Capítulo 13

532 49 5
                                    

Mathew se va a la hora del almuerzo. Will le calienta la sopa a su madre. Pone un plato de sopa en una bandeja junto a un vaso de zumo de manzana. Sube las escaleras y la ve sentada en la cama leyendo.

-Mamá. ¿Cuándo despertaste?

~Hace rato. Pero lo pasabas bien con Mathew y no quería molestar. Estoy algo mejor.

-Me da igual mamá. Debiste decirme. Ahora come algo, necesitas reponer fuerzas.

~Pero solo un poco.

Dijo Will poniendo la bandeja sobre las piernas de la madre, y se sentó al borde de la cama asegurándose que comía aunque sea la mitad del plato de sopa. Pero terminó comiendo toda la sopa. Will se lleva la bandeja para lavar los platos. Pero antes se calentó la comida que Hannibal le dejó y comió, luego lavó los platos. Le sube una jarra con agua a la madre y se lo pone en la mesita.

~Gracias cariño. Perdona la molestia, de seguro tenías planes.

-No importa mamá. Lo que tenía que hablar con Mathew ya lo hablé. Estuvo hasta hace media hora que ya se fue.

~Está bien. Ahora estoy mejor y puedes relajarte. Si necesito algo te aviso.

Will le da un beso en la frente y sale del cuarto. Su madre no quería que estuviese mucho para que no se contagie. Will se sienta a ver la serie. De vez en cuando paraba el capítulo para decirle a Mathew por mensaje lo increíble que es la serie.

Pasaron las horas. La madre de Will se fue a dar una ducha tranquilamente ya que la fiebre le bajó. Hannibal llega a la casa con semblante serio. Ve a Will dormido en el sofá y pasa la mano por su cabeza, enredando sus dedos en esos rizos suaves como la seda. Luego se va a hacer la cena. Will se despierta y va a por agua. Hannibal había terminado de empatar dos platos para la cena.

>Buenas noches. Ya estamos a punto de cenar. Tu madre ya cenó.

-Ah, vale.

>Luego hablaremos.

Will notó que estaba bastante serio, y un escalofrío le recorre la espalda. Hannibal le pone el plato en la mesa, el y su alta cocina francesa refinada.  Hannibal no dejaba de mirar a Will mientras se lleva un pedazo de carne a la boca. Will deja los cubiertos en el plato y mira a Hannibal.

-En serio. ¿Me dices que pasa?.

>Pasa algo, si. Algo que no me molesta si me hubieses avisado, Will.

-¿Cómo que algo que no te molesta si te aviso?.

>Soy una persona meticulosa, obsesiva con mis pertenencias. He tenido intentos de robo en mi casa. Y no dejo entrar a cualquiera. Y si alguien va a traer a un invitado, deben avisarme. Ya te lo dije cuando les dijeses de venir a cenar. Pueden venir a verte, la condición es siempre avisarme.

Will empezó a entender a que se refería, a la visita de Mathew. Will le daba la razón a Hannibal, ésta es su casa, y Will no puede llevar a cualquiera. Y si lo hace debe avisar a Hannibal. Pero algo que se pregunta Will. ¿Cómo lo supo Hannibal?. La idea de que tuviese cámaras se le pasó al rato de estar pensando como lo supo.

-Tiene razón señor Lecter. Yo debo...

>Tú debes aprender la lección. Te espero en ese sótano al que no debiste bajar. Tienes 10 minutos. Espero no tener que subir a buscarte, William Graham.

Dicho eso, Hannibal se pone en pie y retira su plato para ir a lavarlo. Will mira la comida, ya no tenía hambre. Por su cabeza pasaba un sin fin de pensamientos, ninguno le lleva a una escapatoria. Hannibal había bajado primero para colocar unas cosas, Will lleva el plato a la cocina, lo cubre con papel transparente y lo deja en la nevera. Luego va para el sótano y se escucha la voz de Hannibal.

>Cierra la puerta, con el pestillo, por favor Will.

Esa voz resonando en la penumbra del sótano asustaría a un león. Will obedece, sabiendo que con Hannibal no se puede discutir o razonar. Cuando baja, Hannibal le agarra fuertemente y lo sienta en una silla para mujeres cuando van al ginecólogo. Le pone amarre en las muñecas, y las piernas las pone en alto y abiertas, como para hacerle revisión, y le amarra los tobillos, Will se asuste y Hannibal le tapa la boca con la mano.

>Sssssh. No grites. Tu madre aún tiene que descansar aún. Así que no grites.

-Dr. Lecter..por favor suéltame. No volveré a traer a nadie a su casa.

>Creo que no has entendido lo que dije Will...

Le pone a Will en la boca una mordaza, saca el artefacto que usan para examinar la vagina de la mujer y le pone lubricante. Will se asusta cuando lo ve también con unas tijeras y le rompe el pantalón por la zona de su trasero. Hannibal vierte lubricante en la entrada también y luego introduce el artefacto poco a poco, llegando a lo más profundo.

-¡Mmmm!

>Soy obsesivo con lo que es mío, Will.

Susurra y acaricia su mejilla mientras abre el artefacto poco a poco. Will gemía y por sus mejillas empiezan a caer finas lágrimas. Unas lágrimas que Hannibal lame y saborea como si fuese el mejor de los vinos. Cierra el artefacto y empieza a sacar y meter, como si lo penetrase. Hace movimientos circulares hasta que roza el botoncito especial, la próstata, y Will gime, y empieza a erectarse su miembro. Hannibal sonríe y sigue rozando esa zona y a masturbar a Will.

-¡Mmmm!

>Eres tan hermoso Will. Eres una extraordinaria obra de arte, no me cansaría de contemplarte todo el día.

Saca el artefacto y el se baja el pantalón y de una estocada lo penetra, Will arquea su cuerpo soltando un gemido ahogado por la mordaza. Hannibal empieza a mover la cadera rápido, entrando en Will hasta lo más profundo, golpeando su próstata, lo que hace a Will sentirse raro y se sienta más caliente. Sus movimientos eran feroces, violentos. El sonido de los cuerpos chocando y los jadeos ahogados de Hannibal domina el sótano. Hannibal para y baja un poco la mordaza.

>Te haré una pregunta. Si la respondes bien. Seré más amable Will. Dime, ¿a quién le perteneces?.

-A...a ti.

>No he escuchado bien. ¿Puedes repetirlo?.

-Te pertenezco a ti...

>Muy bien. Me alegra que lo sepas. Ahora, te doy un voto de confianza que vayas a vivir con Mathew. Pero si me traicionas, las consecuencias serían horribles.

Dijo Hannibal y lo besa mientras vuelve a sus brutales arremetidas. Will ahí supo, que a ese hombre es mejor no enfadarlo. Hannibal, con los últimos movimientos, se corre llenando el trasero de Will de semen. Saca una especie de juguete, un tapón anal, y se lo pone a Will para que no se le salga el semen. Hannibal se mete el miembro de Will en la boca y empieza a hacerle un oral, saboreando el largo de su miembro, succionando en su punta y con la mano masajeando sus testículos. Will gime hasta terminar corriéndose en la boca de Hannibal, que saborea el semen como si fuese lo más delicioso que ha comido en su vida.  Desata a Will y lo carga en brazos hasta la habitación de Will. El joven siente su cuerpo pesado, apenas puede moverse. Hannibal le deja en la cama y besa su cabeza.

>Pero para asegurarnos, por lo menos yo, cada noche iré al apartamento. Y lo haremos hasta que tu cuerpo solo sea capaz de reaccionar a mi. ¿Entendido?. Ahora descansa. Y el tapón. No te lo quites. Ya lo hago mañana por la noche.

Dicho eso sale y deja a Will solo, echo bolita en la cama. Se siente sucio, y se odia por reaccionar a lo que Hannibal le hacía, porque el no es gay. Y Hannibal lo hace sentir como si lo fuese. O si lo es, y no lo sabía hasta ahora que Hannibal le hace esas cosas. Su mente era un laberinto de dudas y preguntas que no tiene ni obtendrá respuesta.



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora