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13/05/98

Los tres amigos corrían por las calles en busca de un lugar en el que poder refugiarse de la lluvia, habían salido a dar un paseo: a petición de la chica, claro, ellos estaban jugando cómodamente al Doom.

— ¡Esto es tu culpa, Bellerose! - gritó el de ojos verdes mientras trataba de cubrir su cabeza con la bolsa de frituras ya vacía que había comprado por el camino.

— ¡Cállate y disfruta el momento, Harris! - le gritó de vuelta, parando en seco y sonrió.

— No, esto sí que no, muévete.

Eric le reprimió, cosa que la hizo reír y dar unos pasos hacia atrás. Estiró sus brazos y miró al cielo, dejando que la lluvia la empapara todavía más.

— ¿No ves que esto es maravilloso? - rió nuevamente mientras daba una vuelta, los dos chicos se miraron entre sí.

— ¿Qué le pasa?

— Ni idea. - el rubio se encogió de hombros para acercarse a la castaña, tomándola entre sus brazos: cargándola como si ella fuera un saco. - El centro comercial no nos queda muy lejos.

Así que emprendieron nuevamente su camino mientras que la fémina golpeaba levemente la espalda de Dylan. No tardaron más que unos diez minutos en llegar, el de ojos azules dejó a la más baja en el suelo y los tres escurrieron un poco sus camisas (y ella también su cabello) antes de entrar a las instalaciones.

— ¿Y qué hacemos? - preguntó Adelais, alzó una ceja mientras que esperaba la respuesta.

— Primero podríamos comer algo o ir a cambiarnos.

— Voto por comer antes.

— David, no comeré estando con toda la ropa mojada.

Este chasqueó la lengua, frunciendo un poco el ceño. Acercó su mano a la cabeza de la castaña; golpeó esta: dándole un zape.

— Ve a por ropa, para todos. - recalcó la última palabra mientras que miraba fijamente a la chica.

— Nosotros iremos a por algo de comer. - el rubio esbozó una amable sonrisa, aquello hizo asentir a la de tez pálida y antes de que ellos se dieran la vuelta ella habló.

— Pero, no he traído dinero.

— Búscate la vida en eso, Geraldine. - comentó el de ojos verdes riendo, ella supuso a que se refería.

—Está bien, nos vemos aquí.

El de más altura se acercó a la chica y se agachó un poco para depositar un beso en su mejilla, sonrió dejando ver sus dientes, ella le devolvió la sonrisa.

Se separaron y empezaron a caminar en direcciones opuestas, ellos se quedarían por la planta de abajo mientras que Adelais se subía a las escaleras mecánicas.
Esta empezó a tararear una canción mientras que buscaba una tienda a la cual poder entrar y bingo, su mirada se posó en una donde la gran parte de ropa que había en el escaparate era de colores oscuros.

En cambio, los dos muchachos estaban haciendo cola en un puesto de comida mexicana, les apetecía unos tacos.

— No avanzas una mierda con Bellerose, ¿verdad? - Dylan giró la cabeza para observar a su mejor amigo, sacándolo de sus pensamientos al escucharlo hablar.

— ¿Qué? - preguntó este confundido ante su pregunta, el castaño se golpeó levemente el rostro con la palma de su mano.

— No jodas, ya sabes a qué me refiero.

El de cabello más largo mordió el interior de su mejilla, pensativo ante aquella pregunta para después responder.

— No, lo siento, pero no todos somos un DonJuan como tú. - Eric golpeó el brazo del que acababa de hablar y como no, este también se devolvió.

— Por dios, voDKa, tan solo da un paso más, aunque sea diminuto.

— Lo intentaré. - suspiró, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón ya algo seco.

— No lo intentarás, lo harás. - afirmó Harris.- Como te digo siempre, aprovecha lo que nos queda con ella.

Un grito les sacó de aquella conversación y ambos se giraron confundidos a ver qué pasaba.

— ¡Suéltame! - Adelais trataba de zafarse, uno de los de seguridad la tenía agarrada del brazo, los chicos se miraron e hicieron una mueca.

— ¿Vamos? - el de ojos verdes asintió con la cabeza y los dos dejaron la cola, empezando a caminar hacia la castaña y ese hombre de apariencia grande

— Debería haber ido uno de nosotros a por la ropa.

— No puedo estar más de acuerdo contigo, Harris.

6:48 p.m.

Y ahí estaban los tres, en la garita del guardia, esperando a que uno de los hermanos de la chica viniera a recogerla.

El guardia no creyó ninguna de las excusas provenientes de los jóvenes pero aún así accedió a no llamar a la policía, en cambio si a los hermanos de la chica para pagar lo que había tratado de robar.

— Despediros de mí, van a matarme. - la ojiverde cubrió su rostro con sus manos, dio un grito ahogado.

— No seas dramática, Bellerose.

— Mira quién habla, Adelais, ¿quieres saber como se puso el ''macho'' que tengo al lado cuando nos pillaron robando en aquella furgoneta el material de informática a principios de año? - Klebold comentó riendo y antes de que volviera a hablar Harris le cubrió la boca con una de sus manos, lo fulminó con la mirada.

— No, no lo quiere saber.

Aquello logró sacarle una sonrisa pero esta se desvaneció rápidamente al ver a su hermana entrar por la puerta.

— ¿Por qué ella? - murmuró para sí misma mientras se levantaba de la silla.

— Suerte. - dijeron los dos chicos al mismo tiempo mientras que se levantaban también.

— ¡Adelais! - gritó Meredith acercándose a ella.- ¿Me puedes explicar de qué se trata esto?

— ¿Podemos hablar de esto en el coche? Por favor.

— No creas que vas a escaparte de esto, vámonos. 

La morena tomó el brazo de su hermana menor, arrastrándola junto a ella hacia afuera sin que pudiera despedirse de sus amigos.

12:11 a.m.

El profundo silencio que inundaba la habitación de Adelais fue reemplazado por un leve sonido proveniente de su ventana: eran pequeñas piedras chocando contra el cristal. 

Ella,desganada, se levantó de la cama. El trayecto hacia casa fue un infierno y eso simplemente le arruinó lo que quedaba de día. Se acercó a la puerta del balcón y la abrió, saliendo para después asomarse por el barandal.

— ¿Qué haces aquí? - habló la que portaba el pijama.

Abajo se encontraba Dylan, abrigado con su característica gabardina y una amplia sonrisa adornaba su rostro, ''se ve adorable'' fue lo único que pensó ella.

— Quería saber como estabas, estaba preocupado por ti.

Aquello derritió el corazón de la chica. 

''Tan solo perdóname por todo lo que vaya a pasar, aunque sé que esta carta te llegará más tarde.
Pero no me odies, por favor.''

17/04/99
Dylan's Diary.

CAN'T REMEMBER TO FORGET YOU | d.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora