Mi Turno

Capítulo VI

Capítulo VI - Primera vez

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? —Anónimo

Desperté casi a las once de la noche, me dormí demasiado tiempo. La música sigue sonando. Tomo mi celular y tengo un par de mensajes en él.

Nicolás, 7:48 PM: No he sabido de ti en todo el día, espero estés bien. México es muy frío si no estás, me gustaría tenerte aquí para tener algo de temperatura.

Bárbara, 11:22 PM: Si, estuve algo ocupada el día de hoy. Creo que puedes poner la calefacción un par de noches. No me busques solo para sexo.

Solo porque anoche fue una de las veces que me hizo sentir mujer demasiado bien, no quiere decir que solo para eso me tiene que buscar. Amo cuando me lo hace con rudeza, pero nunca viene a dormir, no voy a su casa, nunca salimos y como Melissa me dijo, si fuera solo sexo no duraría tanto. Es tan molesto cuando se comporta así, le he dado cuatro de mis mejores años, le aguanto todo, merezco algo mínimo

Nicolás, 11:31 PM: ¿Ahora que te sucede? Anoche pensé que habíamos solucionado las cosas, cada vez pareces más una niña.

¿Otra vez con el tema de lo infantil? Maldición, aquí la madura soy yo, me estoy dando a respetar, quiero solucionar nuestro noviazgo, quiero que seamos una buena pareja y el me trata de esta manera cuando el que solo me habla para una mamada es el, el que solo viene para darme duro, después dejándome dolorida y sola. Estoy harta de él. Es un estúpido que no sabe lo que quiere, pero él estúpido que me tiene locamente enamorada.

Bárbara, 11:34 PM: ¿Qué piensas Nicolás? El sexo no soluciona la mierda que tienes en la cabeza, cuando regreses espero podamos hablar. Quisiera que me amaras demasiado sin necesidad de cogerme.

Mierda, creo que hoy si me pase. El miedo me invade, las pocas veces que le hablado así a Nicolás no las he pasado muy bien. Termino llorando, desvelada y hundida más profundo en el mismo hoyo.

Nicolás, 11:37 PM: ¿Qué mierda tengo en la cabeza? Cada vez te pones más insoportable, eres una loca. Las cosas son a mi modo nena, así ha sido siempre.

Lo pienso bien, cada vez que me coge con esa fuerza y pasión me queda más que claro que soy suya, pero ¿hacer conmigo lo que quiera? Yo no soy un juguete, él no me domina de esa manera. En el sexo, soy toda suya. Pero el resto del tiempo yo decido que hacer con mi vida.

Bárbara, 11:40 PM: No Nicolás, las cosas ya no son así. Tú no haces conmigo lo que quieras, tú no me controlas, yo ya no soy tuya.

Nicolás, 11:42 PM: Si eso quieres, me parece bien.

Y no tengo nada más que decir, cada noche es la misma historia. Ya no quiero llorar, ya no quiero sufrir, quiero descansar de esto ya y prefiero ahogar mis penas durmiendo que lloriqueando.

Es la madrugada del lunes, la ciudad esta nublada con mucho viento, necesito salir a correr. Camino hacia el baño y me lavo la cara, cepillo bien mis dientes, me hago una coleta en el pelo y salgo. Solo necesito mi sudadero blanco con letras azules enfrente que dice 1989. Ese fue un gran año, un perfecto año. Los Guns N' Roses sacan Patience, mi canción favorita del grupo fue el año de la caída del muro de Berlín que significa la desintegración de la Unión Soviética tras la guerra fría, Hyundai y Mitsubishi sacan autos idénticos que son una fantasía automovilista. Claro que yo me entere de todo eso diez años después cuando lograba entender algunas cosas, mi época fue realmente después del 2005, pero mi alma siempre hubiera querido pertenecer a los años ochenta. Fue la década de la expresión, la libertad, la emoción. Hacías lo que querías, nadie te lo impedía, podías ser lo que desearas, el rock explotaba en las calles, la ropa te cegaba con los colores, se desataron las drogas en cada bar de las ciudades más fabulosas, era la mejor época de todas. ¿No te dan ganas de viajar por el tiempo y estar en medio de Soho bebiendo ron y barbitúricos? Terminar en el pent-house de algún financiero exitoso de Wall Street y decidir sacar el alcohol de tu cuerpo al otro día en un Yate por el Hudson. Todos lo queremos.