¿Celos?

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Narra Hipo:

Conocer a T/n fue, igual que una bocanada de aire fresco para alguien que sirve a la oscuridad.

Fue luz en medio de un mundo de sombras y en cierto modo su rechazo dolía, pero aún había esperanza de recuperarla, después de todo, ella regresó conmigo cuando casi muero tratando de detener a Pitch, fue la primera en confiar en mí en su grupo y luego estábamos ahí, visitando mi hogar y mostrándole sus secretos.

Era hermosa sin lugar a dudas, adoraba ver su cabello blanco caer sobre sus hombros, su sonrisa cuando hablaba con la gente que amaba, su aroma a lavanda que me embriagaba, sus gestos eran dulces y delicados, para nada parecidos a los de un tosco vikingo como yo y su sonrisa, hubiera dado muchas cosas por ser dueño de ese dulce tono que tanto la caracterizaba, además se ruborizaba con facilidad y bueno, también era algo explosiva cuando se enojaba, pero yo tampoco fui un santo tratando de atraerla hacia mí, aunque debo admitir que sacarla de sus casillas me divertía.

Cuando finalmente aceptó subirse conmigo a Chimuelo  juro que sentí que realmente estábamos destinados, que aún no era tarde, ya había logrado ponerla nerviosa en un par de ocasiones, lo que me enorgullecía, hasta que, finalmente, la vi desbordarse y entonces entendí que si para mí aquello era una lluvia de emociones, para ella que ya estaba comprometida era como un huracán azotando su isla llena de calma.

Por eso debía saberlo, debía saber si ella pensaba lo mismo, lo único que necesitaba era un "" y haría todo para estar juntos para siempre, me enfrentaría a Pitch, lucharía una guerra que no es mía de ser necesario, por ella.

— ...Si te hubiera encontrado unas horas antes de tu boda... — tenía que preguntarle, aún sabiendo que la respuesta  podría destruirme o quizá, a ella — ¿Me habrías elegido?

Y sus labios pronunciaron la palabra a la que tanto temía, provocando que toda la esperanza que había acumulado desde que la conocí, se desbordara.

No importaba, o quizá, me importaba más de lo que había creído. Sin embargo, su aparente rechazo hacia nuestro vínculo me facilitaba las cosas, ahora podía cumplir con los planes malévolos de Pitch y al menos mi familia, mi pueblo, estarían a salvo, aunque eso significara sacrificar a los guardianes, la gente a la que T/n amaba.

Después del "acuerdo" con T/n, me encontraba dando vueltas por mi habitación, hecho un manojo de nervios. "si le cuentas a alguien nuestros pequeños secretos, me enteraré", era la frase de Pitch que se repetía en mi cabeza una y otra vez, al igual que su irritante y ensordecedora risa que me provocaba escalofríos tan solo recordarla.

— Hey niño bonito — la voz de la pelirroja del grupo recargada sobre el marco de la puerta me salvó de un posible ataque de nervios — me dijeron que ya eres parte del grupo, Rapunzel creyó que esto podría gustarte.

Me lanzó una especie de uniforme color bermellón parecido al que T/n compartía con Jack el día anterior, con dos letras "H" doradas entrelazadas y bordadas, eran mis iniciales. Reprimí una mueca de disgusto, aunque el traje no era la maravilla en cuánto a moda, sabía que había sido hecho pensando en mí y estaba agradecido por ello, hacía tiempo desde que alguien que no fuera Chimuelo había sido amable conmigo.

— Así que soy bonito — sonreí de lado, lo que a ella parecía ponerla nerviosa, pues bajó la mirada y pude notar un ligero rastro de rubor en sus mejillas, hacerla sonreír se me daba natural, nada que ver con su hermana — gracias.

Comencé a desvestirme y me sorprendió que ella no se inmutara al verme, T/n seguro estaría furiosa, por lo que me di la vuelta con una cara que pedía un momento a solas.

Dulce Tormento (Hipo, Jack y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora