capitulo 2

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Ya caía la tarde y Álvaro ya tenía mapeado mentalmente algunos metros a la redonda del páramo, "bueno almenos tengo un río y un bosque no muy lejos de aquí" sentándose en una piedra que había traído mientras miraba su campamento improvisado "no se si sea buena idea aunque no he visto animales por aquí" se decía a sí mismo mientras pensaba en cómo subir por al grieta. -como es que no me morí en esta caída si bien no es muy alta- pensaba Álvaro mirando la grieta a solo unos metros de dónde se encontraba, suspirando decide volver a trepar adentrándose en la grita viendo que por dentro una pequeña cueva de menos de un metro de largo con piso empinado hacia la salida donde al final de esta un gran muro de piedras que no se divisaba el final de la misma por la oscuridad, "supongo que de allí caí y esto me hizo caer al suelo de allí afuera" se decía buscando una idea para subir ese muro de piedras. Pasando unos minutos y con extremo cuidado sale para apreciar el horizonte que divisaba "es como un mundo perdió enorme" exclamando mientras una brisa le llegaba al rostro.

Cuando ya parecía que el sol se ocultaba por la copa de los árboles anunciado que la noche se acerca, Álvaro decide bajar a su campamento para comer algo. "Que desgracia ya no me queda casi nada bueno" se decía viendo sus sobras de pescado enlatado abolladas y sus galletas destruidas por la caída.

-debo buscarme algo de comer si no quiero morir de hambre por qué esto ya no es comida- pensaba mientras con un cuchillo equipado se adentra a la maleza, "ojalá encuentre algo de comer conejo o frutillas me sería suficiente" decía mientras más se adentra a al bosque, no demoró mucho en encontrar un arbusto con frutos "bueno esto en será suficiente" decía mientras agarraba un puñado de frutos, cerca del lugar logró ver unas grandes ramas esparcidas por el suelo -aunque pensándolo bien, en aquel río podría pescar- se decía mientras seleccionaba una rama de las caídas para empezar a idear su caña de pescar primitiva.

Pasado unas minutos ya alejado del bosque se dirige al río para pescar, el sol ya casi se ocultaba y el joven aún no conseguía nada del río justo por darse por vencido la suerte sonríe dándole un pescado grande para acompañar su comida -esto si fue tener suerte- pensaba mientras recogía su pez y la caña para regresar al campamento Cerca del muro de piedra, una vez caída la noche y con la fogata cocinando el pescado, Alvaro comía agusto los frutos recolectado dejando unos para sazonar el pez gigante. Todo parecía tranquilo cuando del bosque oyó unos ruidos, sin dudarlo agarro un palo encendido para hacer una antorcha improvisada mientras se acercaba al lugar dónde cree haber escuchado el ruido, segundos vigilando y dando gritos pero nada de respuesta, "parece que era un animal que se escapó" dijo mientras regresaba a su campamento con el fin de terminar su día. Arropándose cerca de la montaña.de piedras decide descansar manteniendo la fogata encendida para generarle calor en la noche. Poco a poco los ojos se entrecierran y el sueño llego.

Pasando los días Álvaro mejoraba en el mapeo mental de la zona, identificando mas animales para cazar en el bosque, descubriendo un lago en el mismo, creado herramientas para cazar y recolectar comida incluso había mejorado su campamento alejándolo de su lugar inicial por miedo a un desprendimiento del muro acercándolo más al río por agua y comida más accesible además de Akira tener un intento de cabaña improvisada, parecía que el joven humano ya se había acostumbrado a vivir en aquel paramo manteniendo aún su plan de logras escalar aunque cada vez es menos probable. - a estas alturas ya me deben haber declarado por muerto en el bosque- pensaba mientras recolectaba agua en su cantimplora, ya debo llegar aquí como una semana y algo y ni sonido de rescatistas- quedándose en pensamientos cuando el sonido de una rama rota llamo su atención.

Un venado con orejas de conejo que parecía de edad avanzada se asomaba por los árboles del lejano bosque, sin dudarlo decide recoger su arco y flechas recién creadas -esta será una gran oportunidad de poner a prueba mis nuevas armas- pensaba mientras apuntaba al venado, como acto reflejo o instinto de supervivencia el animal logra esquivar la flecha y adentrarse en la maleza, "ohh no te dejaré escapar tan fácil aun me quedan 70 fechas más y puedo recoger esa y darte caza sin problemas" decía en voz alta mientras se adentraba al bosque buscando al animal. Poco a poco se adentra más profundo de lo explotado anteriormente llegando, cuando se resigno por perder al animal emprende el camino de regreso, unnsonido.de agonía de un animal le detiene y eriza la piel -acaso hay animales carnívoros aquí- se decía mientras buscaba el lugar donde provenía el sonido sin éxito -mejor me regreso a mi cabaña y quizás deba crear un seguro a su puerta- pensaba mientras aumentaba el ritmo para llegar al campamento lo antes posible. Nuevamente un sonido lo altera pero era muy cercano casi como al lado suyo, la curiosidad del joven sobrepasó sus instintos de correr y asoma la visita entre los arbustos.

"Lobos" decía casi susurrando al ver la manada comiendo al pobre venado, pero algo no está normal en los lobos, muy aparte de ser más grandes de lo normal parecía que llevaban prendas de piel como un especie e de ropa primitiva y además algo que dejó helado al humano, parecían que eran bípedos. "Acaso camina en dos patas" otro suspiro inaudible dejó escapar Álvaro por asombro. Tratando de alejarse lo más sigiloso posible aunque su fortuna se acabó cuando por un pequeño descuido pisa una hoja seca hacían un leve crujido, tragó saliva y dirigió su mirada hacia la manda que parecían levantar sus orejas buscando el origen del sonido. Sintiendo su corazón latir a máximo y la adrenalina por todo su cuerpo, dejó el sigilo para salir corriendo a todo lo que pueda llegar logrando toparse en segundos con el lago que había encontrado días atrás, ocultándose por una pequeñas rocas y plantas cerca de la orilla decide le haces temblar de miedo decidiendo esperar que los lobos desistan de su búsqueda o que encuentren algo que les llamé la atención, confiado que las plantas ocultarían su aroma, solo faltaba ocultar su respiración agitada y mantener la calma

La manada de lobos no demoró en llegar al lago, buscaron y tomaron agua para recomponerse de la persecución pero el plan del humano resultó en un éxito, gracias a que su ropa desgastada y sucia le ayudaba a camuflarse con la vegetación, al cabo de unos minutos los lobos aullaron mientras tomaron un camino alejándose del lugar, Álvaro decidió esperar unos minutos más para estar seguro que no estén cerca y poder regresar a su cabaña de forma segura, nunca imaginó que seres así existan y menos que sean así de rápidos de no haberse ocultado en la orilla por la maleza posiblemente sea la cena de los lobos.

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