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Chiara Leclerc miraba aterrada la prueba de embarazo que tenía frente a ella, sus manos temblaban y sentía sus piernas flaquear ¿embarazada?, la prueba había salido positiva, estaba embarazada.
La tiró en el bote de basura y recargó sus manos del lavabo tratando de regular su respiración.

Ella se negaba aceptar que estaba embarazada, no podía estar embarazada solo tenía dieciocho años y estaba comenzando la universidad, por su mente solo pasaban sus padres y lo decepcionados que creía que estarían.

Abrió sus ojos cuando escuchó que tocaron la puerta.

—Hija ¿todo bien? — tocó Olivia —¿Estás bien?

—Si mamá — habló con su voz débil —Solo me duele la cabeza, en un momento salgo.

Secó su rostro y abrió la puerta, su madre la recibió con una sonrisa que eso la tranquilizó un poco.

—¿Todo bien? — asintió —Estás un poco pálida amor, le diré a tu padre que te llevemos al doctor.

—¡No! — gritó rápidamente —Lo siento,   es solo que no es necesario ir al doctor ya se me pasará quizás fue la comida que me hizo un poco mal.

La mayor asintió no muy convencida y juntas caminaron por todo el pasillo hasta salir al jardín en donde estaba todo la familia reunida, una vez al mes todos se reunían en casa de los Leclercs junto con la familia de Charles y Olivia al igual que los amigos del piloto.

Ambas mujeres llegaron hasta su lugar y se sentaron uniéndose a la conversación que tenían y desafortunadamente para Chiara fue muy incómoda por que hablaban de las madres y los nietos.

—Y tú Charles ¿quieres ser abuelo?

—Claro que quiero ser abuelo — le respondió obvio a Pierre —Mi Jr quizás me de un nieto muy pronto, es el mayor y sería genial — al escucharlo sintió una punzada en su pecho —Olivia y yo hemos soñado con ser abuelos, quisiera muchos nietos pero ni Jr ni los gemelos quieren.

Sus hijos se rieron y negaron con su cabeza, estaban concentrados en otra cosa.

—¿Y de Chiara?

—Estás loco Max, mi bebé solo tiene dieciocho y está iniciando con la universidad, creo que por el momento ella no piensa en eso ¿cierto cariño?

Miró a su hija y en ese momento quiso decirle la verdad pero lo único que hizo fue asentir, su padre besó su frente para luego llevar su brazo por los hombros de su esposa para abrazarla.

Chiara ignoró todo de lo que estaban hablando y solo miró el pasto, no sabía ni como decirle a sus padres que estaba esperando un bebé. Ya tenía sospechas pero por miedo no se había hecho la prueba,  el chico con el cual estuvo ni era su novio solo era alguien del cual se sentía atraída.

Por la noche estaba sentada en los columpios mirando el cielo hasta que escuchó que alguien aclaraba su garganta.

—Hey — la habló el mexicano —¿Estás bien?, llevo hablándote desde hace varios segundos.

—Lo siento Sergio, estoy algo distraída siéntate.

Sergio Jr se sentó alado de ella y la miró sonriendo.

—Has estado muy callada el día de hoy y eso es muy raro en ti, no participaste en los juegos y me da una leve sospecha que nos estás evitando, sabes que puedes confiar en mi.

Y lo sabía, sabía que podía confiar en ese mexicano, había sido su amigo desde pequeño y se contaban muchas cosas.

—Hice algo muy malo — inició.

Los Leclercs | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora