Se han olvidado años de amor en el odio de un minuto.-Edgar Allan Poe.
—¿Y bien?-pregunta Matt con el rostro más serio de lo normal.-¿Por qué lo has hecho?
Lo sabe...
Sabe que me besé con otro...
Nos vio.
—Yo, Matt.— los nervios no me dejaban hablar.
—Explícame ¿por qué rayos me has estado ignorando?, ¿sabes acaso lo preocupado que he estado por ti estos tres días?
Eso estuvo cerca.
Un enorme suspiro sale de mis labios.
Y es ahí cuando permito que entre la furia a mi cuerpo.
—La pregunta no es esa, la pregunta es: ¿qué rayos haces aquí, Matt?, ¿es que acaso no fui clara contigo?, te dije que quiero descansar de todo, de todos.
—Pero nada te costaba enviarme un mensaje para saber que estás bien.
—Estoy bien, ¿acaso no lo ves?
—No puedes actuar así, Úrsula Gregoria, no eres una niña.
Mi nombre en su voz me sonaba a regaño, a furia, hacía que lo odiara cada momento en que lo mencionaba.
—¡Déjame actuar como yo quiera!— espeto furiosa.— soy una persona diferente a ti, no puedes esperar a que piense y reaccione de la misma forma que tú.
—Nos vamos ahora mismo a casa y que sepas que no volverás a salir sin mí.
Me toma por el brazo y tira bruscamente de mí.
—No voy contigo a ningún lado.— replico intentando soltarme de su agarre, pero era demasiado fuerte.
De repente un puño golpea la cara de mi novio con tanta fuerza que lo hace caer.
—Te dijo que no va contigo a ningún lado, ¿no lo has entendido?
—¿Quién diantres eres tú para venir a pegarme a mí?— pregunta Matt aún más furioso poniéndose de pie.
—La pregunta es ¿quién cojones eres tú para tratar a una mujer así?
—Es mi mujer.
—¿Qué? - Cameron me mira confuso esperando una respuesta.
—Bueno basta ya.-Intervengo.
—¿Úrsula quién es este idiota?, ¿lo conoces?-me pregunta Matt.
Ahora estaba en aprietos.
—No, a este chico no lo conozco de nada, vámonos.-lo tomo por el brazo y lo arrastro.
Volteo para mirar a Cameron y su expresión estaba totalmente desconcertada.
Me conoce hace tres días, lo superará.
Ahora, ¿lo superaré yo?
ESTÁS LEYENDO
Hasta que recuerdes mis besos.
RomanceAmante de la imperfección, perdida en un mundo de apariencias. Un mundo donde todos fingen ser algo que no son. Excepto yo; hace un par de años perdí la memoria y con ella perdí mis miedos, mis dolores, mis malos momentos, incluso mi decencia. ¿Por...