Blue Water Lilies - Hyunlix

Hechizo Parisino

Era una lástima que el día casi estuviese terminando. Hyunjin había pasado momentos inolvidables con Felix y se había sentido como nunca. Tal vez era la atmósfera de París que lo hacía todo más fácil o tal vez el hecho de que había tomado más riesgos, era difícil decirlo. Por momentos podía jurar que Felix estaba coqueteando con él, pero todo era muy confuso, sabía que era muy dramático y en el pasado había confundido simples gestos amistosos por otras cosas, además que enfocarse era difícil cuando tenía al SOL al lado. Pasar tiempo con Felix era como entrar en una dimensión desconocida, llena de felicidad y sorpresas, completamente adictivo.

Decidido a exprimir hasta el último segundo de ese día, justo antes de tener que volver a Seúl al día siguiente, Hyunjin decidió llevar a Felix a uno de sus restaurantes favoritos cerca al Sena. El lugar era especial porque tenía una de las vistas más hermosas de la ciudad y porque le recordaba un momento feliz de su vida, cuando su única preocupación era pensar qué iba a pintar al siguiente día y nada de obligaciones adultas o laborales que lo presionaran.

Cenaron como reyes y Hyunjin pidió una botella de vino que no dio un brinco, luego vino otra y OTRA más. Hyunjin no sabía si estaba flotando en nubes o si era efecto del vino no más. La conversación estaba animada, Felix era aún MÁS interesante con cada minuto que pasaba, y no era culpa del licor. Hyunjin escuchaba con fascinación y con una sonrisa casi que estúpida todas las aventuras que Felix tenía para contar de sus días en Australia, anécdotas con Chris (las cuales iba a usar como chantaje para sus próximos encuentros, porque eran ORO) y otras historias. No recordaba haber reído tanto en su vida y sentía que podía quedarse a vivir en ese instante para siempre.

El mesero llegó a decirles que el restaurante iba a cerrar. El tiempo volaba y Hyunjin no quería que pasara tan rápido. Pidió otra botella para llevar y salieron a caminar al lado del Sena mientras regresaban al hotel, una vez de vuelta a la habitación, ambos se negaban a desperdiciar un segundo y parecían no querer irse a dormir aún, teniendo la otra botella de vino por abrir. Se sentaron en el sofá para seguir charlando.

Lix, eres una caja de sorpresas, en serio. — Empezó a decir Hyunjin, hablaba más desparpajado que de costumbre, era culpa del vino — Es chistoso porque cuando Chris me habló de ti pensé que eran solo palabras, ¿sabes? Como cuando uno quiere venderle una idea a alguien... PERO, — se detuvo un momento, lo miró y le sonrió tocándole la nariz con su dedo índice — tenía razón al decir que eras único... no... increíble... no... magnético, sí, esa es la palabra, magnético...

Aunque Felix estaba tomando vino a la par con Hyunjin, podía notar que el efecto que tenía el licor en Jinnie era más fuerte. Ahora era un opuesto a su estado "normal". Hablaba y sonreía mucho. Y estaba siendo muy touchy*. Le encantaba esta versión de Hyunjin, pero eso último que hizo, lo dejó perplejo por un instante. La forma en que tocó su nariz, tan juguetona, y esa sonrisa y...

- ¿Chris dijo eso y crees que es verdad? Soy... ¿Soy increíble y magnético? — preguntó sorprendido y sonrojado, más sonrojado de lo que ya estaba por el vino.

- ¡Sin duda! — respondió sin esperar un segundo, llevado por el sopor alcohólico, — Ese primer día cuando te vi y hablamos pensé... wow es realmente encantador. Tienes una gran presencia, ¡dejar de mirarte es muy difícil! — Confesó sin notar que tal vez estaba soltando su lengua de más. En eso notó que Felix estaba rojo como tomate, no sabía si atribuirlo al vino o al cumplido que le acababa de hacer. — ¿qué pensaste de mí este primer día? — preguntó interesado.

Felix rió ante las afirmaciones que hacía Jinnie. Ese Hyunjin que tenía en frente en ese momento era de los más encantadores jamás. Sobrepasó al Hyunjin dormido. Bueno, es que ahorita mismo no se veía adorable, se veía... Cautivador. Todo su ser expedía seguridad y un montón de cosas nuevas que Felix no había visto antes. Sentía que estaba cayendo bajo un embrujo. De hecho, la forma en que Hyunjin preguntó qué había pensado de él ese día había sido algo seductora. Wow... ¿Y supuestamente era él el que siempre salía con alguna sorpresa?