Capt.2 Yo soy su sumisa

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Dios mío este no puede ser el padre de Coraline. Ella es rubia, él es cabello rubio-castaño, ella tiene los ojos café, él tiene ojos grises, ella es muy delicada y pequeña, él tiene un magnifico cuerpo excelentemente trabajado y altísimo, con un alborotado cabello y una sonrisa maravillosa -Eh... Uh... Señor Gabriel, me puede decir Abby -sonreí tímidamente.

Él me sonrió de oreja a oreja, haciendo que su perfecta dentadura saliera a la luz, dejándome completamente anonadada -un gusto, Abby -murmuró, antes de que sentirme, magníficamente, privilegiada con tan solo escuchar mi nombre salir de su boca.

-Bueno.

Fue lo único que pude decir antes de bajar la mirada y sentirme intimidada por tan admirable belleza.

-¿Nos vamos? -preguntó Cora rompiendo el silencio e ignorando lo sucedido ¿Acaso no se daba cuenta de cómo me sentía tras el hermoso físico de su padre? Dios que vergüenza.

Parpadeé un par de veces, tratando de enfocar mi vista en otra cosa que no fuese el señor Evans -claro, cariño -concordó Gabriel mientras agarraba la maleta de Coraline.

Se acercó a mí con una sonrisa adorable -¿me permites? -preguntó, educadamente, señalando mi maleta con su dedo índice.

Asentí rápidamente mientras le entregaba mi maleta. Pero, sin querer, nuestras manos tuvieron contacto y al hacerlo sentí como si tuviera en mis manos un trinche y lo hubiese metido en un enchufe, electrocutándome de pies a cabeza, revolviendo mi estómago y haciéndome sentir un poco de náuseas. Él me miró con sus ojos grises salidos de órbita, dándome a entender que ha sentido lo mismo que yo -carajos -murmuré antes de separar mi mano de la suya y evitando cualquier otro posible contacto con su piel.

Este hombre es todo un dios griego, un intimidante Hércules.

-Odio que una señorita como tú, diga esas terribles y vulgares palabras -gruñó Evans con completa seriedad.

Este hombre es un tanto extraño, me acaba de conocer y se siente en el derecho de corregirme.

Él se adelanta ignorando lo sucedido, Cora se me une a mis pasos lentos y me susurra: -mi padre es muy jodido -me miró con lástima.

-Tranquila, lo soportaré -dije entre dientes, observando su estructurado y enorme cuerpo.

Definitivamente serán unas largas vacaciones.

[...]

-Y esta es su habitación, señorita -me señaló una de las señoras del servicio.

-Gracias -sonreí agradecida.

La mujer asintió, para luego, ayudarme a ubicar mi maleta en la cama -¿Se le ofrece algo más señorita? -preguntó cordialmente.

-Sí, llámeme Abby.

-Lo siento señorita Abby, tengo que tratar con respeto y tener límites con las personas que vienen de visita.

Asentí lentamente tratando de entender su terquedad.

-Claro -murmuré -eso es todo, gracias -sonreí tratando de calmar la tensión que tenía en sus hombros.

-Por si se le ofrece algo, estoy en la cocina, señorita -me informó haciendo una reverencia con su cabeza -con su permiso -se retira.

-Propio.

Sentí mi teléfono vibrar y de inmediato lo tomo del bolsillo trasero de mis jeans y lo ubico en mi oreja -hola -saludé sin ni siquiera observar quién era, porque sabía exactamente que trataba de mi amorcito.

-Hola, cielo ¿has llegado bien? Te extraño ya -saludó tristemente Bryan.

-Si he llegado bien, es muy linda la casa del papá de Coraline -sonreí -nos dieron diferentes habitaciones y ahora estoy en la mía, es muy bonita y la casa es enorme -suspiré.

El papá de mi mejor amiga (Sr. Evans)#1 *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora