Ese primer momento

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—Adelante— gritó Saladino dentro de la oficina que compartía con Flora, el conserje no tardó en entrar simplemente a dejar una carta sobre el escritorio para salir corriendo de ahí.

Los sentidos de Saladino se activaron como si estuviera hecho para saber todos y cada uno de los chismes de la institución, se paseo un par de veces frente al escritorio observando la carta, no fue hasta que vio un sello especial que fue como si el mejor día de su vida de pusiera frente a sus ojos, así que la abrió y con cada letra que leyó sintió que Dios lo había iluminado.

En cambio en la puerta, Sky acababa de entrar sin saber muy bien que era lo que iba a esperar de este nuevo día, como cada día paso a la caseta del policía de la escuela, dejando un poco de avellanas sobre su escritorio antes de mirarlo fijamente.

—¿Hay algo que debería saber?— preguntó el rubio ajustándose su corbata, despreocupado.

Y al ver la expresión del policía, supo inmediatamente que esté no iba a ser un buen día.

—¡Musa!— le gritó uno de los nerds de la escuela, sus "amigas" lo miraron con hostilidad, musa hubiera hecho lo mismo pero sinceramente sentía curiosidad.

—¿Qué diablos quieres?— preguntó antes de que pudiera llegar completamente frente a ella.

Y al igual que con Sky, Musa no necesito de mucho para saber que su día tampoco sería bueno.

La manera en la que uno de los nerds se acercó a Riven la verdad es que no había sido la mejor, pero está noticia requería urgencia, estaba orinando tranquilamente cuando uno de los nerds le dio la noticia, incluso de la impresión Riven olvidó que estaba orinando girandose hacia él para confirmarlo, pero al ver la mirada del chico supo que no había ni siquiera acabado de orinar.

Encontrar a Brandon si fue más difícil, nadie sabia donde se escondía en los recreos, probablemente en el techo fumando, o en algún baño hundiéndose en alcohol, pero no, los recreos Brandon los pasaba en uno de los salones abandonados del tercer piso leyendo el libro de la película que Stella había intentado contarle un día antes y que él había "ignorado", la verdad era que siempre la escuchaba, simplemente fingía que no, algunas veces incluso quedaba sumamente intrigado por la historia pero Stella dejaba de hablar cuando notaba que él la estaba ignorando y siendo sinceros, Brandon no iba a corregirla de su error, así que cuando un nerd comenzó a gritarle desde el patio, supo que tenía que cambiar de escondite después de saber qué diablos querían.

Tal fue su sorpresa al encontrarse con los otros tres desdichados y odiados por Saladino.

—¡No puede ser! ¡Mierda!— gruñía musa.

—¿Qué sucede?— preguntó el castaño observando a Sky por respuestas.

—Van a reubicar a la profesora Flora— habla Sky mirándolo —Nuestra salvación se va en dos meses, van a expulsarnos cuando se vaya.

Parecía que una cubierta de desesperanza los había cubierto, ninguno sabía que hacer y todos sabían que tan pronto como Flora pusiera un pie afuera, ellos se irían a la calle.

Mientras tanto en la oficina de los subdirectores, Saladino tenía el mejor día de su vida, Flora entro para abrir su carta, se le hizo un poco extraño que no estuviera bien sellada pero aún así la abrió sonriente y su sonrisa se ensanchó al ver qué era una buena noticia.

Se pego la carta al pecho mirando a Saladino con felicidad —No sabe cuánto he esperado este cambio.

—La felicito, profesora. Le deseo una gran carrera— pero lo cierto es que lo único que deseaba Saladino es que se largará de una vez, así esos cuatro mocosos se estarían retorciendo en la calle.

Amor 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora