Una joven Mafiosa.

Cap 11

Nada, solo me voy a divertir. Puse cara de presumida y subí las escaleras, me metí en la oficina del abuelo, busque la caja fuerte que estaba escondida en su armario (y lo más pro es que yo me se la clave) Siii, cosas de ser la nieta favorita. Abrí la boca al ver que la puerta ya casi ni cerraba porque había demasiado dinero en ella, cogí un poco y salí corriendo.

¿Qué vas a hacer con eso?

No lo se, comprare unas pizzas a domicilio. Y si, eso fue lo que hice, no se demoraron tanto, y compre una de las más caras. No me sentía tan mal estando sola aquí, me sentiría mejor con mi familia, pero no me quejo, quieren lo mejor para mi o algo así, eso es lo que dicen ellos.

-¡¡Esto está buenísimo!!- grité en la casa, a los 4 vientos, aprovechando que no hay nadie que me mande a callar ¿Que más puedo hacer? me pregunté a mi misma, no sabía que más hacer, compré pizza ¿Que más? Dudé por un momento, hasta acordarme que hoy era el clásico, Madrid vs Barça. Que prooo, un clásico el día de mi cumpleaños, nada más lindo que eso, se me ha alegrado el día en unos simples segundos.

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Se acabó el partido...Empate, no me lo esperaba, aparte yo quería un ganador, ejem... ahora estoy aburrida. Me levante del piso (si porque estaba sentada en el piso) y corrí al teléfono fijo, el cual estaba sonando, se oye por toda la casa, hay como 5 teléfonos por toda la casa, porque como es grande, no tener que ir corriendo hasta el salón para poder cogerlo.

-Hola- fue lo primero que dije.

-Emel- ¡Era Osman!

-Osman- las lágrimas se me querían salir (obvio no me salieron) -Vení a mi casa-

-Vale- colgó y me puse a dar saltitos de alegría como si fuera una niña chiquita. Miré a mi alrededor, había un poco de reguero que yo misma cause en unos pocos minutos, así que me puse a organizar para que esto no estuviera feo cuando Osman llegara.

Escuché como sonó el timbre (q rápido) corrí a la puerta y tenía en una mano globos de corazones rosaditos, y en la otra una pequeña cajita, sonreí de lado al verlo tan lindo vestido y con sus pelos alocados.

-Te ves...sexy...- No, no yo no dije eso.

-No me creo que hayas dicho la palabra sexy- me sonrojo.

-Yo tampoco- pongo un mecho de pelo detrás de mi oreja.

-¿Puedo pasar?- asiento -Te ves tierna así vestida- miro mi vestimenta, me había puesto una ropa normal (lo cual para mi ropa normal es hasta una ropa de dormir jeje) y esta vez tenía puesto un mono ancho de color verde con una blusa corta del mismo color, me gusta combinar los colores, ya se, soy demadisdo pro, lo se lose.

-No soy tierna- fruncí el ceño.

-Aww, hasta cuando lo dices suena tierno- le saco el dedo del medio y camino hacía la sala, el me sigue y nos sentamos juntos en el piso -Mmm..- le miro -¿Estás sola?- asentí -¿Donde están todos?- me encogí de hombros.

-Mi familia decidió dejarme sola, según ellos es lo que yo quiero- me encogí de hombros otra vez -Y no, quería pasarmela bien junto a mi familia y amigos, como siempre, pero no sola- el procedió a darme un besito, lo cual yo le dí otro, pero luego me dio uno normal, no de esos de piquitos, los largos, de esos que duran más de un minuto y te llegan hasta el alma, nunca me había dado un beso así con Osman, ni con nadie, pero se sentía bastante bien, me sentía en las nubes, estaba enfocada solo en nuestro beso, el me tenía agarrada de la cintura para poder llegar hasta mis labios, el se encargaba de dirigir los movientos, yo solo le seguía la rima pero con mucha pasión, hasta que llegó un momento que el aceleró su respiración y me agarro más fuerta hasta que me cargó y lo rodee con mis piernas, dandonos besos me llevó al comedor cargada y me sentó encima de la mesa, el beso se hizo más intenso hasta que el nos separó para coger respiración, me miro con una sonrisa de lado lo cual me causó mucho ternura, y me colocó un dulce beso en la frente.