Capítulo VIII - Es una obsesión
La pasión es una obsesión positiva. La obsesión es una pasión negativa. –Paul Carvel
Ya he llegado de nuevo al edificio cuando termino de recordar cómo me hizo mierda la primera vez, la primera de cientos, no sé porque sigo pensando en eso, estoy recordando un pasado que no tiene futuro y he pasado más tiempo triste por él que otra cosa. Desde ese día recuerdo que cambie mucho, no paraba de pensar, no lo he logrado aún, creo que se debe a que es el único hombre que me ha tratado así, pues todos los demás son los que se enamoran, bueno no se enamoran, sino que me quieren siempre con ellos y me buscan para algo más que sexo, Nicolás no me busca más que cuando quiere una mamada o darme en el culo, dejarme tirada y dolida, física y sentimentalmente, lo peor es que lo hace de junto, dos en uno.
Subo a mi apartamento, tomo un baño de agua tibia para relajar mi cuerpo, paso el jabón por todo el cuerpo, lavo mi cabello suavemente y froto mi cabeza con la yema de los dedos, me dejo ir en mi momento a solas. ¿Cuál será la cura a este mal de amores? Que es lo que necesito hacer para que él se muera por mí, tal y como yo me muero por él. ¿Seré la única chica en el mundo que deja que un idiota la trate mal por buen sexo? No, excelente sexo. Maldita sea Bárbara, como puedes desear tanto coger... no piensas en Nicolás sin imaginar su verga erecta.
Salgo de la ducha y tomo una camiseta vieja color blanco con muchas manchas de colores, un overol viejo de mezclilla. Seco mi cabello con la toalla y hago una coleta, tomo mis viejos converse negros con manchas. Mi pequeña mochila con pinceles y óleos nuevos que compre con Mario y salgo en camino al estudio. Tomo un taxi, y en el camino reviso mi celular, tengo dos mensajes.
Nicolás, 6:42 AM: Ya ha pasado toda una noche y no me has llamado, cada vez acumulas un castigo más grande Bárbara.
Bárbara, 7:13 AM: Nicolás ya, no quiero seguir con esto, si quieres hablar ven a buscarme y si no hasta aquí lleguemos.
Mierda, ¿de verdad hice eso? ¿Estoy acabando con todo enserio?
Melissa, 7:07 AM: Hermosa, te acuerdas de que hoy almorzamos juntas.
Bárbara, 7:15 AM: Buenos días, si nos vemos en el Hilton al medio día. Te presentare a un viejo amigo que me pidió llegar a probar sus platillos.
Llego al estudio, no está lejos del apartamento, pero no quería más cardio por hoy, le pago al taxista y entro. Hay más o menos unos 7 artistas en la galería, cada uno tiene un área. Entramos al Lobby y a cada lado hay uno en su espacio, yo estoy al fondo, en el centro, en el lugar más escondido, pero más grande. Tomo el caballete y coloco un lienzo grande, saco mi celular y pongo algo de música con audífonos, escucho a Enanitos Verdes y empiezo a dibujar. Comienzo con dos agujas enormes en el centro que marcan las dos de la tarde, representando mi bienvenida al mundo terrenal exactamente a la misma hora. Esta obra será un enrome reloj en tonos cobre y rojizos, con detalles en oro que dan la atención a la época Barroca para darle un sentido engañoso y caprichoso. Porque todos los malditos políticos y ricachones tienen la cabeza vacía y nos viven haciendo creer que el mundo funciona de una forma, para limitarnos a los grandes placeres de la vida. Nos hacen limitarnos y no permiten que nos demos cuenta del perfecto mundo que hay afuera. Más bien ellos con su mierda lo joden, son como un agujero negro, toman todo el color a su paso y lo pierden, lo arruinan todo y lo hacen desgracia. Arrogantes y egoístas. Inhumanos y encantadores. ¿Por qué nos atrae tanto su vida?
Cuando he terminado, tomo los pinceles y los llevo a la pileta, veo la hora y son las 11:11 AM, tengo una rara superstición. Pido un deseo, cruzo mis dedos, cierro los ojos y digo en voz alta.
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Mi Turno
Teen FictionAntes de empezar a leer hay unas cosas que debes saber. 1. Esta no es una historia de amor. 2. La lujuria te puede controlar. 3. Contiene mucho sexo. Bárbara está harta de que su hombre siempre la domine. Que ella siempre caiga a sus pies, despu...