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03/11/97

Adelais y Hanley bajaron rápidamente del auto, con sus mochilas colgando sobre sus hombros, corrían hacia la entrada del instituto, llegaban tarde a su segunda hora.

— ¡Te dije que no era buena idea que me quedara a dormir en tu casa! - habló alto el moreno mientras abría la puerta principal, se adentraron en el edificio.

— ¡No caí en que podríamos quedarnos dormidos! - corrían por los pasillos hasta su respectiva clase: biología.

Al estar delante del salón pararon a respirar, la chica peinaba un poco su cabello con sus dedos, cruzó miradas con el chico y los dos asintieron al mismo tiempo, Hanley dio tres pequeños golpes en la puerta antes de abrir esta.

— ¿Podemos entrar?

— Por favor. - dijo esta vez ella, mientras que le sonreía apenada a la profesora; la cuál terminó aceptando y dejándolos pasar. 

Bristol fue a sentarse junto a Belisa Williams, su novia y mejor amiga de la chica.

Esta buscó con la mirada algún lugar libre y sus ojos se posaron en penúltima fila, asiento disponible al lado del chico que conoció en la fiesta, Dylan Klebold. Segura caminó hasta allí y se sentó junto a él.

— Hola. - saludó alegremente mientras sacaba algunos materiales de su mochila, el rubio solo la miró e hizo un leve movimiento de cabeza, volviendo a prestar atención a la clase.

Y así pasaron los minutos, él apuntando todo lo que había en el pizarra mientras que ella luchaba por no dormirse, cosa que no logró. Sintió un leve balanceo y lentamente abrió los ojos, encontrándose con su compañero de hoy, su mirada recorrió rápido el lugar, dándose cuenta de que quedaron solos, otra vez.

— La clase ha terminado. - pronunció indiferente el de género masculino, ella estiró sus brazos, se sentó recta y giró su cabeza para verle. Estaba por irse.

La castaña tomó parte de su camisa, llamando su atención, metió su otra mano en el bolsillo de sus propios pantalones, sacando un mechero, se lo extendió.

— Creo que es tuyo. - simplemente asintió tomando el objeto. - ¿Por qué no desayunamos juntos?

El ceño del más alto se frunció, confundido ante su pregunta, la fémina rápidamente recogió sus cosas y se puso de pie, a su lado.

— Me tomaré ese silencio como un sí, andando, Klebold, muero de hambre. - lo empujó un poco, haciendo que así empezaran a caminar juntos, rumbo a la cafetería.

— ¿No tienes más amigos?  - preguntó, haciendo soltar así una risa a la contraria.

— Quiero conocerte. - respondió rápidamente.- Me caes bien.

Y aquel simple comentario fue más que suficiente para hacer que él volteara levemente su cabeza hacia el otro lado, esbozando una pequeña sonrisa.

A los pocos minutos llegaron a aquel lugar repleto de alumnos, y juntos caminaron hacia una de las mesas algo alejadas del resto, pudieron divisar sentados en ella a Nate Dykeman, Brandi Tinklenberg y el otro chico de la fiesta.

— ¡Bellerose! Esto es nuevo, ¿qué haces tú por aquí? - dijo la rubia, fingiendo amabilidad; típico en ella. Ese comentario causó que los otros dos presentes se giraran, observando a la mencionada.

— ¿Qué hace ella aquí, voDKa? - este simplemente no respondió y se sentó, le hizo una seña con la cabeza a la de tez más pálida, la cual tomó asiento a su lado. - ¿No vas a responderme, idiota?

— Cállate, Reb. - dijo el rubio desinteresado, de reojo miraba a la que tenía a su lado, la cual estaba sacando un zumo de naranja y un tupper de fruta cortada.

CAN'T REMEMBER TO FORGET YOU | d.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora