Reunión y unión

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Brandon suspiro antes de dejarlos entrar, los otros empujaron al castaño para pasar, en cambio Stella se quedó admirando las flores de la entrada y observando detalladamente cada cosa del lugar.

—¡Que bonita casa tienes, Brandon!— dijo una vez que terminó de analizar el papel tapiz, Brandon pensó que Stella lo decía por simple cortesía, así que simplemente asintió y observó como la rubia sonreía al ver a su abuelo, le pareció que tenía una linda sonrisa —¡Hola señor! ¿Cómo está?

Pero Riven le tomo el hombro antes de moverla hacia atrás para quitarla —Esta muerto— le dijo totalmente serio y Stella lo miro mal.

—Callate— reclamo Brandon desde el fondo, cerrando la puerta.

—Bueno, Stella— apareció Sky tomándole los hombros para alejarla del anciano que la rubia aún miraba —Somos todo oídos— le ofreció un asiento junto a Brandon pero tan pronto como se sentó, el castaño se alejó hasta el otro extremo del sofá —Somos todo oídos, explicanos.

—El amor no es tan difícil— comienza la rubia con emoción —Todos nacimos para enamorarnos.

—Que cosa más estúpida— la interrumpe Brandon destapando su cerveza y pasándole una a Riven —Que filosofía más barata.

—¿Puedes callarte y dejarla hablar?— lo regaña Sky antes de volver su atención a la rubia —Continúa, Stella.

—Es como siempre vemos en las películas y libros— se levanta y se mueve de lugar a una silla junto a Sky —Los momentos mágicos y perfectos, dos almas se vuelven una— Riven y Musa ruedan los ojos hartos de escuchar, Brandon se reclina más en el sofá sin perder detalle de lo que dice.

—Me voy a dormir— anuncia Musa dándole un trago largo a su cerveza y Brandon parece concordar porque aparta la mirada.

—¡El amor no es aburrido! Se los prometo— ahora incluso Sky parecía no estar de parte de la rubia —Y no es estúpido.

—¡Ey! No dijimos que lo fuera— se defiende el rubio.

—Si lo dijimos— le recuerda Brandon.

—¡Pues si no quieren que los ayude...!— comenzó la rubia poniéndose de pie.

Pero sorprendentemente para todos, quién la detenía era Riven, no de forma brusca como solía actuar, la observó con paciencia.

—Sientate, te escuchamos— comenzó intentando ser suave —Pero apresúrate y ve al grano, ¿Que hay que hacer?

—Una cita perfecta— respondió con los ojos iluminados —Les arreglaremos una cita romántica, tiene que ser en un lugar muy romántico para que pase tiempo juntos se conozcan y se enamoren— Brandon revoloteó los ojos —Solo así funcionará.

—Hagámoslo, cuéntame más querida, ¿Cómo sería la cita perfecta?— Sky se acomoda mejor en su asiento sin sacarle los ojos de encima a Stella.

—Ya saben, debemos hacer que parezca muy romántico, velas, música agradable, tal vez una cena, esa clase de cosas.

—¿Qué tiene de romántico una estúpida cena?— se desespera Riven —Eso no funcionará, las velas no van a hacer nada— Musa lo observó con admiración, vaya, alguien que pensaba como ella —Yo digo que necesitamos algo más atrevido, algo que los impresione, algo que los haga sentir vivos.

—¡Estoy de acuerdo con eso!— apunta Sky dando otro sorbo a su cerveza.

—Lo que necesitan es sexo— completa Musa y Riven la apoya —Construyamos una atmósfera para que tengan sexo, hagamos que beban y tomen malas decisiones.

—¡Hagámoslo!— apoya Sky chocando su lata con la de musa.

—El amor no es así, no se trata de sexo simplemente— les intento explicar Stella.

—Si tienen sexo y les gusta, pensaran que están enamorados, está será la forma más rápida de detener a flora.

—Bien, atmósfera atrevida y cautivadora— apunto Sky —¡Alcohol!

—¡Un concierto de rock!— completo musa abrazando a Stella por los hombros.

—¿Qué?— pregunto la rubia desesperada, ¿Que nunca se habían enamorado? —A la profesora Flora no le gusta ese tipo de música, no se sentiría cómoda en ese ambiente, no iría ahí.

—Stella, Stella— la llamo ahora Sky abrazándola ahora el pasando su brazo por los hombros —Nosotros nos encargamos

Y luego todo fue descontrol, varias cervezas después Musa y Sky cantaban mientras Stella observaba, Riven intento pasarle una cerveza pero la rubia se negó rotundamente, después de unas seis cervezas los tres chicos se quitaron sus camisas para lanzar las al mar detrás de ellos mientras Musa chiflaba y Stella sentía pena ajena, así que sin que lo vieran, prefirió irse.

La mañana siguiente los cinco intentaron llegar más temprano de lo usual, esto para lograr descifrar al profesor Helia, lo habían investigado, pero uno nunca debía fiarse por completo de lo que leía en los periódicos.

Fue Stella quién lo vio llegar primero, así que les aviso a los otros cuatro.

—¡Hola profesor! ¿Que le parece la escuela?— le dijo Mitzi de manera dulce acercándose a él, pero Helia paso por su lado sin mirarla.

—No me hables— respondió.

Para la mala suerte de los chicos quien había escuchado esa contestación no solo habían sido ellos, sino también Flora, que lo siguió dentro de la escuela echando humo por las orejas.

—¡Profesor!— le gritó pero Helia siguió avanzando —¡Profesor!

—¿Me habla a mi?

—Soy Flora, una de las subdirectoras de la preparatoria— comenzó intentando no ser grosera —Lo que hizo allá... Su conducta fue inapropiada, somos profesores, debemos...

—No soy profesor y esa es mi conducta— respondió antes de que flora comenzará con su discurso, Helia hoy no tenía un buen humor.

Y por el resto del día flora lo miro mal, incluso cuando entro a la sala de profesores sintió rabia nada mas entro.

—Profesor, no le dimos una bienvenida como debería— intento comenzar una charla codatorta, pero Helia no siquiera lo miro.

—No lo hagan.

Cuando salió de la sala de profesores, flora volvió a recordar su enojo.

—¡Que atrevido!— le dijo a Krystal que estaba sentada junto a ella.

—Si, pero es muy atractivo, muy sexi.

—No se de qué hablas— la corto flora fingiendo desinterés.

Amor 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora