Capítulo 9.

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Will se odiaba a si mismo, reaccionar a ese tacto sin saber porque, porque el ya tiene alguien que le gusta,  no saber porque reacciona a esas manos que para ser de un hombre maduro eran suaves como la seda, que cada zona que tocaba, esta ardía como si le echasen encima aceite hirviendo que abrasa su piel, y le frustra no saber porque reaccionaba así con alguien que no le gusta.

Hannibal metió su mano bajo el pantalón de Will y empezó a acariciar su miembro suavemente, provocando que el menor libere un suave jadeo. Trató de moverse, pero Hannibal era más alto y más fuerte que lo arrinconó más contra el cristal, su mano quedó atrapada entre el cristal y el miembro de Will, y no le importó.

>Relájate Will. Y puede que tu boca diga no, pero esto...

Apretó su ya endurecido miembro algo más fuerte, Hannibal disfrutó del grosor de ese miembro, el cual lo imaginó en su boca, saboreándolo y devorándolo al completo, como anoche. Se apartó un poco para darle a Will la vuelta y quedar ambos frente a frente, Hannibal sujetando los brazos de Will sobre su cabeza y entre las piernas de Will mete una de las suyas, rozando su endurecido miembro con la rodilla.

-N..no quiero. No quiero estar contigo, a pesar de aceptar el trato. Creí que eras una buena persona, mi madre me dijo que debía entenderte, pero no. No puedo, eres odioso Hannibal Lecter, te detesto.

Controlaba las ganas de llorar mientras Hannibal lo miraba fijamente mientras con la mano libre bajó el pantalón de Will.

>Entonces, haré que me odies más. ¿Y sabes algo?. No me importa, mientras cada uno de tus sentimientos hacia mi, solo sean míos. Ya sea amor, odio, decepción, aberración, adoración, admiración, incluso asco. Mientras solo me mires a mi y a nadie más, Will, estoy dispuesto a hacer algunos sacrificios.

Dijo empezando a masturbar a Will, el cual empezó a gemir y desvía la mirada a otro lado mientras que Hannibal se acerca a su cuello y empieza a lamerlo y morderlo y hasta succionarlo dejando un chupetón. Soltó las manos de Will y deja de masturbarlo para arrodillarse ante Will, y meterse su miembro en la boca, cuando llega hacia el final, saca la lengua y lame sus testículos, provocando a Will sonoramente y Will con las manos le jala el pelo para apartarlo, pero era inútil. Hannibal empezó a embestirse la boca con el miembro de Will y con las manos masajea sus nalgas, amasándolas como una masa, tan redondas, pomposas y suaves.

-Aah..ah..estás demente..

>Mmmm...

Fue lo único que recibió, cuando se tensa al sentir un dedo de Hannibal en su ano, Will le aparta la mano, Hannibal lo ve y se quita el cinturón del pantalón, y ata las muñecas de Will a su espalda, poniendo a Will de nuevo cara contra el cristal.

>No voy a detenerme. He aguantado estos deseos desde que te conocí Will. Ni una noche más, voy a pensar en ti mientras con uno de tus calzoncillos frotando mi pene me masturbo hasta correrme pensando que te lleno aquí...

Susurra antes de lamerse el dedo corazón, acercarlo a su ano e introducirlo en su interior, Will gimió y se estrechó, provocando que Hannibal apenas pueda moverlo, pero Hannibal sabía dónde tocar, y al presionar en la próstata Will gimió, esa zona era sensible, y Hannibal aprovechó que Will se había relajado que metió otro dedo más, y empezó a abrirlos a forma de tijeras.

-Aah..aah..basta..

>No contradigas a tu cuerpo Will. Cuando necesita placer, solo déjate llevar. Estás jodidamente caliente, Will. Y yo sé como apagarte.

Metió un tercer dedo, y Will gemía mientras empeñaba el cristal con su aliento y Hannibal disfrutaba del rostro sonrojado de Will en el reflejo del cristal, era una obra de arte, una obra que no dejaría en manos de cualquiera que no supiese valorar semejante belleza en una persona, no, un ángel, eso es lo que es Will para Hannibal, un ángel que llegó a iluminar su oscuro abismo.

Al notarlo dilatado, Hannibal se baja el pantalón y la ropa interior, acerca la punta de su miembro a su ano y empieza a meterla poco a poco.

-No...no entrará..Hannibal, por favor...

>Ssssh, solo debes relajarte. Siéntela, ya va por la mitad.

Le susurra mientras lo masturba y mordisquea su cuello, la zona de su nuca más concretamente. Al meterla entera se estuvo quieto para que Will se acostumbrase a su miembro y con ambas manos masajea la cadera de Will.

>Eres una obra de arte Will, nadie te apreciará como lo hago yo. Nadie te cuidará como lo haré yo. Y nadie te hará sentir como te haré sentir solamente yo.

Susurra mientras agarra más firmemente las caderas de Will y empieza a moverse lentamente en su interior. Will tenía la frente pegada al cristal, porque sus manos estaban atadas, quiso agarrarse pero no pudo, Hannibal, sin salir de su interior, le desata las manos y le alza una pierna a un lado, manteniéndola en alto para más acceso, empieza a moverse más rápido, a lo que Will empieza a gemir más fuerte, al igual que Hannibal hadeaba en el cuello de Will, quien sintió el ardiente aliento de Hannibal.

-Aah aah...

Hannibal empezó con embestidas mas fuertes, tanto que la sala se inundó de los gemidos y el choque de los cuerpos de ambos. Hannibal empezó a hincharse, y con una última embestida de esa ronda, se corrió dentro de Will, quien jadeaba tras correrse manchando el cristal.

Lo que no esperó es que Hannibal, a pesar de correrse, seguía duro. Y así fue la noche, primero de pie en la ventana, luego sofá, cocina, en las escaleras que los llevaban al segundo piso del ático, en el dormitorio y por último, el baño. Sin fijarse que ya estaba empezando a amanecer, se lavaron y Hannibal dejó a Will en la cama acostado, que se durmió de inmediato después de todo lo que aguantó en una sola noche.

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora