hubiese un mañana. Haber visto esto tiene...consecuencias Will Graham, así que dime, ¿qué hago contigo?.

Susurra y pasa el cuchillo por el rostro de Will, que lo miraba asustado. Sabía que pasaba algo raro con el. Y su instinto no le fallaba. Estaba con un psicópata, y lo peor de todo, un psicópata con el cual su madre se casó.

-Yo, no diré nada.

>Eso lo sé. Pero necesito una garantía de eso. Porque si hablas, puedo hacer desaparecer a tu madre.

-No metas a mi madre en nuestros asuntos. De todas formas, no matarías a quien amas.

>Will, estás equivocado. Tu madre y yo, no nos amamos, fue conveniencia mutua. Ella consigue su residencia, yo me libero de acosadores. Así que te daré a elegir. Desde que te vi sentí algo hacia ti, y quiero averiguar qué es. Así que, quiero tener una relación más...estrecha contigo.

Dijo en tono seductor mientras va bajando el cuchillo por el torso de Will, hasta llegar la entrepierna de Will.

>Ahora elige, follar conmigo o enterrar a tu madre. No necesito ahora una respuesta. Mañana por la noche, ve a mi despacho para saber tu decisión. Ahora regresa al dormitorio y reflexiona. Y una cosa más. Ahora que sabes de esto, no se te ocurra mudarte. O habrá consecuencias.

Tras terminar de decirlo, deja que Will se vaya a su habitación, en la cual se mete y se pone a dar vueltas. Eso debe ser una pesadilla. No puede ser real. No tiene escapatoria, más que nada por su madre. Pero encontraría la manera de salir de ahí. Por ahora, no le queda más remedio que seguir el juego a ese loco psicópata.

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora