El papá de mi mejor amiga (Sr. Evans)#1 *Editando*

Capt. 16 Abigail.

-Abigail cálmate - gruñó el Sr. Evans, esa frase se está volviendo muy típica y lo peor es que la está usando en los momentos más inoportunos.

-Mire Sr. Evans, a mí déjeme en paz, no quiero volver a hablar con usted si lo que me va a decir es algo de vida o muerte ¿dale? - gruñí volteándome a ver su rostro confundido.

-En realidad no soy hijo de sangre de mi papá, él me encontró en la calle hace cuatro años y desde ese día él me ayudó e hizo que la señorita Helen me consiguiera una madre para mí, y mamá Mauren, tuvo la oportunidad de adoptarme - me explicó el dulce niño de ojos azules y de tez blanca, claramente no se parece ni a Helen, ni a Evans.

-Eres una lindura - fue lo único que logré decir antes de que mis mejillas se ruborizaran al cien por ciento.

-¿Algo que decir? - preguntó Evans con un tono demasiado burlón.

-Lo siento - dije observando el techo, evitando su burlona sonrisa - tengo que ducharme, Adiós - Murmuré.

-Soy Liam - dijo el niño antes de que mi corazón se detuviera y volteara a verlo - un gusto, nene, bonito nombre - dije algo seria - me llamó Abigail.

-Eres hermosa - sonreí de medio lado.

-Eres todo un caballero, gracias lindura - dije plasmándole un beso en la frente.

-Gracias, para servirle - asentí con una sonrisa, para luego dirigirle una rápida mirada a Gabriel, quien se encontraba observando la situación con los brazos cruzados - deberías aprender de tu hijo - me Burlé.

-Sé que me adoras y soy caballero - me guiñó un ojo antes de que Helen carraspeara molesta.

-Estoy presente Gabriel - gruñó Helen con una cara de mil demonios.

-Lo sé, hay mala vibra a mi alrededor, se nota - gruñó Gabriel sin ni siquiera dirigirle la mirada.

-Te odio - gruñó Helen saliendo rápidamente de los pasillos.

-¿Puedo hablar contigo? - me preguntó el niño con una ternura increíble ignorando lo infantil de Helen.

-Claro - Murmuré antes de tomar su pequeña mano y llevármelo al jardín.

-¿hace cuánto llegaste? - preguntó Liam como un adulto. Un cambio drástico.

-Hace como un mes - respondí alzando una ceja ante su total madurez.

-Según lo que he calculado, papá se ha visto más contento en estas cuatro semanas, tú eres la respuesta, está atraído por ti, y lo comprendo, eres hermosa - sonreí o eso creo haber hecho.

-¿enserio? - pregunté sorprendida.

- Sí, claro que si - respondió el niñito muy eufórico - no te vayas, es que él siempre se la pasa presentándome a diferentes mujeres, muy serio, estricto y todas esas cosas, pero desde que viniste, dejó de presentarme a sus "amiguitas", es risueño y pues, él siempre ha sido amable, claro con quien se lo merece.

Bufé - No te creo, él no gusta de mí, sólo me quiere para... - lo miré a los ojos y me interrumpí. Iba a decir sexo pero él es un niño, no debería lanzar palabras vulgares al azar - otra cosa, pero es todo un amor cuando se lo propone.

-No lo dejes, a ti te atrae también - sonreí.

-¿Se nota? - pregunté arrugando mi nariz.

-Mucho - que vergüenza, todos lo notan.

-No lo dejaré si él me lo permite - respondí.

-Él no te ha contado sobre la verdadera historia ¿cierto? - preguntó con una madurez impresionante.