Will se había dormido a las siete de la mañana y a las ocho Hannibal fue al dormitorio a despertarlo para desayunar, pero estaba tan profundamente dormido, o eso le hizo creer, que dejó de intentarlo. Le tapó con la manta y salió del cuarto. Will abrió los ojos y se quitó la manta de encima. estuvo atento a los sonidos, hasta que se escucha la puerta de entrada cerrarse y el carro arrancar y ponerse en marcha, ahí Will se levantó y se fue al cuarto de baño, se quita la ropa y se mete en la ducha mientras coge el cepillo de dientes y se limpia la boca, aún tenía la sensación de anoche y le provocaba arcadas.
Recordando lo que le dijo su amiga Alana, sacó la tarjeta del psiquiatra al que ella va,
y al leer la tarjeta, se queda completamente inmóvil, Hannibal Lecter y un número de contacto, es lo que pone en la tarjeta. Parece ser que Hannibal Lecter es una maldición en su vida desde que fue a vivir con su madre.~¿Will? ¿Ya despertaste?.
-Si mamá, ya salgo.
Cuando acaba de lavarse, se viste y sale. Su madre le había llevado una bandeja con el desayuno, unas tostadas francesas, que de verlas a Will se le abrió el apetito, tienen una pinta deliciosa.
~Will. Siento que te pasa algo, y me gustaría saber que es para poder ayudarte.
Will empezó a comer y no respondió de inmediato. Tal vez debería decirle a su madre lo que vió, y ella pueda hacer algo. Así que, mientras desayuna, empezó a contarle a la madre, la cual empalidece al saber que Will lo descubrió. Will se fija en la reacción de su madre, y nota que ella lo sabía.
-¿Lo sabías?. ¿Y no llamas a la policía?. ¿Te has vuelto loca?.
~Basta Will. Todo tiene una explicación, y no es como tu crees que es. ¿Crees que estaría con alguien así?. No Will. Pero conozco a Hannibal desde hace muchos años. Y no puedo contarte nada personal. Pero debes creer en mi. Will, no digas nada.
-Me estás pidiendo que no delate a un asesino, cuando sabes que mi sueño es ser policía, más bien agente del FBI en análisis de conducta. Eso echaría a perder todo, ¿tienes idea de todo lo que pierdo?.
~Lo sé. Pero si supieras todo, no juzgarías. Y si te lo digo yo, es porque lo conozco, como a todas esas personas que ha matado. Algunos de...
-Me da igual lo que hagas tú, mamá. Sabiendo cómo es el, me pides que venga a vivir contigo. No debí venir.
~No debiste bajar al sótano como te dije. Si no lo hubieras echo, no habrías sabido nada, no toda la culpa aquí es mía, y menos tener un hijo majadero que hace lo que le da la gana. Si tanto te molesta, hablaré con Hannibal para que te marches de aquí.
En ese momento su madre se enfadó, se levantó y se fue, no solo del cuarto de Will, también había salido de la casa con el carrito para llevar la compra. Will no terminó el desayuno, sintió su estómago cerrarse y su corazón contraerse, jamás su madre se había enfadado con el, no de esa manera. Quiere culpar a Hannibal, y tiene culpa, pero el lo tiene también, porque es verdad en algo que su madre dijo, no debió bajar al sótano. Pasó media hora cuando se preparó para salir con Alana, y recibe una llamada de Hannibal, no quiso responder, pero lo tuvo que hacer.
-Diga.
>Que seriedad, supongo que estar enojado con tu madre ahora lo estás con el resto del mundo. Tu madre me dijo de que quieres irte a vivir por tu cuanta. Echo, hay un edificio cerca de la universidad a la que quieres ir a estudiar. ¿Te interesa?.
Will dudó de eso, que de repente lo dejara irse le pareció extraño, pero luego pensó en las palabras de su madre, Hannibal puede parecer lo que no es, pero lo de anoche, no quería que se repitiese.
-Si, me interesa, pero...¿A qué viene ese cambio, señor Lecter?.
~Por varias razones, uno, de mi casa a la universidad sería hora y media en carro, carro que no tienes y no puedo llevarte y perder hora y media de trabajo. Dos, los transportes públicos sería caro pagar todos los días y lentos, entre paradas y paradas. Por eso te digo del piso. Es mío, lo compré para mis pasatiempos o si necesito estar a solas y tener más, intimidad.
Esa última palabra la dijo con un tono que Will entendió a la perfección. No iba a librarse de esa desgracia, no puede huir de eso, y no hay nada que escape de las manos de Hannibal Lecter.
~No soy tan despiadado. Solo iré los fines de semana. Estudiar es importante y no voy a interrumpirte. Pero no puedes montar fiestas ni llevar a gente a mi casa. ¿Entendido?. Luego nos vemos y te enseño fotos, aún faltan dos meses para empezar las clases. Hasta luego, Will.
No le quedaba más remedio que aceptarlo, con tal de no verle la cara todos los días. Salió y llegó al centro comercial donde había quedado con Alana, la cual hablaba animadamente con Hannibal, si, ese Hannibal que Will no quería ver ni en pintura.
•Ahí está. Will, ven, doctor Lecter, éste es Will, mi nuevo amigo.
Dijo Alana agarrando a Will del brazo como si fuesen a casarse, Hannibal lo nota y aprieta la mandíbula, pero sonríe educadamente.
>Que casualidad. Will es el hijo de mi esposa. Acaba de venir a vivir aquí.
•Vaya, y resulta que te recomendé con Will. Le di una tarjeta. Bueno doctor Lecter, nos vemos mañana.
>Claro, que pasen un buen día. Y Will, ésta noche barbacoa a mi casa. Alana, puedes venir.
•No puedo, mis padres organizan una por la llegada de un viejo amigo de él. Bueno Will, vamos a comprar.
Alana vuelve a tomarle del brazo y empiezan a ir de tienda en tienda con Will. Sin percatarse ninguno de los dos que Hannibal Lecter empezó a seguirlos para ver si era cierto de que solo eran amigos.
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Dulce Pecado
FanfictionWill Graham, odiado por su "padre", se va de la casa de Williston y se muda con su madre a Tallahassee, donde vive con su nuevo esposo. Aunque no todo es como parece. Hannibal Lecter, reconocido psiquiatra, envidia de muchos y deseos de otros, que p...