Capítulo 10.

478 44 1
                                    

Will se despertó a las dos de la tarde, sintiendo un dolor punzante en la cadera y el trasero, apenas pudo moverse.

*Ese hombre es una bestia insaciable*.

Pensó Will y se pone en pie, pero agarrándose del borde de la cama. Estaba completamente desnudo, al ponerse de pie, nota como algo pegajoso y espeso resbalan por sus muslos, se pasa una mano por la viscosidad y lo mira, era el semen de ese hombre, sintió repulsión de solo verlo.

Cogió una toalla y se mete en el cuarto de baño, al ver que había una bañera la empieza a llenar de agua caliente. Fue por el jabón y ve una bomba de sales para el agua con olor a cerezos, y lo cogió para ponerlo en el agua. Antes de meterse en la bañera, Will se sentó en el retrete y llevo dos dedos a su ano, primero metió uno y luego otro, que entró fácil, y los abrió para dejar salir el resto del semen. Una vez sacado se metió en la bañera y se sumergió en el agua, y ahí quedó largo rato, con sus pensamientos en lo que había ocurrido en la noche. Empezó a frotarse el cuerpo con una esponja, se frotaba tan fuerte que llegó a hacerse daño, pero quería eliminar la sensación del tacto de ese hombre.

Al terminar de bañarse, sale del baño y ve un mensaje de Alana, decía de quedar con Mathew para ir a tomar un helado o un café.
Will quiso poner que si, pero al verse en el espejo todas las marcas de chupetones que Hannibal le dejó, dijo que no podía, que tenía cosas que hacer, que mejor el próximo fin de semana. Es lo mejor, si lo ven de esa manera, lo criticarían, y les ha caído bien como para que piensen lo peor de él.

Will se vistió y se quedó un rato sentado pensando en que le diría a su madre por su ausencia y las marcas en su cuerpo, y ve que le llama su madre.

~Will, Hannibal me dijo que te quedaste en la casa anoche para familiarizarte. Eso es bueno. Te iré a visitar los fines de semana.

-Está bien. Me ha gustado la casa y tiene vistas increíbles. Sería estupendo que vengas todos los fines de semana.

~Está bien entonces, iré todos los fines de semana. Ahora voy con una amiga. Nos vemos en la noche, ven a cenar.

-Vale mamá, nos vemos a la noche.

Después de colgar miró al armario y vió que tenía una blusa fina de cuello alto, se la puso y le quedaba muy bien, además que cubre los chupetones del cuello. Le envía un mensaje a Alana diciendo que si podía quedar, que comía primero y luego iba a la heladería, pero Alana le dijo que ellos también iban a comer en una pizzería, y quedaron en una de las mejores de la ciudad.

•La pizza aquí te va a encantar.

+Eso es verdad. Aquí hacen las mejores.

-Entonces recomiendenme alguna que no sea jamón y queso.

Estaba harto de esa pizza, y Alana y Mathew se rieron pero le recomendarían la mejor. Llegó su turno y se sentaron a la mesa, por suerte fue en la terraza, porque dentro hacía mucho calor. Alana pidió una pizza carbonara, Mathew de barbacoa y para Will le pidieron una de peperoni. Will estaba algo molesto sentado y Mathew lo notó.

>Buenas tardes Alana. Iba a mensaje arte para adelantar la cita de tu terapia. Pero veo que estás reunida.

•No se preocupe. De que termine de comer podemos ir con la sesión. Ellos pueden esperarme una hora. Así van conociéndose.

Hannibal miró a ambos chicos, Will no lo miraba porque comía un trozo de pizza, a parte que no tiene el valor de verlo a la cara después de lo que pasó anoche. Mathew miró entusiasmado a Will por la idea de pasar un rato a solas con él. Hannibal quiso enrollar la pizza y metérsela entera por la boca y dejarla atorada en la garganta hasta matarlo asfixiado, pero tuvo que contenerse.

>Está bien. Esperaré que terminen, Will, ¿tu madre ya dijo que haremos cena familiar esta noche?. A las siete en punto, no tardes.

Dijo mirando a Will, que se atragantó con un trozo de pizza que tenía en la boca, Mathew fue a socorrerlo pero Hannibal actuó más rápido, le inclinó hacia abajo y le dió unos golpes en la espalda, haciendo que el trozo cayese al suelo.

>¿Estás bien Will?.

No solo lo preguntó Hannibal, Mathew y Alana también. Will dijo que estaba bien, cruzando sus miradas unos segundos, y Will pensó que debió haberse vuelto loco, porque por un momento vió en Hannibal miedo en sus ojos, miedo y preocupación. O solo lo imaginó, duda de que alguien como Hannibal, por lo poco que ha visto de él, pueda sentir empatía hacia alguien.

-Estoy bien, gracias. Y si, ya me lo dijo antes.

>Puedes invitar a tus amigos a casa. No tengo problemas en que los traigas de vez en cuando. Pero si me avisas con antelación. Alana, dejemos la sesión para la cena. Así pasas el día libre con ellos. Bueno, hasta luego.

A Alana le pareció bien hacerlo así, y Mathew estaba perdido en lo que pasó, así que Alana y Will le explicaron la situación y luego lo entendió. Pero Mathew intuía que entre Hannibal y Will hay mucho más que eso, y queria saber el qué.

La sensación de Hannibal hacia Mathew, es abrumadora. No le gusta, no le gusta su cercanía con Will, oculta algo. Lo notó cuando Mathew no le dirigió una mirada, ni de reojo siquiera, y eso es malo. Por eso lo invitó a cenar, necesita saber que oculta, y saber sobre sus verdaderas intenciones.

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora