"Amigos"

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Jack se encontraba sentado sobre su lado de la cama, con su vista concentrada en el oscuro Polo tras la ventana, no me había mirado desde su inesperada pregunta y su silencio me consumía.

— Entonces — dijo por fin — ¿Qué harías?

Me subí a la cama y traté de abrazarlo por detrás, pero me rechazó, levantándose de golpe. Jack jamás me había tratado así, nunca hubo un roce, algún indicio de molestia. Sólo un dulce Jack que ahora no veía por ningún lado.

— Te diría que no estás pensando con claridad.

Mi voz temblaba en señal de que el llanto venía de camino, pero aclaré mi garganta, no era el momento.

— Creo que es la primera vez que pienso con claridad, T/n — fruncí el ceño al no comprender a qué se refería — cuando llegué a este lugar, cuando te vi — las lágrimas inundaron sus ojos — sentí que era un sueño hecho realidad, yo era un niño, sin nada excepto...

Su rostro me hacía pensar que no estaba seguro de seguir hablando.

— ¿Excepto...?

Pregunté para que continuara.

— Soy igual que Haddock, — bajó la mirada, lucía apenado — yo también fui secuaz de Pitch durante un tiempo.

Sentí como mi estómago se revolvía ante aquello, ¿Jack, cómplice de Pitch? ¿cómo podía ser una persona tan dulce un aliado del rey de las sombras?

No estaba segura de lo que sucedía, pero tenía dos opciones, podía molestarme y alejarlo de mí por haberme ocultado esa información, o callar y estar para él hasta que estuviera seguro de hablar al respecto. Y Jack y yo nunca permitíamos que nada superara nuestra relación.

— Mi amor — me acerqué con delicadeza hacia él y tomé sus manos con las mías para depositar besos tiernos sobre ellas — tu pasado no define quién eres ahora.

— No lo entiendes — trató de alejarse pero sostuve mi agarre para impedirlo, no iba a permitir que se fuera sin antes saber lo que sucedía — las pesadillas fueron terribles yo... — sus sollozos hacían que se me rompiera el alma, fue imposible no llorar con él al sentir sus manos temblando ante la angustia — en mi mente sólo te hacía daño y no puedo soportar tener esa idea en mi cabeza, no quiero.

Se arrodilló frente a mí y ocultó su rostro sobre mi regazo mientras su llanto se volvía cada vez más incontrolable.

— Por eso no puedo culpar a Norte por odiarme — y entonces entendí las razones de mi padre para estar en contra de nuestra relación durante tanto tiempo — pero la manera en la que recibió a Hipo como si su pasado no importara me hizo darme cuenta de que yo jamás podría llegar a ser suficiente, para ti, es decir, no es como que fuera tu alma gemela o al menos no al inicio — bajé la mirada al recordar la mentira de haber visto colores en nuestra boda, sintiéndome culpable por haberle ocultado la verdad — ¿Y si me equivoqué y no soy el indicado para ti?

Yo tenía miedo y estaba insegura de muchas cosas, pero si de algo podía estar más que decidida, era que Jack había llegado a mi vida para ser el hombre que yo siempre necesité, era perfecto ante mis ojos y me dolía que no pudiera verlo, incluso después de casarnos.

Sin embargo, aún tenía una conversación pendiente con papá, no podía creer que ambos me hubieran ocultado algo tan importante cómo aquello y que encima mi padre hubiera hecho que Jack se sintiera rechazado, destruyendo una buena parte de su seguridad. Y una parte de mí se odiaba por no haberlo notado con tanta claridad antes.

— Shht — decía mientras acariciaba su cabello, lo único que podía hacer era tratar de demostrarle que estaba con él, fuese lo que fuese — eres suficiente, cariño — dije con voz suave — el Jack que conozco nunca me lastimaría — besé su cabeza al ver que su llanto comenzaba a cesar — lo único de lo que eres culpable es de hacerme feliz, cada maldito día — sonreí cuando levantó su rostro, lleno de lágrimas — tu sonrisa es todo lo que necesito cada día, Jack, así que no te daré el divorcio, ni en un millón de años.

Dulce Tormento (Hipo, Jack y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora