17/04/99La menor de los Bellerose se encontraba sentada frente su tocador mientras se maquillaba y al mismo tiempo su hermana mayor se encargaba de rizar un poco su cabello, de medios a puntas, una vez lista se vistió.
Hace unos días había salido de compras junto a Belisa, pues ninguna de las dos tenía la vestimenta perfecta para el baile. Un vestido largo de pierna abierta color rojo oscuro brillante el cual se difuminaba a un color más claro se ajustaba perfectamente al cuerpo de Adelais, se aplicó un poco de gloss antes de girarse para ver a su hermana.
— ¿Cómo estoy?
La mirada de Meredith recorrió de arriba abajo a su hermana menor, esta sonrió.
— Estás perfecta, Adelais.
El sonido del timbre las hizo bajar a la sala, donde se encontraba su padre junto a su hermano hablando con el acompañante de la castaña para esa noche. Eric esbozó una pequeña sonrisa al verla.
— Geraldine, nada mal.
— Digo lo mismo, Harris.
Eric vestía de traje color negro, era la primera vez que la fémina lo veía vestido de gala, ya que normalmente la vestimenta del chico se basaba en pantalones anchos y camisas del mismo estilo, aunque a veces llevaba alguna de cuadros.
El rapado se acercó a la chica para tomar su mano y poder colocarle un ramillete de rosas blancas en su muñeca, él tenía una flor igual colgada en su traje.
— Una foto. - habló su padre mientras que llamaba a su pareja para que trajera la cámara.
Elisa apareció en el lugar con una cámara de fotos en la mano y se puso delante de los jóvenes para sacarles un par de fotos.
Harris se puso detrás de la chica para poder abrazarla de la cintura, ambos sonreían.
— Estás preciosa, cariño. - Abadie se acercó a su hija para dejar un beso en su frente, miró al adolescente. - Asegurate de traerla sana y salva.
— Sí, señor.
Ver al de ojos verdes de aquella manera ocasionaba que la chica quisiera soltar una carcajada, pero aguantó. Una vez estaban en el auto del chico este sacó una petaca del bolsillo interior de su traje y se la extendió a la fémina.
— Será una noche larga.
La chica asintió con la cabeza ante sus palabras mientras le daba un gran trago a la bebida.
***
La chica entró al gimnasio sujeta del brazo de Harris, su mirada recorría el lugar el cual estaba perfectamente decorado y sus ojos se llenaban de ilusión.
Ambos se acercaron a su grupo de amigos y la fémina sintió su estómago revolverse al ver al chico que le gustaba junto a la rubia, aunque no pidió negar que se veía sumamente atractivo con ese traje.
Adelais había estado evitando a Klebold durante toda la semana, juntándose solo con el chico que le había invitado al baile, Devon o Cassie. Temía que este momento fuera jodidamente incómodo.
Los ojos azules del más alto del grupo analizaban a la castaña, y para él, no había chica más espectacular en ese lugar, arrepintiéndose por haberle concedido este favor a su mejor amiga. Aunque cuando estaba tomando el valor de acercarse a la chica que poseía su corazón, Robyn le arrastró a la pista para poder bailar con él.
— Vaya mierda. - maldijo Bellerose al verles.
La chica rebusco entre el traje de su acompañante para sacar aquel objeto de metal y darle un trago.
Harris odiaba verla de aquella manera, era una chica repleta de alegría, optimista ante cualquier situación y no quería pasar sus últimos días y de los pocos buenos recuerdos que se llevaría junto a él con una amargada deprimida, así que no dudo en arrebatarle la petaca para volver a guardarla, le extendió la mano.
— Concédeme este baile, bella dama. - bromeó el rapado, haciendo que la chica proporcionara una pequeña sonrisa.
— Con gusto, caballero. - tomó su mano para adentrarse con él hacia la multitud.
Al llegar a la pista no dudaron en soltarse y empezar a bailar, si es que podría llamarse así ya que los dos adolescentes saltaban y hacían movimientos extraños con los brazos al ritmo de la música.
Varias personas se unieron a ellos y otra simplemente los observaban, la chica, por primera vez en esos días estaba feliz y aquello calmaba al rubio que los miraba desde la distancia.
— Voy a salir a tomar el aire. - habló alto la chica cerca del oído de Eric, el cual simplemente asintió con la cabeza y la dejó ir.
Una vez fuera del gimnasio se sentó sobre las escaleras de la entrada y pocos segundos después una presencia se hizo presente junto a ella, giró la cabeza y se encontró al de cabello largo.
— Perdóname, Dela.
Las palabras de Dylan sonaban sinceras y Bellerose quería olvidarse del tema, pero algo en ella se lo impedía. El chico siguió hablando.
— Tendría que habértelo dicho antes, pero temía a cómo ibas a reaccionar. - la fémina sólo le escuchaba.- Pero quiero que sepas que entre Robyn y yo no hay nada, simplemente somos amigos. Me arrepiento, de verdad.
Una parte de Adelais quería creerle, pero por otra estaba dolida, pues no era un simple baile para ella, era toda la historia que habían vivido, se sentía traicionada.
Se levantó de su lugar y se dio media vuelta dispuesta a volver a entrar, pero el de ojos azules volvió a tomar la palabra.
— Soy un completo desastre, lo sé. - dijo este rápidamente.- Y no sé que mierda ves en mi, pero odio que estemos de esta manera.
La castaña pasó una mano por su cabello, tirando una parte de su flequillo hacia atrás: frustrada. El nudo en su garganta estaba presente, cerró los ojos durante unos segundos para después abrirlos y darse media vuelta para posar su mirada sobre el más alto, enfrentándole.
— Joder, Dylan. Pero es lo que suelo hacer cuando se trata de ti, solo veo lo bueno. - su tono de voz comenzaba a ser más alto de lo habitual.- Me importa una mierda si eres un desastre, porque así me gustas, todo aquello que tu crees que va echarme para atrás es lo que ha hecho que esté loca por ti.
Por primera vez se estaba sincerando, desahogándose y dejando salir todo lo que tenía acumulado.
Klebold no lo dudo más y caminó hacia ella para tomar su rostro entre sus manos y besarla, siendo rápidamente correspondido por la chica.
Tardaron unos minutos en separarse y cuando lo hicieron él apoyó su frente en la de la más baja.
— Sé que es tarde, pero hazme el honor de estar esta noche junto a ti.
— Acepto, Dylan.
Y nuevamente volvieron a unir sus labios, fusionándose en uno.
***
Los dos jóvenes entraron al lugar tomados de la mano y para su suerte, una de las canciones favoritas de la chica sonaba en el lugar.
My Heart Will Go On se escuchaba por todo el lugar y muchas parejas bailaban pegadas al ritmo de la canción, ellos dos no se quedaron atrás. Las manos del rubio se posaron en la cintura de la fémina mientras que ella las posaba sobre los hombros del más alto, empezaron a mover sus pies.
Eric los observaba a la distancia con una amplia sonrisa en el rostro, orgulloso de su mejor amigo.
'' Esto es un adiós, Adelais.''
17/04/99
Dylan's Diary.
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CAN'T REMEMBER TO FORGET YOU | d.k
Romance'' Eres la calma que tanto anhelaba en mi pequeño mundo, nunca podría estar más agradecido de haberte conocido, lástima que ya sea demasiado tarde, que mi destino ya sea irreversible.'' ''Conseguiste darle sentido a lo que llamamos vivir. Por favor...