Charles siempre acostumbraba a llevar a sus hijos a almorzar todos los martes para que pasaran tiempo con él después de las carreras, su esposa lo acompañaba cada vez que podía pero a veces ella tenía que trabajar. Claro que tenían más días familiares pero los martes eran especiales para ellos.El piloto desde su lugar observaba a sus hijos jugar en esos inflables y en una piscina de pelotas, comió papas y se distrajo por un momento en su celular al ver los mensajes de Olivia diciendole que llegaría en unos minutos. El lugar en el que estaban era enorme, habían muchos juegos y a sus hijos les gustaba ir ahí.
Cuando miró al frente no vió a Chiara, su ceño se frunció y se levantó de su lugar buscándola con la mirada, segundos antes la había visto pero al ver su celular se distrajo.
—¿Chiara?
Caminó hasta los juegos en busca de su hija pero no la veía, gritó a los gemelos y a Jr que rápidamente llegaron hasta él.
—¿Qué pasó papá?
—¿Y tú hermana?, hace un minuto estaba aquí y desapareció.
Jr lo miró preocupado y los cuatro empezaron a buscarla con la mirada, aquella niña era algo traviesa y con dos años de edad le gustaba jugar a las escondidas y a su padre también pero prefería en su casa y no en un lugar tan grande.
—¡Tata! — la gritó Hervé —¡Tata!
El monegasco se empezó a desesperar al no ver a su hija, su esposa siempre le decía que estuviera muy al pendiente de ella porque cuando menos lo espera se escondía en algún lugar para que la encontraran y admitían que era muy difícil de encontrarla.
—Búsquenla ¡ahora!
Los tres niños se dividieron para buscar a la niña mientras la gritaban, algunas personas los miraban extraños pero a ellos no les importaba, solo les importaba encontrarla para no tener problemas con su madre.
Charles la gritaba y se subía a algunos juegos buscándola pero no había señas de ella, vió a uno de los encargados y corrió hasta él.—Buenas tardes ¿no ha visto a una niña de dos años, rubia de ojos verdes?, carga un short de mezclilla, una playerita roja y unos tenis — le preguntó y el joven negó —Carga dos colitas.
—Lo siento señor pero no la he visto ¿como se llama ella?
—Chiara, ¿puede anunciarla en el micrófono por favor?
Asintió y fue a las oficinas del restaurante para llamar a la pequeña por la bocina, Leclerc la seguía buscando y a lo lejos vió a una niña creyendo que era la suya pero se detuvo al ver que no era ella.
Soltó un suspiro frustrado y su celular empezó a sonar, era su mujer.
No atendió la llamada y continuó buscando a su hija.—¿No aparece?
—No papá — dijo Jr —¿Y si alguien se la llevó?, es que aquí no está y ya la buscamos por todos lados.
—Tiene que estar aquí Jr, hay que seguirla buscando.
El niño asintió y al mirar a la entrada su rostro palideció al ver a su madre, jaló el brazo de su padre y ambos se pusieron nerviosos.
Olivia al verlos se acercó a ellos besando los labios de su esposo y la frente de su hijo.—¿Y los gemelos? — los miró —¿Y Chiara?, le toca su medicina, ve por ella mi amor.
El piloto tragó en seco y se rascó la cabeza.
—Amor yo... — tartamudeó —Chiara no aparece.
La madre abrió sus ojos sorprendida y miró seria al castaño quien lucía demasiado nervioso.
—¿Cómo que la niña no aparece? ¿no se supone que estás cuidando de ella?
—Lo hacía pero me distraje un momento y la perdí de vista, estoy seguro que aquí está escondida ya sabes que le gusta esconderse.
La castaña iba a regañarlo cuando escucharon los gritos de los gemelos arriba del inflable peleándose, Olivia soltó un suspiro y negó con su cabeza.
—Jr sigue buscando a tu hermana y si en cinco minutos no aparece llamaré a la policía — él asintió —Y tú — miró a su esposo —Eres un padre irresponsable ¿como vas a perder a tu hija?, lo primero que te digo es que la veas y tú la dejas sola.
Hizo una mueca y rascó su cabeza, la diseñadora al escuchar de nuevo a los gemelos miró hacia arriba y se cruzó de brazos.
—¡Marc, Hervé, vengan ahora mismo!
Dejaron de discutir y se miraron.
—¡Ya vamos mami! — gritaron.
—Amor, se que estás molesta pero te prometo que vamos a contrarla.
—No estoy molesta Charles — lo miró —Estoy preocupada porque este lugar es muy grande y hay muchas personas aquí, me asusta que le pase algo o le quieran hacer algo, es solo una niña.
Entrlazó su mano con la de ella y empezaron a caminar nuevamente por el lugar, la gritaban y cuando escucharon que la anunciaban por las bocinas creyeron que aparecía pero al contrario, a la niña más le emocionaba.
Chiara corría por detrás de los toboganes mientras se reía, la pequeña estaba emocionada porque sabía que su padre la buscaría y amaba las escondidas. Vió una enorme máquina de peluches y la puerta estaba abierta así que corrió hasta ahí y a como pudo se subió para meterse entre todos esos peluches.
A lo lejos Charles vió como algunos osos se movían en la máquina y se extrañó al ver que nadie estaba jugando, movió a Liv y le hizo seña a lo que ella entendió y con cuidado caminaron hasta la máquina, ambos padres sonrieron al ver como Chiara se tapaba con algunos peluches.
—¡Te encontré!
Gritó y aplaudió con una amplia sonrisa al verlos parados frente a ella, su padre con cuidado se acercó para sacarla y así besar su mejilla.
—No me gusta te escondas amor, no lo hagas de nuevo.
—¡Mami! — extendió sus brazitos para que la cargara.
Liv la cargó y besó su frente, caminó hasta la mesa seguida por el piloto y por sus hijos quienes se sentaron, la mujer sentó a la niña en sus piernas y acomodó su colitas.
—¿Por qué te escondes así tata? — le hizo cosquillas Marc—Niña fea.
Como si su hermana entendiera le aventó una papa y le sacó la lengua provocando la risa de sus hermanos y padres.
—No volveré a dejar que salgan solos con su padres, para la próxima quizás sea uno de ustedes que esté dentro de una máquina de peluches.
—Yo los cuido muy bien — se defendió —Es solo que hoy Chiara quería jugar ¿verdad cariño?
Bostezó y buscó el pecho de su madre para acostarse pero ella la sentó en la mesa para darle su medicina y así acostarla en su pecho para que se durmiera.
Pidieron sus almuerzos y los niños comían sus hamburguesas entre risas y algunos chistes que los gemelos contaban ya que los habían aprendido en el colegio, la castaña se reía al escucharlos y a Jr reírse con su padre, amaba esa familia que tenía y a pesar de que todos eran traviesos su amor no era menos.
Observó a su esposo y negó con su cabeza, sabía que era muy distraído pero era un buen padre.
—Amo los martes en familia — dijo Jr —Aunque loa domingos también pero papá casi no está.
—Debo trabajar campeón, pero ahora que vienen las vacaciones nos iremos de vacaciones ¿a donde quieren ir?
Y al preguntarle los tres empezaron a gritar y hablar al mismo tiempo de donde querían ir.
—No debiste preguntarles eso amor.
Miraron a sus hijos discutir por el lugar a donde irían y es que no todos querían ir al mismo sino a diferentes pero el piloto los llevaría a cada lugar que ellos quisieran ir.
—Creo que no — se rió y la miró —¿Y tú a donde quieres ir mi amor?
La miró coqueto y ella mordió su labio inferior, a su esposa también le cumplía sus caprichos.
ESTÁS LEYENDO
Los Leclercs | Charles Leclerc
FanficOne shots con el guapo piloto monegasco Charles Leclerc.