Hasta que recuerdes mis besos.

20<confesión>

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Julio Cortázar.

Han pasado dos semanas, he decidido aislarme de todo el mundo, incluso de Mara, me duele, pero lo necesitaba, necesito pensar las cosas, reconectar conmigo misma, viajé a otra ciudad, asistí a varias terapias con la esperanza de que exista algún tipo de tratamiento para recuperar mis recuerdos, pero lamentablemente solo me han dicho que eso depende de mí, el que la pueda recuperar o no, es cosa de suerte.

No he podido descubrir nada sobre Lewis, no sé cómo saber dónde vive, ya que siempre está detrás de mí. Mi frustración y enojo estos días es colosal porque simplemente siento que no avanzo en nada.

Encima tengo bloqueo de escritor, con todos estos problemas no me viene nada a la mente.
Nada más que Cameron, quien ahora sí me ha dejado un montón de mensajes y llamadas, pero he decidido no leerlos para no torturarme.
No sé por qué lo extraño, si lo conozco hace poco y no es como si hubiese pasado tanto tiempo con él.

Aunque las teorías de que lo conocí en mi pasado me están volviendo loca.

Los odio, los odio a todos por ocultarme cosas, soy dueña de mí, pero al parecer no de mis recuerdos, ya que deciden mentirme sobre ellos, ahora no sé si lo que me ha contado Lewis haya sido totalmente cierto, ahora siento más dudas, más incertidumbre y cada vez se hacen notar las lagunas en mi cabeza.

Duelen, joder, sí que duelen.

Duele querer recordar algo que sabes, pero que está a oscuras en tu cerebro, que no puedes alcanzarlo por más que quieras. Nunca me importó saber sobre mi pasado, a decir verdad perder a tus padres en un trágico accidente es lo suficientemente traumático como para querer tener recuerdos de ellos, porque al final quererlos más y tener sus recuerdos sería realmente doloroso.

Los pocos momentos que recordaba con ellos eran como escenas de películas en mi cabeza, yo era el personaje principal y ellos solo eran actores, actores por los cuales no podía sentir un completo cariño, ya que he olvidado incluso lo mucho que se ama a tus seres queridos.

Sin embargo, las cosas han cambiado bastante, pasé de querer seguir olvidando, incluso lo que no había sido olvidado a querer recordar todo lo que está oculto en mi subconsciente, hay tantos misterios, tantas cosas por descubrir que se vuelve peligrosamente tentador.

—Sule, tu amiga Mara está en la entrada, dice que no se irá hasta hablar contigo.— me informa Lewis.

—Déjala pasar.

—¿Déjala pasar?— reclama ella entrando a mi habitación.-¿Qué carajos pasa contigo?

—Lo siento, Mara.— digo una vez que Lewis nos deja solas.— He estado pasando realmente mal.

—Lo sé.— se sienta en mi cama y me abraza.— Pero no estás sola amiga, lo sabes.

—Lo siento, necesitaba encontrar respuestas.

—Si te esfuerzas demasiado para recordar, solo te sentirás aún peor porque las cosas no funcionan así.

—Visité varios doctores, pero ninguno me dio una respuesta útil.

—Una vez vi en una película que a un chico le caía un coco en la cabeza y así recuperó la memoria.

—Sí, no creo que eso funcione.— digo entre risas por sus tonterías.