Llegamos a casa de Cameron luego de un largo camino en silencio, le conté todo lo sucedido a mi amiga, ella estaba tan sorprendida como yo.
Aún no puedo creer que el padre que todos dicen que yo tanto idolatraba haya sido un monstruo. Es increíble lo poco que llegamos a conocer a las personas aun cuando has vivido toda tu vida con ellas.
Las personas somos expertos en ocultar nuestro verdadero yo, aunque seamos sinceros, siempre hay cosas en nuestro ser que evitamos mostrarle a los demás, ya sea por vergüenza, por miedo al rechazo o porque simplemente no está bien.
Confiar se vuelve peligrosamente complicado cuando sabes que ocultas algo y temes a que las personas también oculten cosas. Confiar es difícil porque si a veces nosotros mismos nos fallamos, ¿cómo no nos fallaría alguien más?
Es un completo error suponer que conoces totalmente a una persona, piensas que conoces bien a alguien, pero en realidad no te conoces bien ni a ti mismo. Solo recuerda esas ocasiones en las que dijiste "jamás haré algo así" y terminaste haciéndolo, cuando creías que no lograrías algo y si pudiste lograrlo. Las personas sufrimos una metamorfosis tanto física como mental. No solo nuestro cuerpo cambia, también lo hace nuestra forma de pensar, a veces para bien, otras para mal.
Por todas las veces que dijiste que esa persona no es así y si lo era, por todas esas veces está mal creer que conoces a alguien por completo.
Ese fue mi mayor error, pensé que conocía a mi padre, cuando en realidad era una bestia oculta bajo el disfraz de papá perfecto y hombre de familia. Supuse conocer a mi mejor amiga mientras ella sufría acoso y abuso sexual ocultando su llanto detrás de una sonrisa. Pensé conocer a mi madre al tiempo en que mi padre la golpeaba y traicionaba, mientras ella solo ocultaba su dolor para darle un buen ejemplo a su niña.
Me siento culpable, todas las personas que amaba sufrían y ocultaban cosas mientras yo estaba ajena a todos sus problemas. Tal vez las cosas habrían sido diferentes si yo lo hubiera sabido, tal vez yo habría sido una víctima más. No puedo cambiar el pasado, pero puedo arreglar el presente. Y mi único problema se llama León King. Mi progenitor, la persona que me trajo a mundo es mi principal enemigo y si hay algo que sí aprendí de él fue su astucia, su inteligencia. Dicen que a veces el alumno supera al maestro y yo voy a por ti, papá, así que prepara tu mejor juego porque pienso luchar para ganarte.
Me reúno en el enorme estudio de Logan con Lewis, Cameron y él, quería contarles personalmente lo que estaba tramando.
—Sul, ¿cómo estás luego de ver a Mónica?— me pregunta Lewis.
—Sé que debería estar mal.— respondo con neutralidad.— Pero no, estoy con mucha sed de venganza.
—No sé si eso sea bueno o malo.— comenta Logan.
—Bueno, usted al igual que yo he perdido mucho por culpa de León.— me niego a volver a llamar padre, a ese ser despreciable.— Hemos perdido a seres queridos por su causa, han pasado tres años y él continúa por ahí, viviendo la vida, han amplio como si nada hubiese pasado.
—Supongo que algo trama tu cabecita.— vuelve a hablar mi suegro.
—Así es.— respondo sonriendo.— Todos aquí saben que León quiere volver a tener en sus manos a su tesoro más preciado, a su hijita. Dos de sus socios han estado a punto de encontrarme y supongo que ha sido él quien los ha enviado.
—Si lo que estás pensando es...
—Déjame terminar.— le pido a Lewis.— Hay que dejarlo que me encuentre.
—¡No vas a ponerte en peligro!— protesta Lewis.— Olvida ese plan loco.
—Es la única forma de llegar a él y atraparlo. ¿O pretenden vivir toda la vida con miedo?
ESTÁS LEYENDO
Hasta que recuerdes mis besos.
RomanceAmante de la imperfección, perdida en un mundo de apariencias. Un mundo donde todos fingen ser algo que no son. Excepto yo; hace un par de años perdí la memoria y con ella perdí mis miedos, mis dolores, mis malos momentos, incluso mi decencia. ¿Por...