↬chapter 2↫

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—"Por nada en el mundo, dejaria que algo te pasará, ¿entiendes?"—
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También iba a estudiar el manejo de barcos, porque nunca pude entender cómo se usaban y si quiero buscarlos por mi propia cuenta con un barco tenía que saber cómo usarlos.

—Sherman, sería bueno que salgas un poco de la cama— Recomendó llegando con un plato de comida y un jugo de frutas en la otra mano, los cubiertos estaban encima del plato. Lo dejo encima de la mini mesita que estaba usando para la computadora que cuando lo vi llegar la deje en el lado vacío de la cama.

—Lo sé, el día está precioso— Mire hacia afuera por la gran puerta.

—Si quieres, podemos jugar algún juego en el porche que da a la playa— Ofrece sentándose en el borde de la cama, un poco lejos de mi pero a la vez cerca de mi.

—Claro si— Respondí con una sonrisa en mis labios. Esa sería mi oportunidad para preguntarle.

—Bueno, me voy a almorzar, cualquier cosa, ya sabes— Señalo mi celular mientras se acercaba a la puerta.

—Gracias— Me guiño el ojo y se fue.

Tal como lo propuso y acepté por la tarde me ayudo a cambiarme, me cepille el cabello, me puse algo de maquillaje porque mi cara estaba destruida, los moratones seguian ahi, en mis pomulos, cortadas en mi labio y ceja derecha, en los brazos y muslos, pero mi herida, por otro lado, estaba muy bien, me estaba acostumbrando a ella.

—Bien, con cuidado vamos— Ya no usaba la silla pero si me costaba muchísimo caminar, por lo que Rafe me tomaba de la cintura y de los hombros mientras yo trataba de caminar sin que me duela.— Si duele demasiado, me avisas y te cargo— Aviso. Me negaba a que me cargara.

Pero siempre por algo lo tenía que hacer, era insoportable sentir como los ligamentos estaban aferrados unos a otros por simples hilos de tejidos, sentía como los puntos hacia su mayor esfuerzo para no desprenderse y como la sangre salía de los pequeños agujeros que había entre cada punto.

—Si, cargame— Rogué muriendo de dolor, escondiéndome en su hombro. Con cuidado me levantaba, me aferraba a su cuello pero manteniendo distancia entre nuestros rostros.

—Bien, aquí— Me senté en una silla con almohadones, no pude no enamorarme de la vista hacia el mar increible.

El sonido de las olas chocando entre ellas, los susurros que ellas hacían cuando se movían perfectamente coordinadas, ver cómo tragaba el poco de arena que había en la orilla, la espuma hermosa que se formaba, era todo precioso.

love made me crazy||Rafe Cameron/Outer BanksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora