Capítulo XIII

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Capítulo XIII - Puedo hacer una excepción

Si no juegas con fuego te morirás de frío. —Anónimo

Un ruido repentino me saca de mi sueño profundo. Alguien está golpeando la puerta con fuerza, interrumpiendo mi paz matutina. Miro el reloj en mi celular y apenas son las seis de la mañana. ¿En serio alguien puede estar fastidiando a esta hora? Siento una mezcla de curiosidad y frustración mientras me pongo rápidamente una playera que tiré al suelo anoche. Con paso decidido, salgo hacia la sala de estar y abro la puerta de un solo movimiento. Ahí está él, parado frente a mí, examinándome de arriba abajo. Lo miro con incredulidad, ¿qué demonios está haciendo aquí? Estoy cansada de sus juegos y de su constante presencia. Esta vez las cosas van a ser diferentes, estoy decidida.

— ¿Qué haces acá? —Le pregunto somnolienta.

—He venido a verte, reaccione mal ayer. —Dice seduciéndome.

—No, esta vez no Nicolás. —Le respondo y me alejo cerrándole la puerta en la cara, pero él la detiene y la empuja.

—¿Disculpa? —Dice alzando la ceja.

—Hablo en serio Nicolás —Le respondo, esta vez no miento. Mira al sofá y nota que esta desordenado, por que anoche con Melissa estuvimos acostadas ahí.

—¿Quién está acá? —Me pregunta enojado.

—No es de tu incumbencia. —Le respondo y empujó la puerta, pero es inútil. El me la regresa con más fuerza y hace que se golpee contra la pared. —¡Hey! —Le grito enojada.

—Te hice una pregunta. —Dice mientras toma mi rostro con una mano y lo aprieta con fuerza.

—Nicolás, vete me lastimas. —Le digo mientras intento quitar su mano de mi rostro, sus ojos me aterran. Me empuja contra el sofá y empieza a caminar hacia mi habitación.

—Lo descubriré yo mismo. —Dice enojado y mis latidos se aceleran.

—Nicolás no. —Le grito y lo sigo, el empuja la puerta y eso hace que Melissa se levante, lo ve de pies a cabeza y ella se cubre con las sábanas. El me mira con los ojos muy abiertos.

—¿Quién es ella? —Pregunta más tranquilo. —¿Melissa? ¿La dama del aseo? — Yo no sé si decir amiga o novia, no sé qué responder.

—¿Que hace Nicolás acá? —Me dice Melissa confundida.

—¿Cómo qué que hago acá? —Le pregunta Nicolás a Melissa.

—Soy su novia, se todo lo que debería saber de ustedes. —Responde ella mientras se acomoda y se sienta en la cama, yo sigo en Shock. —Conozco cada estupidez que le haces.

—¿Novia Bárbara? —Me mira sorprendido —Pero si tú no eres lesbiana. —Dice.

—Creo que ustedes deben hablar. —Dice Melissa — ¿Por qué no van a la sala en lo que me arreglo para irme? —Dice suavemente. Yo asiento y jalo a Nicolás al sofá.

—Disculpa. —Dice mientras cierra la puerta. En el sofá se sienta y me toma de la mano, me mira y pregunta. —Bárbara ¿qué putas es esto? —Dice sorprendido.

—Escucha, hace ratos quería decirte. No soy lesbiana Nicolás, ni siquiera sé si soy bisexual. Amo el sexo contigo y también adoro ser sexy con ella —Le digo mientras escondo mi cara en sus piernas.

—Nena ¿qué tanta porno has visto? —Me pregunta sonriendo y tratando de hacer que levante la mirada.

—Solo un poco, me gusta mucho el sexo. Tengo problemas. —Le digo mientras mis mejillas se sonrojan.

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