3 años después...—¡Cris! ¿Donde te metiste? ¡Cristian Yaman!—
—¡Aqui toy!— escuché como gritó entre risas, a lo que comencé a correr hacia su dirección —Me haz encontrado mami— lo ayudé a salir de su escondite. Y ambos nos dirigimos al comedor donde todos estaban almorzando.
Después de algunas citas con Yan, decidimos crear algo serio, a lo que no perdimos tiempo y nos casamos. Ya llevamos 3 años juntos y tenemos una hija, la cual en estos momentos tiene 1 año de nacida. Aquella tiene unos hermosos rizos dorados y unos bonitos ojos miel. En su rostro siempre lleva una sonrisa de oreja a oreja.
Ya Cris tiene 6 años de edad, cada día es más travieso. A veces me sorprende las locuras que puede llegar a cometer. Llega un momento que me siento orgullosa de tener un hijo así de inteligente.
—Elif, se ha despertado— me avisó Osman, a lo que yo corrí escaleras arriba, ya que podía escuchar su llanto. En el pasillo, encontré al hijo de Melek...Si...Melek tuvo un hijo ¿No se lo esperaban verdad? Y al contrario, no tiene su personalidad, más bien, es un nené rarito que anda caminando por toda la casa con su osito de felpa, y si alguien lo mira feo, le saca el dedo del medio.
—¿Ya está la cena?— preguntó él, yo asentí —Gracias tía Emel—
—De nada Zeki— seguí caminado. Hasta llegar a la habitación de Elif, la saqué de su cuna, y de inmediato cambió su expresión a felicidad —Ohh, eres hermosa, bebé— Caminé hasta abajo, donde se encontraba la familia.
Los tíos, junto a Wyatt, el cual se ha encargado de los negocios de la familia, y se podría decir, que es el que más dinero tiene aquí. Melek junto a su marido, y su pequeño hijo Zeki. Mi hermano Emir, a su lado se encuentra su novia de 7 meses de embarazo. Mi madre acomodando a Cris. Y bueno...Yan esperando a que me acabe de sentar.
—Es bonito ver como la familia ha crecido— habló el abuelo con una sonrisa, se ha puesto algo viejo, pero sigue siendo la cabeza de esta familia. Pero hey, no piensen mal, que ya hay un nuevo Rey de la Mafia —¿Donde está el jefe?— preguntó el abuelo, a lo que todos reímos, Yilmaz comenzó a bajar por las escaleras con su traje de negro con salpicaduras de sangre. A veces pienso que si es un mafioso o un caníbal, me confunde.
—Buenas buenas, ha llegado el Rey de la Mafia— puse los ojos en blanco, se ha puesto incluso más egocéntrico de lo normal, admito que a veces le siento envidia, ya que yo siempre quise ser la Reyna de la Mafia. Pero nooo, tenía q volverme una linda ama de casa. Que decepción —¡Eli!— gritó, llamando la atención de mi hija, quien comenzó a aplaudir y a reír, a lo que Yilmaz estiró sus manos, la pequeña empezó a pedir estar con el, y vaya que había que darle la niña a Yilmaz ehh, sino ella se pone a llorar, como si se fuera a morir sino está cerca de ese estúpido.
—Estoy celoso— protestó Osman, ya que Elif pasa más tiempo con Yilmaz...A veces pienso que le gusta, o bueno, el se comporta muy lindo con ella, tal vez solo le tiene cariño. Los demás comenzaron a reír por su expresión.
—Ejem— alguien se arrascó la garganta llamando la atención de todos, nos giramos y se encontraba Zeki ajustando su corbata —Necesito algo— levanté ambas de mis cejas —Tía Emel— ohh me está llamando a mí —Tu deberías ser la Reyna de la Mafia y no ese pendejo— admito que me eche a reír, pero los demás están serios así que me contuve —Quiero que me entrenes—
—Zeki, tienes 3 años ¿Como...
—Cris me explicó—
—¡Cris!— gritó mi abuelo furioso —No rompas las reglas—
—Dejalo— protesté yo —Ni que alguno de nosotros no lo hubiéramos echo— me puse de pie, colocando un beso en la frente de mi hijo, y me acerqué al pequeño Zeki —Te prometo que te entrenaré, pero después de los 6— el puso los ojos en blanco y siguió con la que andaba haciendo.
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Una joven Mafiosa.
RandomEmel era una chica que tuvo que nacer en una familia distinta a la de los demás, con distintas tradiciones. Lo cual llegó a obsesionarse con ello. Una chica solitaria, que hasta le tiene odio a sus propios primos. Nunca imaginó que su vida cambia...