El papá de mi mejor amiga (Sr. Evans)#1 *Editando*

Capt. 39 Final

«Narra Evans »

La observé una vez más. Se veía terriblemente mal, no aguanto las ganas de ir corriendo y abrazarla, pero no puedo... Ella me odia y mi presencia le haría más daño. Su cabello castaño estaba algo despeinado, y su fino y hermoso cuerpo estaba escondido tras una enorme camiseta blanca junto a unos jeans flojos y desgastados. Sus ojos estaban rodeados de unas ojeras realmente grandes y su mirada siempre le llevaba pérdida... Todo es mi culpa, ella nunca me mereció, yo... Jamás me había sentido así en mi vida. 

Hace tres meses nos habían dado la noticia. Mi hija estaba estaba muerta, nuestra hija fue asesinada. Eso a ella la volvió un ser sin vida, lo entendía... saber que otra de mis hijas había muerto fue muy desesperante. No pude convivir con ella como lo quise hacer muchas veces. Lily iba a ser una gran mujer y... Ana le arrebató todo aquello.

Aún se me hacía imposible creerlo. Era Anabelle, la Ana a la que alguna vez amé... ella le quitó la vida a un ser al que yo le di vida, me quitó a nuestra Lily.

Caminó rápidamente hacia su auto y al llegar tomó un suspiro, para luego cerrar sus ojos y volver a tomar ese suspiro. Entró a su auto y rápidamente se alejó del supermercado, dejándome con el mismo vacío que he sentido desde la muerte de Coraline, pero aún más intenso.

*.*.*.*.*

Tomé otro trago tratando de tranquilizar y olvidar por una vez mis sentimientos. -Compañero, supérala... - murmuró Landon en un tono de fastidio. Landon es mi mejor amigo, nunca he hablado de él porque últimamente ambos hemos estado ocupado con nuestros trabajos, pero siempre seremos esos amigos de que sí uno lo necesita el otro va a socorrerlo y en este caso soy yo el que pide auxilio. He vivido otro año de porquería, ya no lo soporto - No puedo, ¡Joder! - gruñí entre dientes.

Él suspiró dándome a entender lo mucho que se tomaba en serio su papel de psicólogo - Eso mismo dijiste tras la muerte de Camille y que has hecho, estás sufriendo por otra mujer... - murmuró antes de tomar otro trago de tequila.

-Es que Abby es diferente - gruñí entre dientes.

Él alzó una ceja y asintió lentamente - recuerdo que habías dicho exactamente esas mismas palabras con Camille, tú eres bien terco, idiota saca a bailar a esa sexy y caliente rubia que está que te come con los ojos... Es una manera de empezar - dijo antes de servirme otro trago de tequila.

-Confío en ti, hermano - murmuré antes de levantarme de la mesa y acercarme a la barra. Ahí se encontraba una caliente rubia bronceada, con piernas largas... Sería la mejor forma de olvidar todo.

-Hola... - murmuré antes de que tanto ella como sus dos amigas soltaran una risa nerviosa.

Ella me guiñó un ojo, para luego encogerse de hombros - hola, bebé - chilló la chica haciendo que casi huyera de la situación.

-¿Bailas? - pregunté antes de que la mujer asintiera y literalmente me empujara a la pista.

En ese instante habían puesto una canción demasiado ardiente. Ella comenzó a hacer salvajes círculos con su voluptuoso trasero mientras me sonreía maléficamente, seguí sus pasos bailando la canción con la misma sensualidad. Me dejo llevar por la canción y por los roses de la sexy rubia - bailas sensacional - murmuró ella antes de darme un casto beso en los labios, para luego guiñarle un ojo.

Observé que mi amigo ya había conseguido su chica de la noche, era una castaña que bailaba demasiado bien. Ellos se voltearon y la chica quedó a espaldas de mí e inmediatamente me perdí al ver el lindo y pequeño cuerpo de Abigail... Estoy loco, ella jamás estaría aquí, la he estado observando por todo un año y esta no es su rutina. La chica volteó y me observó con enojo, detallé el rostro entre las oscuras luces del bar y era ella... ¿qué mierda hacía aquí? - ¿Abigail? - pregunté dejando a la rubia bailando sola. Me acerqué a ellos y me quedé perplejo, observando el frío y perdido rostro de Abbi.