El papá de mi mejor amiga (Sr. Evans)#1 *Editando*

Capt.15 Te felicito

-Cálmate, Abby –se exaltó el Sr. Evans

-¿Qué me calme? – Pregunté furiosa – sé que es tu novia pero se supone que me quieres y si me adoraras como tú quieres que yo te crea, terminarías con ella – grité furiosa.

Él me miró tristemente, abrió su boca para objetar algo, pero luego la cerró – te contaría todo, Abby, pero sé que no estás preparada para entender – murmuró antes de salir de la oficina – tal vez tengas razón, no te merezco – dijo cerrando la puerta y dejándome sola en una oscuridad interna.

Sin dejarme la oportunidad de reflexionar lo ocurrido salí inmediatamente del lugar algo perturbada - ¿Abby? -preguntó Cora apareciendo de la nada - ¿te sientes bien? Estás pálida – se exaltó Cora antes de que mis ojos vieran un oscuro borroso y callera en el suelo - ¡ABIGAIL! – Gritó Cora levantándome del suelo con delicadeza – cuéntame que tienes, ¿discutiste con mi padre sobre qué? – preguntó exaltada.

Como decirle esto, todo esto. Me siento como la persona más fracasada y evil del mundo – nada, Coraline, deja de exagerarte – murmuré molesta antes de darme media vuelta y caminar rápidamente a mi habitación.

-Abigail, se nota a leguas que algo te... - se interrumpió con un fuerte gemido de dolor. Volteé rápidamente y me encontré a Cora arrodillada en el suelo, mientras que su palma se aferraba a su estomago.

-¿Cora? – Grité acercándome a ella y ubicándola en mis brazos – nena, respira.

-¡ME DUELE MUCHO! – Gritó mientras que varias lágrimas rodeaban sus ojos – Abby... - gritó mi nombre.

-perdóname, perdóname – grité mientras mis lagrimas recorrían rápidamente mis mejillas - ¡GABRIEL! – Grité esperando su ayuda - ¡GABRIEL! – volví a gritar, pero esta vez sentí como mi garganta se quemaba y ardía - ¡GABRIEL! – grité sintiendo un dolor más intenso en mi garganta.

-¡Él se fue! – Susurró Cora relajando sus músculos - Abby, no puedo más – murmuró antes de cerrar sus ojos.

Rápidamente me levante y la tomé a ella en brazos.

Pesa como un elefante, lo sé, pero me vale, lo único que quiero es que se componga.

Agarré una de las llaves de los autos de Gabriel y me fui al garaje. Oprimí el botón para abrir el auto correspondiente y sonó el último de los veinte autos... ¡¿Por qué tiene tantos autos?!! Corrí lo más rápido que pude y ubiqué a Cora en el asiento del copiloto del hermoso auto, para luego usar el asiento del piloto y arrancar como si de una carrera se tratara. Sequé mis lágrimas las cuales no me dejaban ver absolutamente nada. Nerviosamente con mis dedos temblorosos agarré mi celular y entre en el GPS, busqué el hospital más cercano y estaba a unas cinco cuadras. Tomé el volante y arranqué mas fuerte, miré de reojo a Cora la cual estaba tan quieta como un vegetal – Cora, mírame, no cierres los ojos, mírame, soy Abby tu única y mejor amiga, Cora si tú te mueres yo me voy más atrás, no te voy a dejar morir sóla, solo ayúdame no cerrando los ojos – decía mientras manejaba con mucha rapidez.

-Abby te quiero... - susurró – me siento mal – murmuró cerrando sus ojos.

-¡Coraline Evans Palmer no cierres los ojos! Piensa en Louis – grité mientras pensaba que el camino se hacía más eterno que nunca.

-¡ME DUELE! – gritó ubicando otra vez sus manos en su estomago - ¡Abby! – gritó.

Vi el hospital y suspiré de alegría – no te mueras maldita perra – gruñí haciendo que ella se riera. Eso me gusta – ahora, ¿tú que comes? Pesas como morsa – traté de hacer que se riera un poco más y lo logré – ya sé por qué tienes a Louis delgado y yo pensando que era gimnasio – volví a intentar lo mismo mientras estacionaba el auto y ella se reía mientras gemía un poco de dolor. Me bajé del auto y la puse entre mis brazos – pesas demasiado, debes dejar de comer, joder – murmuré haciendo que ella forzara una sonrisa.