El papá de mi mejor amiga (Sr. Evans)#1 *Editando*

Capt.34 -¿Qué pasa Ana?

-No sé que es lo que quieres... Pero no - gruñí molesta.

Él negó con su cabeza e hizo que lo mirara por primera vez a sus hermosos ojos - Abby, te tengo en mi mano, tengo unas imágenes que perjudicarían a tu linda familia... ¿Crees que tienes elección aquí? - preguntó haciendo que yo frunciera mi ceño.

-¿Qué es lo que quieres?

Él entró a mi casa y la analizó - tienes una bonita casa.

-¿Quieres mi casa? - pregunté sorprendida. Su casa o mansión es el doble de grande que la mía, sin contar que su casa es aún más hermosa.

Él frunció su ceño y se sorprendió al igual que yo - ¿para que querría tu casa? - preguntó antes de negar con la cabeza y volver a su punto - en fin, tienes un amante que te hace sacrificar tu matrimonio - asentí furiosa - quiero que lo dejes y me tengas a mí como tu amante - mi corazón inmediatamente se aceleró al igual que mi deseo por este hombre... Me imaginé que todo lo que quería menos esto. Quiere que me acueste con él.

Cerré mis ojos y traté de controlarme. La verdad es que desde que besé sus suaves labios he quedado adicta él y hoy que pude sentirlos si quiera por un segundo me ha gustado y si lo haría no sería para salvar mi "familia" sería porque enserio quiero volver a tocarlo y sentirlo junto a mí, unir mis labios a los suyos y dejarme seducir por sus caricias - ¿por qué? - pregunté abriendo rápidamente mis ojos.

Él desordenó su cabello con su mano e hizo una mueca - porque sí, no quiero preguntas sólo respuesta.

Sonreí irónica - hasta donde has llegado, Gabriel - murmuré mirándolo directamente a los ojos - obligarme a acostarme contigo.

-No te estoy obligando, te estoy dando elecciones - dijo en su semblante serio.

Abby no caigas... Recuerda la carta de Cora, él es dañino, él es... - está bien - dije fingiendo seriedad - pero no le digas nada a mi marido - mentí frunciendo el ceño.

-Yo soy un hombre de palabra - dijo mientras se acercaba a mí y enrollaba su mano derecha en mi cintura, haciendo que mi cuerpo entrara en calentura. Miré sus labios y levanté mis manos para llevarlas a su boca, cerré mis ojos y entre-abrí mis labios sintiendo los suaves y carnosos labios del hombre, sentí su lengua jugar con mis dedos y eso inmediatamente hizo que el poco de control que tenía se fuera a la basura. Aparté mis manos de su boca y bruscamente oprimí sus labios con los míos, haciéndome gemir desesperadamente. Abrí un poco mis ojos y me sentí extraña al ver su rostro, se veía realmente dulce, estaba con sus ojos cerrados, y se veía apasionado, como si realmente me quisiera... Pero es lógico que él nunca me amó, ni me amará. Enrollé mis brazos en su cuello y juegué con su cabello mientras él deslizaba sus manos por todo mi cuerpo, dejándolas en mi trasero, lo oprimió fuertemente y eso me hizo enloquecer aún más. Mordí su labio inferior mientras él penetraba mi boca con lujuria.

-Mamá... - al escuchar su voz inmediatamente me alejé de Gabriel y detuve mi respiración - cariño... - dije entre dientes.

Ella alzó una ceja y miró a Gabriel - acaso... Ustedes - mis ojos se salieron de sus órbitas e inmediatamente la interrumpí - no - dije alterada - sólo me estaba quitando algo en la mejilla, una espinilla, ya sabes - me excusé mientras que Gabriel tratara de contener la risa.

-¿Con la lengua? - preguntó Lily alzando de nuevo su ceja.

Suspiré frustrada - Emily ve a tu habitación, luego hablamos - gruñí entre dientes.

Ésta alzó ambos manos - está bien - farfulló antes de poner mala cara y fulminar a su padre. Se dió media vuelta y dirigió a su habitación.

-¿Por qué me miró así? - preguntó con su ceño fruncido.