Se acabó

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Sky recogía la basura mientras los otros tres seguían pensado en un plan, Musa y Stella seguían sentadas mientras Riven y Sky las observaban de pie.

—Creo que debemos hacer que vayan al cine— anunció la rubia —Es oscuro y las emociones de la película... ¿Suena bien no?

Brandon los ve a lo lejos y camina hacia ellos sintiendo la rabia vibrar en cada paso que da.

—¿Qué intentas hacer?— reclama Brandon empujando un poco a Sky para pararse delante de la rubia completamente molesto.

—¿Y yo que hice?— pregunta confundida por su actitud.

—¿Qué ocurre?— se mete Musa observando a Stella muy confundida y a Brandon muy molesto.

—Que la señorita está loca— le dice mirando a Musa —Me dio su examen y entrego mi examen en blanco como si fuera suyo— su mirada molesta vuelve a Stella, sentia tanta rabia que le picaba la garganta —Porque es una salvadora— se burla sin dejar de mirarla —No le basta ayudarnos a qué no nos expulsen, hará que nos graduemos con honores— continúa tan molesto que no sabe que más decir para lastimarla —¡No necesito que me salves!

—¿Hermano de que hablas?— se interpone Sky señalando a Stella —Ella te hizo un favor.

Brandon lo empuja hacia atrás —¡Por favor, Sky! ¿Qué caso tiene? ¿Nos quiere salvar?

—¡Cuida tu tono idiota!— le reclama Musa al ver qué Stella realmente se sentía herida con lo que salía de la boca de Brandon.

—¿O qué?— le grita por fin a Musa —¡Es una ridiculez! ¿Por qué la gente hace favores? ¡Por qué quieren sentirse bien consigo mismos!— le grita antes de girarse de nuevo hacia Stella —¡Pues vete a ayudar a los niños de África! ¡Deja de usarme para sentirte bien!— Stella se mantiene en silencio —¿Ven muchas películas o qué?— les reclama a los demás —¡No viven en la realidad!

—¡Mejor pudrete Brandon!— le grita de vuelta Musa —¡Ella hizo algo lindo por ti! ¿Qué tiene de malo?

—¡No quiero su puta lástima!— grita —¡No quiero que me haga ningún favor!— su enojo vuelve a canalizarse al pensar en eso —¿Me oyes? ¡Ningún favor! ¡Ninguno!— es la primera vez que alguien le grita a Stella y sinceramente jamás se espero que en lugar de enfadarse se sintiera sumamente triste —¡No me des tu examen! ¡No me des nada!— le arroja una basura que no habían terminado de recoger —¡No quiero nada de ti!

Cuando la hoja golpea la barbilla de Stella, Riven empuja a Brandon hacia atrás —¡Métete el exámen por el culo!

—¡Vete al diablo!— le grita Brandon de vuelta devolviendole el empujón.

Sky y Musa se interponen entre ambos para que eviten golpearse.

—¡Te voy a matar, Brandon!

—¡Ya basta!— grita Sky empujando a Riven para que no lo golpeé.

—¡Calmense!

—¿Por qué me voy a calmar? ¿Por qué?— le grita Riven a Musa —¡Estoy harto de él y de la situación! No hay forma de saber que quieren.

—¡Entonces pudranse todos! ¡Váyanse a la mierda! ¡Ni siquiera nos agradamos! ¡Esto no funciona entre Flora y Helia! ¿Qué intentábamos hacer? ¿Eh? ¿Qué queríamos lograr?— Musa parece solo pelear con Riven.

—Pues yo también pienso que no tiene caso, si no funciona, no funciona— réplica soltandose de Sky.

—¿Eso crees? ¡Pues entonces se acabo!— Musa luce tremendamente molesta —¡La operación acabo! ¡Termino! ¡Si quieren expulsarnos que lo hagan y ya!— al oír las últimas palabras de musa, Stella se siente demasiado culpable, siente las lágrimas picarle los ojos.

—¡No me importa!— grita Riven —Me importa un carajo si terminamos o no— camina entre ellos golpeando a Brandon en el hombro tan fuerte como puede para pasar —Quitate.

—¡Pudrete!— le responde Brandon al sentir el golpe.

Y cuando Riven se va, la culpabilidad de la rubia estalla, las lágrimas corren de su rostro cuando corre detrás de Riven para seguirlo, los demás ven a la rubia llorar y Musa tiene demasiadas ganas de golpear a Brandon.

—Te puedes morir ¿Escuchas?— le dice una vez que su shock por ver llorar a la rubia pasa —¡Ve a matarte si es lo que quieres!

Sky también está molesto, Brandon aún tiene los ojos llenos de lágrimas de Stella en su cabeza, se había pasado, lo sabía, lo sabía que si.

—¡Bien hecho, Brandon!— le felicita con sarcasmo —Dijiste una y otra vez que esto estaba destinado al fracaso y no descansaste hasta lograrlo— Brandon no dice nada —Ahora estamos jodidos, justo como tú dijiste.

Sky se aleja caminando molesto, pensando donde podría encontrar a la rubia.

En realidad, le daba miedo sentirse amado, tenía miedo de sentirse amado y corresponder, conectar con alguien más, le aterraba. El favor que le hice, lo asustó.

Pero nadie planeaba que lo tomarán de la manera en la que lo hicieron, Musa corrió a su casa y ahogo sus penas en escribir, escribió y escribió, mientras la música de su estéreo reventaba sus tímpanos y las lágrimas le impedían ver.

Riven se sentía desesperado, atrapado, quería dejar de sentirse así, quería dejar de sentirse tan impotente que golpeó a unos chicos que molestaban a otro, no se detuvo, golpe tras golpe mientras los sollozos de Stella retumbaban en su mente, se detuvo hasta que sintió sus propios sollozos en sus oídos y sus manos con sangre temblaban.

Sky ignoro el hecho, se sentia deprimido, tanto como podía estarlo, pero ni siquiera había sido su culpa, ni siquiera podían decir que él había tenido algo que ver, todos eran demasiado explosivos, tal vez, lo mejor para Stella había sido que se alejaran o por lo menos eso era lo que pensaba el rubio.

Brandon lo vio diferente, no necesitaba la lástima, no necesitaba su ayuda, pero pensar en ella llorando lo había hecho sentir tan malditamente mal como nunca lo había sentido, quería gritar, quería golpear algo como lo haría Riven, pero él se hundió en el alcohol y la decepción, arrojó la botella vacía al mar detrás de él y gritó, gritó tanto que sintió que le faltaba la voz, se seco la lágrima traicionera que salió de su ojo y tomo la estúpida tanda de platos que su padre había olvidado, arrojó todos al mar, quería que se los tragara el mar como se había tragado todo para él y cuando los vió hundirse, finalmente lloro.

Stella se había limpiado las lágrimas, estaba completamente seria mientras esperaba su turno en la fila para el anuario, todos charlaban con sus amigos y se sintió fuera de lugar, tal vez, Saladino tenía razón, cuando pasaron a tomarle su foto intento que las lagrimas que se acumulaban en sus ojos no salieran mientras intentaba sonreír.

El grupo se había jodido.

Amor 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora