Los hijos lo son todo

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Sky de nuevo reviso las luces, era una pieza cara, todo en esa casa lucía costoso, desde el caoba hasta el mármol, observó a sus compañeros de crimen con detenimiento, sorprendentemente para él, el más relajado era Riven, pues Musa se mordía las uñas mientras esperaba a que Stella trajera a su madre a la sala de invitados en la que estaban, incluso se había acomodado perfectamente el cabello, Brandon lucía ansioso, agitaba las manos sobre su pantalón de vez en cuando, Sky supuso que era porque lo habían obligado a no beber ni una pizca de alcohol para que la madre de Stella no dudará de ellos ni un segundo.

—Luce como el maldito país de las hadas— se quejo Brandon por fin en voz baja observando a Sky que analizaba unas piezas de porcelana —Me duele el cerebro.

—Yo creo que es el alcohol— le responde Musa en forma brusca.

Sky toma asiento rápidamente cuando escucha pasos acercándose y todos se acomodan con firmeza en su asientos.

Stella y su madre pasan unos platos de galletas, Brandon casi rodó los ojos cuando la vio, casi parecía que su madre le había dicho que usar para que combinarán.

—Muchas gracias— le dijo Musa ayudándole a la madre de Stella a dejar el plato en la mesa de centro —Debí ayudarlas a traer las cosas.

—Ni lo menciones— dice la madre de Stella en tono alegre pero diplomático —Stella y yo podemos con eso, ¿No, cielo?

Stella asintió mientras Riven quitaba el plato de sus manos para colocarlo de su lado de la mesa.

—Se ven deliciosas— le dijo Riven a la madre de Stella.

—Casi lo olvido, ¿Quieren algo de beber?

—Chocolate con leche si no es mucha molestia, por favor— respondió Sky antes que todos y Brandon sintió náuseas.

—Yo no quiero leche con chocolate— dijo Brandon hurgando su chamarra para encontrar su cantimplora con alcohol, pero Riven freno su mano en un abrazo.

—¡Ay amigo! Lo olvidamos eres alérgico al chocolate— sonrió hacia la madre de Stella antes de que se diera cuenta —Le gusta la leche sola.

Stella miro mal a Brandon, parecía que lo hacía a propósito para que su madre se negara a dejarla ir.

—Claro que si, sin chocolate será.

Su madre fue sola por las bebidas y Stella azotó las servilletas frente a Brandon antes de sentarse frente al sillón donde estaba Sky con Musa y al lado del sofá donde estaba Brandon con Riven. Todos lo miraron mal y Brandon se safo de Riven tan pronto como pudo.

La madre de Stella había hecho preguntas mientras ellos comían, había analizado el terreno justo como Sky predijo.

—Deje que stella nos acompañe señora— comenzó musa dándole un sorbo a su leche sintiendo raro de comer algo —No haremos nada malo, solo iremos al cine con nuestros compañeros.

—¿Solo irán al cine?— preguntó de nuevo mirando a Stella para ver si algo delataba a su hija, pero no vio nada fuera de lo común —Primero tendría que preguntarle a su padre.

—No señora Solein, le aseguro que es un evento muy decente y la entrada no será costosa, si usted la dejara ir sola yo podría...

Musa miro mal a Sky antes de interrumpirlo al ver la cara de la mamá de Stella —Entiendo su preocupación, señora Solein— dijo Musa con una sonrisa —Entiendo que pasan muchas cosas malas en esos lugares, cosas con las que estamos en desacuerdo total, pero nuestros profesores también van a asistir, además, ¿Le parece que somos malos chicos?

La señora Solein analiza a todos, no era que no quisiera pero Stella jamás había salido sin supervisión, siempre en eventos de alta sociedad que nunca se había tenido que preocupar.

—No claro que no, pero esa no es una decisión que pueda tomar yo sola.

—Es que, la verdad... Si Stella no va, tampoco podré ir, mi mamá la conoce y me dio permiso porque confía en ella plenamente— mintió con agilidad.

Stella sintió a su mamá formar esa mueca orgullosa que tanto esperaba ver, sabía que no existía otra cosa para su madre que valorará tanto como la imagen pública.

—De acuerdo— accedió luego de mirar por unos segundos a Musa —Miren muchachos me agradan mucho, pero hagan caso a sus profesores.

—Por supuesto que lo haremos— respondió Riven de inmediato.

—Por favor no hagan que me preocupe, mi hija lo es todo para nosotros— mientras escuchaba eso el espacio había comenzado a reducirse para Brandon, sentía como claustrofobia —Ustedes lo deben saber mejor que nadie, los hijos son lo más importante para los padres— y con eso Brandon se levantó de un salto, siendo detenido por Sky, pero el castaño se soltó bruscamente.

—Necesito aire fresco— le dijo a Sky tan rudo como pudo.

—Tiene asma— lo justificó Riven mirando a la madre de su amiga rubia, él sabía cómo lidiar con gente de alto estatus —Necesitaba aire fresco supongo, a estado tan agitado últimamente.

—Que pena.

—Estaba hablado de los hijos, señora— le recuerda Sky para borrar este momento, pero Stella observa a Brandon en el balcón sintiendo que su corazón se oprimía al pensar en la soledad que lo rodeaba.

—Si, nuestros hijos lo son todo para nosotros los padres— Brandon bebió todo el contenido de su alcohol en un segundo, de verdad esa señora no sabía nada fuera de su burbuja —De seguro sus padres deben decirles eso seguido, digo, es normal que nos preocupemos tanto ¿No es cierto?

—Claro que si.

La conversación de ellos sonaba de manera lejana en los oídos de Brandon, repitiendo imágenes de su propia vida, nunca había sentido a sus padres así, jamás.

—Ya no la molestamos más, es hora de retirarnos.

—Claro que si, díganles a sus padres que criaron unos hijos maravillosos.

Brandon no sabía ni siquiera como había llegado a su casa, lo único que sabía es que ese sentimiento de vacío se había instalado en su mente, haciendo que su respiración fuera más pesada, que no pudiera inhalar el aire correctamente, salió a su "patio" sobre el mar acercándose tan a la orilla como pudo y dejo que las lágrimas salieron de sus ojos mientras sus manos temblaban acercándose la lata de cerveza a los labios, él no había sido querido, no había sido deseado, no había sido ni siquiera requerido en las vidas de sus padres.

Sintió que sus pies temblaron un poco más y se cayó de espaldas hacia el mar, lo último que escucho fue el ladrido de su perro desesperado mientras se hundía, el agua lo había tragado por completo y eso fue lo más triste, que nadie lo iba a notar.

Amor 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora