Capítulo 6: Despedidas

438 37 0
                                    


El sol terminó de salir, y nosotros separamos nuestros labios. A plena luz del día, y después de haber cedido completamente a mi instinto, la vergüenza casi me impedía mirarle a la cara.

- Dile a tu amiga que de verdad no esto no estaba premeditado. - dijo él, atusándose un poco el pelo.

Me reí.

- Tranquilo, no creo que se escandalice por un beso.

- Ya, bueno, pero no sé. Solo sé que me apetecía muchísimo. - se justificó.

- A mí no. Lo he hecho completamente obligada. - bromeé, para quitarle hierro al asunto.

Charles puso cara de sorpresa, y después se llevó la mano al pecho, fingiendo que le dolía.

- Si besas así cuando no quieres, no puedo ni imaginar cómo lo harás cuando lo desees de verdad.

Me encogí de hombros.

- Tendrás que quedarte con la duda.

Saqué el móvil para mirar la hora. Tenía una notificación de FlixBus, mi viaje de vuelta a Niza, donde me esperaba el bueno de Tom, salía en una hora y media.

- Dios, voy tardísimo. - dije visiblemente agobiada.

- ¿A dónde? - Charles comenzó a levantarse al verme a mí hacer lo mismo.

Le expliqué rápidamente el motivo por el cual tenía que volver a Niza.

- Así que no te quedarás más días en Mónaco. - sacó en conclusión.

- Mucho me temo que no. Andrea se vuelve mañana a España, y Tom no se merece estar tanto tiempo solo. Es un amor.

- Entiendo. - contestó.- Aunque me había ilusionado con enseñarte algunos sitios más por aquí. Tengo unos días de descanso hasta la siguiente carrera.

- Me encantaría, pero quizá es mejor así. Quién sabe qué pasaría si nos conociéramos más.

Puede que fuera demasiado brusca. Lo cierto es que a una parte de mí le habría encantado descubrirlo. Pero a la otra parte, que se imponía sobre la primera, le daba pánico. Aún seguía recogiendo los pedazos de mi anterior relación. En poco tiempo había visto como una persona en la que confiaba, y a la que quería, se convertía en otra que difícilmente reconocía. Así que no estaba segura de querer exponerme de nuevo. Y mucho menos viendo el efecto que tenía Charles sobre mí.

Mi contestación pareció no gustarle. La expresión de su cara se transformó, y empezó a caminar escaleras arriba.

- Sí, tienes razón... De todas formas, - se giró - déjame llevarte a Niza. Es absurdo que vayas en autobús, estando tan cerca en coche.

- Pero ¿y los periodistas? - me preocupé.

- Aún es pronto, no serán muchos. Además, dudo que se esperen que después de la fiesta del Gran Premio me vaya a las ocho de la mañana a Niza.

- Bueno, si a ti te parece bien, de acuerdo. - acepté.


Fui a por mis cosas al apartamento de Andrea, y a despedirme de ella. Mientras, Charles iba en busca de su, según me prometió, coche más discreto.

Mi amiga me recibió con cara de cansada. Me había dicho que pondría una alarma a las siete y media para abrirme la puerta, y la amaba por ello.

- Pero si es mi amiga la fugitiva. - dijo mientras se volvía a meter en la cama de un salto. - Llegas a tardar medio minuto más y me vuelvo a dormir.

Say yes to... heaven?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora